Rastros del pasado

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-Sasuke, bienvenido de vuelta. Te echamos mucho de menos. Pero, ¡mírate! Estas guapísimo, hijo. Cuentanos como te fue con Kisame.-

Mikoto recibió muy efusivamente a su hijo menor, el cual aunque no deseara muestras de afecto, aceptó con cariño las dadas por su madre. A pesar de todo, extrañaba estar en familia.

El regreso de Sasuke a Tokio fue una sorpresa para Fugaku y Mikoto. Su hijo menor de ahora 23 años, lucía más maduro, más guapo y más presentable, con todo ese porte que caracteriza a los Uchiha.

-Tranquila, madre, un paso a la vez. Para empezar me gradue con honores y Kisame me enseñó mucho de los negocios. Podré tomar mi posición en la empresa en cuanto mi abuelo lo crea necesario.-

Realmente no había ápice de inseguridades en su semblante. Se notaba temerario y decidido a tomar retos y superarlos. Su padre lo miraba en silencio, orgulloso de el aunque no dejaba de pensar en lo que sucedería cuando se viera cara a cara con su pasado.

-La empresa tiene un fiesta de beneficencia, se asociara con varios hospitales y casas hogar. Servirá también para anunciar la incorporación de nuestro hijo a los negocios. Debes prepararte ya que será en una semana. Tu abuelo te avisará el lugar y horario.-

-Padre, antes que cualquier otra cosa. Debo decirles que me compre un departamento y viviré de modo independiente. No es que no quiera estar cerca de ustedes, pero simplemente es algo que deseo hacer, y antes de que exista cualquier protesta, les digo que no estoy pidiendo permiso.-

Sus padres lo suponían. Sasuke a pesar de aceptar lo que involucra a su apellido, el quería su espacio porque disfruta de su soledad. Siempre fue así, menos con su hermano mayor, quien se separo de la familia para cumplir sus propios sueños.

-Lo suponíamos, hijo. Si estas seguro de tu decisión, no lo impediremos. Por ahora, te recomiendo que descanses del viaje, ya que una vez pase la fiesta te incorporarás en la empresa. Tu abuelo lo aprobó así que puedes estar tranquilo.-

-Gracias, madre...-

Se notaba dubitativo, quería preguntarles por ella, saber que había sucedido. Se perdió en sus pensamientos, recreando las imágenes donde la humilló volviendola un despojo, al grado de dejarla en coma por su intento de suicidio.

Sus padres lo notaron pensativo, perdido en su mundo, concluyeron que pensaba en sus acciones pasadas. Ellos erraron en darle la salida facil, pero al enterarse que los padres de ella no tomaron represalias y que mantuvieron todo con discreción, se dieron cuenta que la chica era noble y que solo fue una víctima del egocentrismo de su hijo.

-Hijo, ¿Te encuentras bien? Te quedaste callado de repente.-

-No es nada, madre. Solo estoy algo cansado. Tengo que preguntar muchas cosas respecto a ella. Se que no tengo derecho a saber algo de Sakura, admito que al principio pensé en vengarme en caso de que ella o su familia arremetiera contra nosotros. Pero mi tiempo fuera también me hizo reflexionar sobre mis actos, tengo mucho camino para recorrer y limpiar mis culpas.-

Sus padres estaban impresionados con su magistral cambio. Mikoto deseaba romper su silencio, pero prefirió que el se diera cuenta por si mismo. En cambio, Fugaku se sentía aliviado por su hijo, tenía mucho camino que recorrer para que lo perdonaran y, sobre todo, que el se perdonara a si mismo.

-Lamento decirte esto, hijo, pero no sabemos nada de ella. Solo nos enteramos de que despertó del coma unos meses después de que te enviamos al extranjero. Lo mejor que puedes hacer es esperar a que las cosas se acomoden por si solas.-

-Así lo haré. Gracias madre, padre. Me retiro, quisiera dar una vuelta para aclarar mis ideas.- se despidió de sus padres y salió de su casa.

Mientras caminaba por las calles perdido en sus pensamientos y distraido del tiempo que llevaba de camino, llegó a un parque cercano a la universidad. Observó el lugar y se inundó de recuerdos. Recuerdos de ella, de como fue su "noviazgo", su primera vez juntos y como poco a poco la fue destruyendo.

