¿Es eso verdad?

166 26 12
                                    

Lon estaba disfrutando mucho de su vida últimamente. La libertad y la falta de la imponente presencia de David en la mansión había hecho que tuviera más confianza en si misma y en Mafumafu, el que siempre le había dicho que si quería hacer algo fuera de estar encerrada en la casa todo el día, se lo dijera. Un día, por fin reunió el valor para decirle que le gustaría estar como voluntaria en un refugio de animales cercano. No estaba segura de quién estaba más emocionado, si Mafumafu o ella. Parecía auténticamente feliz de que le pudiera decir lo que realmente quería hacer.

Hoy había estado otra vez en el refugio. A veces podía ser un poco triste ver las condiciones de los animales callejeros. Muchos enfermos, lesionados, o tan delgados y desnutridos que parecía que una ráfaga de viento podría llevárselos. Pero el punto de todo esto es que ahora podía ayudarlos. No solo pasar a su lado mientras caminaba a casa y mirarlos con lástima.

"¡Ah! Mafumafu dijo que Soraru vendría hoy. Me gustaría mostrarle los gatitos que nacieron el mes pasado. Quizá convencerlo de que adopte uno, necesitamos encontrarles un hogar."

Lon no se dió cuenta de que algo iba mal hasta llegar casi a la puerta de la cocina. Estaba muy absorta pensando en gatos y en que tenía hambre.
Podía oír un gran escándalo desde dónde estaba, y no parecía ser exactamente una canción de bienvenida. Se asomó cuidadosamente, tratando de evaluar la situación.

El escándalo venía de David (¿¡Cuándo había regresado?!) Y Soraru, que intercambiaban golpes. Lon se extrañó de que David siguiera en pie, por mucho que superara a Soraru en tamaño, había una razón por la que en algún momento este había sido un guardaespaldas. Pronto se dió cuenta de que Soraru solo estaba tratando de librarse del hombre, pálido y con la mirada fija en una figura inerte que se encontraba en el suelo. Era Mafumafu.

—¡Te dije que no te acercaras a mi hijo nunca más! ¿Qué parte no entendiste?

Lon  marcó el número de emergencias con manos temblorosas. Ella sola no podía hacer nada con esta situación.

—¿Bueno? Si, hay dos hombres peleando...otro no se está moviendo, no sé si solo está inconsciente o...— Lon empezó a sollozar— ¡Vengan rápido por favor!
*
*
*
Soraru estaba entrando en pánico. Mafumafu no se estaba moviendo, y David no lo dejaba ir. Su hijo estaba en peligro ¿Por qué no parecía afectado en lo más mínimo? ¿Por qué le impedía ir a ver si estaba bien? ¿Tan mala era su relación con Mafumafu? ¿Prefería verlo muerto que con él?

Soraru volteó a ver al hombre. Este tenía la cara roja de irá e intentó golpearlo una vez más. Inconscientemente, Soraru lo esquivo. Eso era. Iba a dejar a ese hombre de la misma manera en que el había dejado a su hijo, quizá peor. De esa forma, iba a poder ir a comprobar que Mafumafu estaba bien, por supuesto que lo iba a estar. Podrían vivir felices sin que nadie tratara de herirlos.

Sujetó una silla cercana y la estrelló en la cabeza de David. No tenía tiempo para pelear a puño limpio, Mafumafu estaba en peligro. David cayó al suelo por el golpe y quedó inconsciente.

— Dios santo

Soraru volteó bruscamente hacia la entrada, dónde el rostro familiar de Luz lo miraba, atónito.

— ¿Qué has hecho? — Luz lo miró con lástima.

¿Por qué lo decía como si hubiera hecho algo malo? El solo quería llegar lo más rápido posible junto a Mafumafu... avanzó rápidamente hacia dónde el estaba, pero antes de que pudiera alcanzarlo, cuatro personas se lo llevaron en una camilla. Una ambulancia, que bien. Soraru se dispuso a seguirlos, pero fue detenido por Luz.

