Niñera Mate 👶🏻❤️🐺

Capitulo 4

— Soy Morgan señora Clark, Cara se despertó y grito mi nombre subí de inmediato, cuando abrí su puerta ella parecía vigilar toda la habitación, ella mencionó que olía feo y que alguien había querido llevársela pero los de seguridad dicen que no vieron nada— le explico tranquilamente para no alterarla.

— Vamos para haya, despierta a todos mis hijos y mantenlos en la sala, diles a los de seguridad que dejen a Massimo con ustedes y llámale a tu amigo Joshua—

— Él ya esta aquí señora y de inmediato cumplo con lo demás— colgué y corrí a despertar a los niños, les dije que bajaran a ver una película en la sala que Cara los necesitaba e inmediatamente se levantaron.

También les dije a los de seguridad lo que me había dicho la señora Clark, me entregaron a Massimo y le dijeron algo en Italiano que la verdad no entendí, Massimo apenas entro subió a las habitaciones, yo lo deje y me quede con los niños en la sala.

Atho abrazaba a Cara que se había quedado dormida, Massimo empezó a ladrar en el piso de arriba, iba a ir yo pero Joshua se levanto, por un momento vi un destello ámbar en sus ojos pero como corrió arriba no supe si solo fue mi imaginación.

Los niños estaban tensos, yo no entendía nada, escuche que algo se rompía en el piso de arriba, no podía ir ya que dejaría a los niños solos, los de seguridad entraron, unos subieron corriendo y unos se quedaron con nosotros, pero nos dijeron que estaríamos mas seguros en la bodega yo no sabía que era eso pero nos llevaron a una especie de bunquer subterráneo que estaba dentro de la oficina del señor Clark.

— ¿Que diablos esta pasando?— me pregunte en voz alta.

— Los palidos quieren llevarnos para hacer que nuestro tío Derian venga a buscarnos y poder matarlo— dice Carlo.

— Cállate ella no sabe nada de esto— Atho le tapa la boca.

— ¿Los pálidos son un grupo de sicarios o secuestradores?— presente confundida.

— Será mejor que no te enteres— Atho estaba muy serio, creo que paso media hora cuando por fin nos abrieron y era nada mas ni nada menos que el señor Clark, los niños subieron primero y luego yo.

Al salir a la sala todo parecía normal, Massimo aun parecía alerta yo corrí a la parte de arriba ahora que los niños están con sus padres puedo subir a ver como esta Joshua.

Lo encontré en el cuarto de Cara, los de seguridad lo ayudaron a levantarse, estaba lleno de sangre y parecía bastante herido.

— Debemos llamar a una ambulancia— iba a sacar mi celular pero una mano suave con las uñas bien arregladas me lo impidió, la señora Clark.

— No te preocupes por él estará bien, los de seguridad lo curarán— negué.

— Pe...pero debemos llamar a una ambulancia y a sus padres— es la primera vez que me pongo así pero también es la primera vez que veo a mi amigo gravemente herido.

— Morgan mírame— lo hice — Él va a estar bien, ven debemos hablar— mire a Joshua no quería dejarlo pero los de seguridad se lo llevaron, suspire y seguí a la señora Clark, llegamos al despacho, me pidió sentarme, ella se sentó frente a mi — Morgan hoy intentaron secuestrar a mis hijos y todo para hacer daño a mi hermano mayor—

— ¿Quien intentó secuestrarlos? Carlo dijo algo sobre los pálidos ¿quienes son los pálidos?— ella me miro sorprendida.

— E...es una mafia que está surgiendo, se hacen llamar los pálidos ya que ellos son pálidos y quieren secuestrar a mi hijos para hacer a mi hermano venir y vendrá mañana mismo, él ya fue informado de esto— me informó de manera nerviosa.

— Disculpe que me meta pero ¿que quieren de su hermano?— se mordió el labio nerviosa, supongo por la situación.

— Eso es demasiado personal, no puedo hablar de eso contigo pero te pido que no te vayas ahora que paso esto, mis hijos te necesitan mas que nunca—

— Entiendo, no se preocupe no me iré a ningún lado por ahora— le sonreí para calmarla y ella igual me sonrió.

— Mi hermano se quedara aquí ya que su casa esta en remodelación— asentí y me levante.

— ¿Puedo ir a ver a mi amigo?— negó.

— Mi esposo y yo necesitamos volver a la empresa, necesito que tu te quedes con los niños y no los dejes salir por nada al patio— asentí, salimos del despacho, los señores se fueron y los niños se pusieron a dibujar sus cuadernos sentados en el comedor.

— Que intenso estuvo eso— brinqué en mi lugar, al escuchar a Marta.

— Me asustaste— nos reímos.

— Marta, mañana llegara el señor Pierce, organiza y limpia su habitación— Marta sonrió.

— Con gusto, iré en un momento— Fernanda asintió y se fue a la cocina a hacer la comida — Mañana veras que pedazo de hombre es el señor Pierce, ufff lo extraño o mas bien a la magia que hace con mi cuerpo— sonrió.

— Entonces prometo no meterme con él— ella me sonrió y se fue.

— ¿Es cierto que mañana viene mi tito Derian?— Cara brincaba en su lugar de pura felicidad.

— Si eso creo— sonreí y pase todo el día dentro de la casa jugando con los niños solo nos detuvimos para comer y cenar.

Cuando acoste a los niños llegaron los señores Clark, subieron a darles su beso de buenas noches y yo me fui a mi habitación.

Al llegar a mi habitación me acoste en mi cama totalmente agotada, ni siquiera me cambie me dormí así tal y como estaba vestida solo me quite las zapatillas.

Al día siguiente me desperté temprano y me metí a bañar, después de bañarme fui a mi armario para elegir mi ropa de hoy.

Me hice una media coleta, subí a despertar a los niños, por último desperté a Cara, la deje que se bañara y se cambiara, al bajar a la cocina descubrí a la señora Fernanda que iba de un lado para otro como loca.

— ¿Necesitas ayuda?— ella me miro y asintió.

— Me falta hacer el postre y no se me ocurre que diablos podría hacer— sonreí.

— Los postres son justo mi especialidad y ya tengo uno en mente— me puse un delantal que había colgado cerca de la entrada de la cocina, saque todos los ingredientes para hacer un pastel de queso y chocolate.

Una hora mas tarde, Fernanda ya les había dado de desayunar a los niños mientras yo seguía con el pastel que cuando estuvo listo lo deje en la isla de la cocina.

— Huele delicioso— miro el pastel, vi sus intenciones de probarlo con el dedo así que solo le di un manotazo.

— Es para los niños, sus padres y el señor Pierce— ella rodó los ojos y se puso a lavar los trastes, me quite el delantal y fui a ver a los niños, hoy los mellizos tenían clase de Karate, Atho tenía clase de arte, Carlo clase de piano y Cara tenía clases de ballet.

— Ya estamos listos Morgan— asentí y tome mi bolso para irnos, los niños tomaron sus cosas y salimos de la casa.