"Sasuke, ¿porqué? Yo te amaba mas que a mi vida. Te di todo de mi. ¡Mírame, maldita sea! Soy lo que soy gracias a ti, no quiero volver a verte nunca más. Yo nunca voy a odiarte, pero espero que el tiempo haga que te perdones a ti mismo..."

Nunca imaginó que esas palabras taladraran hasta el fondo de su alma, el rostro destrozado de Sakura hacía estragos con el. Verla tendida en esa cama de hospital (porque fue en secreto a verla antes de irse al extranjero) le dio de lleno en su mente. Aunque su vida de playboy seguía igual, Sakura era la única mujer que hizo añicos sus barreras, por eso la detestaba. Aunque muy en el fondo de su ser la llego a querer.

-Sakura, ¿Que me has hecho?...-

(...)

-Dada-Kashi...-pequeños balbuceos de la pequeña pelinegra atrajeron la atención de la pareja. Sus ojos se abrieron como platos, su bebita de 8 meses dijo su primera palabra.

-Sarada, mi princesa. Por supuesto que soy tu papá. ¿Escuchaste eso, Saku? Mi princesa dijo su primera palabra. Dila de nuevo, mi amor. Dila, dila.- poniendo una sonrisa enorme, cargaba a su niña esperando ansioso que repitiera lo dicho. Sarada lo miraba y lanzó una carcajada muy linda...

-Dada-Kashi...- sus balbuceos pusieron feliz a la pareja. La llenaron de mimos y la consintieron hasta que ella se quedó dormida en el regazo de su padre.

Una hora más tarde, Sakura y Kakashi estaban en su habitación, habían tenido un día agotador, pero su bebita les devolvía las energías.

-Definitivamente hoy fue uno de los mejores días de mi vida, Saku. Nunca dejaré de agradecerte que me hicieras parte de sus vidas. Soy su padre y me siento muy feliz y lleno de vida de que podamos compartir momentos como estos. Aún no puedo creer que yo haya sido su primera palabra, no quepo de la alegría.-

-Kakashi, me aceptaste en tu vida a pesar de mi pasado. Yo soy la que debe agradecer por que estes a mi lado. Al verte todos los días se que tomé la decisión correcta. Aunque en este momento estoy celosa, yo quería que ser su primera palabra.-

Para aliviar el puchero de la mujer de su vida, le dio una muestra de amor que solo ellos entendían. Una barra de chocolate con almendras dentro de una envoltura plateada con detalles rojos.

-¿Sabes que te amo verdad, Sakura?...-

-Con todo el corazón, Kakashi...-

(...)

Una semana paso y la familia Uchiha se preparaba para el evento de beneficencia. Muchos hospitales harían acto de presencia al igual que instituciones que apoyaban orfanatos y casas hogar.

Izuna en conjunto con su hermano organizaron todo, el apellido Uchiha era sinónimo de perfección y lujo en sus fiestas o reuniones de negocios.

-Izuna, recibí un mensaje de las clinicas Hatake y Outsutsuki. Al parecer sus directores no podrán asistir al evento por lo que enviaran representantes para que participen en el evento.-

-Lo se. Ashura es amigo mío, el me comentó que enviará a una pediatra muy bella que tiene en sus filas. Dice que es de confianza y que es una fiera en los negocios. Esperemos que sea verdad. En cuanto a la clinica Hatake, estoy seguro que Sakumo lo dejara en manos de su hijo...-

Ambos hermanos tenían un mal presagio en mente. Tal vez presentar a Sasuke sería una mala idea, pero si sus sospechas son ciertas, tarde o temprano tenía que volver a verse con ella, y que mejor que la vea completamente realizada, exitosa y con una familia. Así se daría cuenta de la gran persona que es en la actualidad, y que no queda nada de la muchacha que el se encargo de destruir.

-Madara, mantente alerta de cualquier contratiempo que se de en la fiesta. Conozco de sobra a mi nieto, y si mis suposiciones son verdaderas, esa chica alterará la vida Sasuke...-

-Hatake será el karma de mi sobrino, Izuna...-

¿Chocolate? (kakasaku) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora