Lluvia

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Soraru mordisqueó nerviosamente la uña de su pulgar, mientras daba vueltas por su reducida habitación. No sabía que hacer al respecto de lo que acababa de suceder. Soraru sabía lo que pasaría si el empezaba a salir con Mafumafu.

 Aparte del pequeño problema personal que tenía, acabaría arruinando su futuro, y haría que el albino sufriera mucho, sobre todo por el desprecio de su padre. Aunque su relación no durara mucho, el prejuicio hacia el seguiría presente. 

Si por Soraru fuera,se marcharía de la ciudad  y no volvería, pero su abuela seguía con el, y ella ya era mayor para moverse tanto.

Por otro lado,era solo un problema amoroso. No merecía la pena cambiar todo su estilo de vida por algo así. Mafumafu no sabía donde vivía, y bastaría  con evitarlo para que poco a poco lo olvidara.

Trato de olvidar todo esto y salió a la sala. Oyó los ruidos del televisor encendido y pasó de largo hasta la cocina, con la intención de servirse un poco de agua. En ese momento se le ocurrió que seguramente su abuela tendría hambre.

--- ¡Abuela! ¿Qué quieres comer?--- Silencio.---- ¿Abuela? --- Soraru se acercó nuevamente al sitio donde su abuela veía la televisión,pensando que seguramente no lo escuchaba por su sordera. 

Al acercarse un poco más, se percató de que la televisión estaba transmitiendo las noticias. Esto le hizo fruncir el ceño,ya que su Abuela odiaba ver las noticias "Los seres humanos seguirán fastidiando a otros seres humanos y seguirán sin dejar vivir en paz a cualquier cosa que no sean ellos mismos" Ella solía sentenciar "Eso ha sido desde que soy joven, que ya sabes tu que no es muy reciente,y seguirá siendo incluso más adelante que cuando tu envejezcas, así que no hay nada nuevo que ver en esas noticias".

Se acercó a un lado del sillón en donde la anciana mujer estaba sentada y se asomó por un costado, sonriendo.  Hoy no había tenido un buen día,pero ver y hablar con su abuela siempre lo ponía de buenas.

Su abuela,anteriormente una mujer cariñosa pero enérgica, a pesar de su incapacidad auditiva, estaba acurrucada en el sillón frente al televisor. Habría ofrecido la cálida y clásica imagen de la abuela que teje al tiempo que ve su programa favorito, de no ser por por los ojos vidriosos que reflejaban como un par de espejos las imágenes de la televisión, todo el tiempo,sin siquiera parpadear. De no ser por  que las agujas con las que tejía se hallaban inmóviles,atoradas en unas manos palidas y arrugadas,que habían sostenido las manos de Soraru en más de una ocasión. 

Soraru se asustó y se apresuró a tomar aquellas manos antes tibias,que lo habían consolado y que habían curado sus heridas cuando era más pequeño, Las manos estaban heladas.

--- ¡NO! abuela,no ahora...no me dejes...¡ABUELA! --- siguió sosteniendo aquellas heladas manos,todo su cuerpo temblaba mientras las frotaba desesperadamente, como esperando que recobraran su calidez habitual. 

Los sollozos resonaban por todo el pequeño departamento que tanto tiempo había compartido con esa necia y dulce anciana. 


--- ¿Soraru? --- La voz de Uratanuki se oyó desde fuera --- ¿Todo bien? 


Soraru no se molestó en responder, ni siquiera podía hacerlo bien a causa de los sollozos y las lagrimas que le daban un gusto salado a todo lo que estaba sucediendo.

Tres pares de pasos se acercaron apresuradamente hacia el. Eran Urata y sus padres.

--- ¡Oh dios mio! --- La madre de Urata ahogó un grito.

--- Lo siento muchísimo Soraru --- Dijo Uratanuki por lo bajo.

Pero Soraru no podía parar de llorar

***

La lluvia repiqueteaba y hacia eco en el techo de la enorme habitación de Mafumafu. Al albino este sonido le resultaba extrañamente relajante, y ver las gotas de agua deslizarse por la ventana,mientras provocaba  sombras y efectos de luz, hacia que lo fuera aun más.

Se acostó en su enorme cama,la cual de pronto sentía demasiado vacía y nada acogedora. El dibujo de Soraru parecía mirarlo con melancolía, y las sombras de la lluvia proyectaban lagrimas en sus mejillas. La sonrisa plasmada no se veía tan brillante.

De pronto Mafumafu sintió como algo se deslizaba por su rostro, y al palparlo con la mano sintió una ligera humedad. Eran lagrimas silenciosas.

El retrato de Soraru seguía mirándolo con tristeza.

"Soraru..." Mafumafu recuerda haber pensado a punto de caer dormido " ¿Cómo te encuentras? acaso...¿Estás triste?"  El albino cerró los ojos y empezó a respirar profundamente y con regularidad.

"Soraru,no llores".

***

Reol estaba teniendo problemas para dormir. Estaba preocupada por Mafumafu y Soraru, aunque sabía que todo lo que les estaba pasando era algo que ellos mismos debían resolver, y en lo que ella no debía meterse. 

Se rindió en su intento de conciliar el sueño y se acercó a la ventana. Las gotas de lluvia resbalaban por el vidrio, y las nubes eran densas.  A pesar de esto,detrás de una nube, se lograba atisbar el brillo de la luna creciente. 

Reol miró como hipnotizada la lluvia caer,y tras unos momentos,se quedó dormida. Al pie de la ventana no había mantas, y Reol no había vuelto a la cama,pero extrañamente no tuvo frio en toda la noche.

La lluvia cayó en toda la ciudad,sobre jardines y sobre calles de asfalto,dejando a su paso la tranquila melancolía que suele traer consigo.

***

Feliz cuarentena :D

He cumplido con la actualización,nos vemos el año que viene xd. Bueno no. 

Seguramente pensaran que este capitulo fue puro relleno del raro,excepto por la abuelita del sorarun :( ,pero en realidad tenía que hacerlo por qué después se viene más drama. Di algunas pistas,alguien imagina lo que va a pasar? 

Trataré  de subir otro capítulo la semana que viene,si, ya sé que siempre digo lo mismo.

En fin,que muchas gracias por el 1k de leidas, es genial que haya gente que lee esta historia.

Lavense las manos y cuidense uwu

guardaespaldas (soramafu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora