⁘ Pov. (T/n) ⁘
Era demasiado pesado levantarse tan temprano, si fuera por mí me quedaría todo el día en mi camita. Ahora que mi rutina iba a cambiar tenía que hacerlo, me levanté como pude para darme un baño.
Me puse el traje que mi madre había dejado en mi habitación, era parecido a un kimono lo único que lo diferenciaba eran los pantalones de campana (hakama), el color era negro con una figura de un dragón en el hombro izquierdo y en el cinturón de color plateado.
— ¡Ya estoy lista! – exclame alzando mis manos como si fuera una victoria, ahora lo único que faltaba era saber quien seria la persona que me entrenaría.
Bajé las escaleras en pasa calmado y me dirigí en donde se encontraba mi padre esperándome en la entrada de la sala.
— Estoy muy nerviosa – conteste sinceramente.
Me sentía como si me fueran a mandar a una misión y pensando en que podría salir mal. Aunque en este caso era quien sería la persona que iba hacerse cargo de mis lecciones.
Usualmente eran expilares ya que con su conocimiento en batallas entrenaban a las siguientes generaciones ya sea para tomar su lugar o formar parte del grupo de cazadores.
Siendo sincera no conocía a ningún expilar, solo escuche de ellos por lo que me comentaba mi padre y algunos no eran del todo tolerables, como algunos de los pilares actuales. Espero que no me toque ese tipo de persona.
— ¿A dónde vamos?
— El nos espera en el jardín. Tu madre se adelanto para darle algunas indicaciones – ignorando el hecho de que mi madre seguramente le este prácticamente amenazando de que el entrenamiento no debía ser tan pesado.
Con el simple hecho de que mi padre dijera "el", estaba segura que la persona seria un hombre, algo que me ponía mucho mas nerviosa no era tanto de convivir con personas de mi sexo contrario, aunque esa idea se deja de lado al casi vivir una semana con aquel demonio pelirrubio.
— Llegamos – hablo repentinamente mi padre, ni siquiera me habia fijado que habíamos llegado, estaba tan sumergida en mis pensamientos que mis pies solo habían caminado hasta aquí – Amane.
Llamo a mi madre acercándose con aquella persona que reconocí al instante.
— Kyojuro ¿Cómo estás?
— Bien de volverte... digo ¿Cómo estas tu? Tu viaje debió ser de lo mejor ya que te veo muy feliz.
— Si fue muy divertido, no te imaginas las aventuras que tuve que pasar – solté una pequeña risa al igual que él.
Hasta que escuchamos un leve carraspeo por parte de mi madre. Estamos entretenidos hablando que habíamos olvidado que mis padres estaban ahí y el verdadero motivo de esta pequeña reunión.
— Lo siento – se disculpó avergonzado.
— Bueno no creo que haya problema ya que parece que los dos se llevan muy bien – hablo mi madre mirándonos a ambos – te encargo mucho a mi hija Kyojuro, confió en ti.
— Tenlo por seguro señora Amane – con aquella afirmación mi madre no dijo mas y se fue de ahí dejándonos con mi padre.
— Yo no necesito que me asegures nada yo confió en ti Kyojuro y también en ti – hablo mirándome solo a mi – recuerda lo que hablamos mira hacia adelante deja el pasado atrás.
Me dio un pequeño beso en la frente y tomando la misma dirección que mi madre se fue dejándome ahora sola con Kyojuro.
— Es un honor que el gran pilar de la flama sea mi maestro – hice una reverencia un tanto exagerada haciendo que se avergonzara más.
— Para mi es un honor que Oyakata-sama me haya asignado para ser tu maestro. No entiendo ¿por qué? Shinobu es mucho mas cercana a ti ella hubiera sido mejor elección.
— Por favor Kyojuro no te desacredites tú también lo eres.
Luego de nuestra pequeña platica, caminamos hacia donde sería el lugar en donde comenzaría mis primeras lecciones, era una finca no tan lejos de mi hogar. Seguramente habia sido idea de mi madre mantener esto en secreto.
— Primero comenzaremos con simples ejercicios – hablo indicándome como debía hacerlos pero la mayoría ya era algo que habia visto y no era tan difícil. Solo era cuestión de recordar – aprendes muy rápido.
— Bueno no es algo que no haya hecho – no sabia a lo que me refería así que le explique – cuando era una niña entrenaba junto a las hermanas Kochō.
— No lo sabía ¿Por qué lo dejaste? – su pregunta me tomo desprevenida. Pero aun así respondería, no podía dejar que el recuerdo de alguien siempre me de un puñal al corazón.
— Cuando kanae falleció – respondí sin titubear, pero aunque quería mostrar que no me afectaba, mis expresiones lo hacían notar.
— Lo siento, no debí preguntar.
— No tienes por qué disculparte. Mira hacia adelante deja el pasado atrás – susurre lo ultimo para mi misma. Mi padre tenía razón ya era momento de olvidar el dolor – hay que seguir.
Luego de eso nos dedicamos a entrenar hasta la caída del sol. Me llevo de nuevo hogar como todo buen caballero, aunque yo le habia dicho que no era necesario ya que estaba cerca, pero el insistió.
— Ya llegamos.
— Si llegaste sana y salva a tu casa. Nos vemos mañana a la misma hora.
— Creo que sí, adiós Kyojuro.
— Adiós señorita Ubuyashiki.
Nos despedimos y vi como cada vez su silueta se hacia mas pequeña a cada paso quedaba. No habia sido un día del todo malo.
— Nichika, Ho... – no pude terminar ya que me mi hermana jalo de mi brazo para adentrarme a nuestro hogar – ¿Qué pa... – otra vez me interrumpió.
— Al fin llegas – soltó aliviada, de todas las hermanas ella se parecía a mama, en cuanto a su actitud protector – eres un desastre toma un baño – me entrego unas toallas limpias y me empujo hasta el cuarto de baño– nos vemos para cenar.
Se fue de nuevo rápidamente sin dejar que le diga algo, termine mi baño y fui directamente hacia mi cama. Estaba mas que segura que mañana mi cuerpo dolería. Habia olvidado lo duro que eran los ejercicios.
Mire hacia el lugar en donde habia guardado el misterioso regalo. Douma me dijo que lo abriera cuando este lista, pero no me dijo cuando seria ese momento. Talvez yo tendría que descubrirlo.
Si este capitulo llega a mas de 20 votos subiré el siguiente capitulo rápidamente...
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⚘°᳝ꯥ‧ٓ⭝ 𝐃𝐄𝐒𝐓𝐈𝐍𝐘 | 𝑫𝑶𝑼𝑴𝑨 ̹悪ガキ 𓈈 .
Fanfiction் 版.' 🥀 𝐃𝐄𝐒𝐓𝐈𝐍𝐘 ៹˓✦ ★̲ 𓂃 𝑲𝑖𝑚𝑒𝑡𝑠𝑢 𝑵𝑜 𝒀𝑎𝑖𝑏𝑎 ﹗𓄲 ⋆ 𓂅 ⋆ ࣪ ˖ Siempre habrá un hilo invisible que nos una y así será en cada una de nuestras vidas...