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Hay quienes traen al mundo una luz tan grande... que incluso después de haberse ido esa luz permanece. Una flor caída una vida perdida... un llanto imparable y un sentimiento perdido.
Ya habían pasado algunos años de aquella travesura que casi le costo la vida, sus padres tomaron más medidas para que eso ya no pudiera ocurrir, por eso en vez de quedarse sola, ____ ahora acompañaba a su padre.
— ¿Lista para conocerla? – asintió varios veces, era la primera vez que conocería a uno de aquellos espadachines poderosos, estaba muy emocionada – bienvenida kanae.
Una mujer paso inclinándose en modo de respeto hacia donde su progenitor y ella estaban.
— Gracias por recibirme Oyakata-sama – su voz era suave. Tenía una bella apariencia su cabello era negro y sus ojos de un tono morado – un gusto conocerla señorita ubuyashiki.
— Para mí también es un gusto poder conocerla kanae-san.
Desde ese instante ambas habían formado un lazo, un lazo que cambiaria la vida de ____ por completo.
— Aquí es mi finca, entremos para que conozcas a Shinobu tengo la leve sensación de que las dos serán muy buenas amigas.
— Al fin llegaste pensé que te demorarías aún más... ¿Quién es ella? — hablo una pequeña de cabello negro y mechas moradas, percatándose de la pequeña niña que había traído su hermana.
— Ella es ____, la hija de Oyakata-sama. ____ ella es mi hermana menor Shinobu.
En un primer instante, no habían tenido un lazo especial, la actitud de la menor de las Kochō noayudaba mucho, pero aun así la ubuyashiki no se daba por vencida tenía queentenderla había pasado por mucho dolor.
— ¿Por qué solo te quedas ahí sentada, no sabes manejar una katana?
— No es eso... solo que – su padre le había contado sobre la maldición de su familia, algo que dejo en claro que ella no podría convertirse en una cazadora.
— Ya veo – se la quedo mirando, pero luego Shinobu la atrajo hacia el campo en donde entrenaba –Tú lo has intentado — negó la ojiazul — entonces... ¿Cómo estas tan segura de que tu no podrías? Sabes nadie sabe que es bueno para algo hasta que lo intenta.
Las palabras de Shinobu tuvieron mucho impacto.
— Tienes razón lo intentare.
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— Eres realmente fantástica ____-san – me alabo kanae por superar todas las pruebas impuestas – sin duda sé que algún día te convertirás en una gran cazadora.
— Gracias por confiar en mi kanae.
Se había convertido en una gran amiga y mentora, era una de las pocas personas que te sacaba una sonrisa cuando todo creías perdido.
— Descansa ahora ___-san, nos vemos mañana.
Al día siguiente solamente éramos yo y Shinobu en la sala de entrenamiento kanae había sido llamada para una nueva misión y regresaría más tarde, pero sentía una opresión en mi pecho provocándome un mal presagio.
— Estas algo distraída te encuentras bien — la voz de Shinobu me trajo devuelta a la realidad me había metido tanto en aquella sensación mala, que apenas podía oírla.
— S-si... sigamos entrenando.
— ¿Segura te vez pálida?
— Si estoy bien... sigamos
Solo quería alejar esa leve sensación tal vez sería algo sin importancia, que podría pasar...
En la madrugada en unas pocas horas para el amanecer uno de los cuervos utilizados tanto por cazadores y pilares, grazno dando alerta que kanae estaba en peligro. Eso me hizo sentir inmersa a ir en donde estaba junto a Shinobu, pero claro por obvias razones no me dejaron ya que no formaba parte de los cazadores y podría ser peligroso.
Solo podía quedarme a esperar noticias nuevas, solo esperaba que en verdad kanae estuviera bien y que los cazadores que fueron a ayudarla igual sin correr otro peligro. Horas, minutos, segundos cuanta tenía que esperar para saber algo esto ya me comenzaba a angustiar y traer de vuelta aquella opresión que me molestaba.
Ya había amanecido y aun nada de mis dos amigas, me acerque a la puerta de la asociación, aunque sea visualizar su llegada hasta que pude ver a algunos de los cazadores, pero con un semblante melancólico.
Por fin pude ver la imagen de Shinobu con su rostro caído me acerqué a ella dando un leve moviente en sus hombros y pude notos tan su rostro como sus ojos mojados por sus lágrimas ¿Qué había pasado? No entendía nada... hasta que la realidad me golpeo.
— K-kanae.
No pude evitar soltar mis lagrimas al ver el cuerpo sin vida de una de mis mejores amigas, todo esto era muy fuerte y aquella opresión en mi pecho se hizo más grande entonces esto era la mala sensación, aunque en verdad esto era una terrible sensación.
No podía creer que estuviéramos enterrando a kanae, esto era tan injusto ella tenía mucho por vivir, y lo que más me rompía era ver apagarse las esperanzas de Shinobu de que un mundo nuevo sin oscuridad podría existir.
— Aun sigues afuera escuchar la voz de mi padre en estos momentos me traía calma.
— Siempre me he sentido en paz estándolo, no quiero dejar de ver este mundo no quiero que una terrible oscuridad me atrape.
— Se lo mucho que te importaba kanae también me siento muy triste de perder otra hija más, pero siempre hay algo que ella decía que jamás dejara de ver la luz en este mundo sombrío y tú tampoco deberías dejar de verlo.
Al retirarse mi padre y dejarme sola pude escuchar el sentido de sus palabras de las palabras que siempre me repetía kanae jamás dejar que toda esta penumbra me atormente, recordar sus palabras de nuestra última conversación recordar que habrá personas que me guiaran hacia mi camino.
Y ver que junto a ellas estaba kanae me daba tranquilidad ver una luz en el cielo más brillante que las demás me hacía ver que no todo estaba perdido, no todo era para siempre, pero su recuerdo seguirá constante en mi memoria.
Muchas gracias por todo kanae, gracias por haber sido mi amiga.
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