— Lo siento chico, tengo que arrestarte. — las esposas ya se encontraban atando las muñecas de Soraru antes de que pudiera procesarlo.

—¿ Qué? ¿Por qué? — Soraru intentó safarse

— Agresión. — Luz chasqueó la lengua y negó con la cabeza — Debiste quedarte fuera de los problemas. Tienes derecho a guardar silencio, a...

Soraru no escucho el resto, acababa de fijarse en Lon, que si estaba siguiendo la camilla, mientras lloraba. Imaginaba que ella había sido la que había llamado a emergencias. Estaba muy agradecido de que ella estuviera ahí, seguro que cuidaría bien de Mafumafu.
*
*
*
Cuando Mafumafu despertó, lo primero que percibió fue que no estaba en casa. Lo segundo, fue el olor a medicina y guantes de Látex, el olor a hospital.

— ¡Despertaste! — Lon se apresuró a su lado, llorando — Me asustaste...todo es un desastre, tu padre quiere llevar a Soraru a juicio.

— ¿Qué? ¿Cuánto tiempo he estado aquí? — ¿Una semana? ¿Tres meses? ¿Había caído en coma y desperdiciado dos años de su vida? Mafumafu volteó a todos lados, buscando el aparato que siempre aparecía en las películas y hacía biip, biip, biip.

— Dos horas.

— Ah.  De cualquier forma ¿Por qué llevarían a Soraru a juicio? El no ha hecho nada malo.

— Es verdad. Tú estuviste inconsciente en ese momento — Lon suspiro — Cuando llegué a casa, Soraru y tu padre se estaban peleando, y tú estabas en el suelo, sin moverte. Nos asustaste mucho. Llamé a emergencias, obviamente, pero la policía llegó en un mal momento. Soraru le estrelló una silla a David. El está bien, pero con toda la influencia que tiene, logró hacer parecer que Soraru había sido la persona que te había dejado inconsciente, y que había empezado a pelear con él sin ninguna razón. Yo sé que no es así, pero no puedo ayudar. Lo único que vi fue la pelea y tú ya estabas en el suelo. No aceptarán mi testimonio. Aparte... No me sentí en el derecho de hablar acerca de otras cosas que ha hecho David — Lon miró apenada a Mafumafu— creí que no me correspondía.

— Oh no...— Mafumafu miró sus manos, entrelazadas sobre la sábana del hospital. No quería llorar. No era momento para llorar.

— ¡Pero está todo bien! Ahora que despertaste, puedes decir quién te golpeó en realidad, y cómo inició la pelea. Soraru seguirá teniendo un cargo por agresión, pero será justificada, y no irá a prisión.

— ¿Puedo decirlo? — Las lágrimas empezaron a resbalar por el rostro de Mafu. Lon no lo entendía.

No era la primera vez que Mafumafu tenía una herida grave y de alguna manera acababan en la policía. David siempre inventaría alguna excusa "ah, se cayó de las escaleras."  "El muy tonto estaba tratando de aprender a cocinar. La quemadura se la hizo así"
La policía y David mirarían a Mafu. ¿La policía? Dudosa.

¿David? "Soy tu padre. ¿Quieres hacerme esto? ¿Después de todo lo que he hecho por ti? Lo resolveremos en la casa. Si te portas bien, te compraré más de esos materiales de arte que te gustan tanto" Parecía decirle todo eso con una sola mirada. Era verdad. Si le compraría materiales más tarde.
La policía le preguntaría "¿Es eso verdad?" Y mafumafu siempre respondería igual. Su padre lo amaba a pesar de todo, y el lo amaba también. "Sí, es verdad. Mi papá nunca me haría daño"
*
*
*
Hola, como están?

Me alegra informarles que la historia está por acabar. Espero tengan una linda semana, gracias por leer! <3

guardaespaldas (soramafu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora