Capitulo 28

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Narrador:
Después de hablar con Lucifer, Aramis espero hasta que Derian y Morgan se fueran a dormir, pero lo que ni el rey del infierno ni el demonio sabían era que la Diosa Luna estaba en la habitación de los mates advirtiéndoles de los planes que tenía el rey del infierno, para que sus enemigos no sospecharan nada la Diosa Luna dejaría que se llevaran a Morgan al infierno aun que nunca corromperían su alma.

El plan de la Diosa era que Morgan fingiera, su amado no correría peligro alguno ya que en su lugar pondrían el alma de un vampiro que se había ofrecido a ayudarla, harían pasar al alma de ese vampiro por Derian al igual que su cuerpo.

Morgan estaba nerviosa por que no sabía si podría fingir o si el rey del infierno lograría corromper su alma pero la Diosa la calmó diciendo que mientras Derian aun viviera su alma no podría ser corrompida y que solo necesitaban tiempo para que la Diosa y Derian unieran a las manadas, para ir a rescatarla al infierno y acabar con los vampiros demonios.

— No quiero irme de tu lado— le dijo a modos de despedida.

— Hey tranquila después de que te rescate prometo que me pegaré a ti como chicle— ella dio una media sonrisa, se despidieron con un tierno y profundo beso, la Diosa había prometido a Derian que Lucifer no la lastimaría y tampoco la tocaría de forma sexual.

Derian se fue con la Diosa después de terminar su beso con Morgan la Diosa no había dejado rastro de su presencia, el olor del vampiro en la cama era igual al de Derian, físicamente eran como dos gotas de agua pero Morgan no tenía sentimiento alguno por el, se acosto apenas tocándolo y no tardo en caer en un profundo sueño.

Aramis apareció en la habitación del Alfa y la Luna, dispuesto a matar al Alfa no se percató de que algo había cambiado, se acerco a la cama con sigilo, tomo el cuchillo de su chamarra y lentamente lo acerco al cuello de Derian sin dudar lo clavo en la yugular Morgan se removió fingiendo dolor pero Aramis lo vio tan real que temió, escucho el aullar de los lobos de la manada sin dudas habían sentido la muerte de su Alfa.

Aramis tomo las evidencias necesarias con su celular para enviarlas al líder de los vampiros demonios aun que tuvo que alterar las fotografías con magia demonica para que se viera que también la Luna de la manada estaba muerta, apareció la demonio que se hacía pasar por la bruja Aramis nunca supo su nombre pues ella preferiría no decírselo a nadie, tomo a Morgan en sus brazos.

Aramis por un momento pensó en ayudarle pero ella desapareció sin dirigirle mas que una fría y malévola mirada había olvidado lo fuertes que son las demonesas se había acostumbrado a ver como Derian ayudaba a su Luna aun que ella fuera fuerte, un acto caballeroso nunca esta demás solía decir pero las demonesas preferirían que los demonios se guardaran su caballerosidad por que las hacían sentir débiles.

Aramis abandonó la manada y regresó a su hogar en el infierno, fue al castillo de Lucifer a pedir que liberaran a su destinada, al llegar al castillo Lucifer cargaba en sus brazos a Morgan, la veía con fascinación y lujuria pero sabía que no debía tocarla hasta que se convirtiera en lo que él deseaba, una demonia loba que lo ayudaría con su venganza que ha planeado por años.

— Mi señor vengo por mi destinada— Aramis aun no sabía el nombre de su destinada pues en el mismo momento que la encontró lo enviaron a la misión ya hacia 6 años de eso, Lucifer pareció molestarse por que lo encontraran en esa situación.

— Tu compañera no será liberada aun Aramis, no cumpliste tu misión solo una parte y por eso se quedara mas tiempo en las celdas del castillo— Aramis sentía que lo habían engañado.

— Pero mi señor— Lucifer dejó delicadamente en el suelo al cuerpo de Morgan y se acercó peligrosamente a Aramis.

— Sin peros Aramis o te encerrare a ti también— Aramis suspiro y asintió, se fue dejando a su rey en su castillo.

Lucifer llevo a Morgan a su habitación, la torturaría haciéndola ver como torturaba a la alma de su mate que tuvo que arrancar de los brazos del ángel de la muerte que quería llevarlo con la Diosa Luna.

Morgan era hermosa y era suya su alma para corromperla, eso era lo que a él le atraía de ella, las demonesas son malas desde el vientre de sus madres pero a ella la volvería un alma impura una licantropa impura.

Su corazón se iría llenando de maldad y odio por ver el alma de su compañero ser torturada por el rey del infierno no le importaba que lo odiara para él eso era amor.

Su destinada había sido asesinada por los dioses al ser una demonesa tan poderosa que nadie podía controlar, él dijo a los dioses que pagarían con la sangre de sus hijos y en su venganza le juro a la Diosa Luna que sería una de sus hijas quien lo ayudaría a destruir a las especies sobrenaturales.

Eran muchos los motivos por lo que quería a Morgan y ella lo ayudaría para desahogar ese odio que sentía por el rey del infierno ya lo veía venir, tal vez le lleve meses e incluso años corromper el alma de Morgan pero al final valdría la pena la espera, Morgan empezó a moverse Lucifer sabía que estaba por despertar así que se ocultó en las sombras de su habitación para observar a la loba de cerca.

Ella despertó gritando y llorando, era normal ya que no había podido hacerlo tras la muerte de su mate, busco a su amado o su cuerpo pero ni siquiera reconoció la habitación en la que estaba, además tenía demasiado miedo, Morgan grito el nombre de Derian pero nunca apareció, Lucifer se alegro por su sufrimiento, era mas hermosa cuando lloraba y gritaba.

Decidió salir de su escondite asustado a Morgan, Lucifer le dio una sonrisa macabra, Morgan pensó que tenía una mirada muy fea como las de los asesinos seriales que veía en televisión cuando en la preparatoria le interesaba la psicologia criminal.

— Hola—

— ¿Donde estoy? ¿donde esta el cuerpo de Derian? ¿quien eres tu?— pregunto de forma rápida pues estaba muy asustada.

— Pues verás estas en el infierno y no estas muerta, tu mate por otro lado si lo esta como ya bien sabes su cuerpo se quedo en su manada, pero su alma esta en las celdas de mi castillo en este momento y yo soy Lucifer rey del infierno— el rey del infierno le respondió tranquilamente.

Morgan no pudo decir nada, solo sollozo, mientras tanto en otro lugar Derian sentía la tristeza de su Luna, ella se debilitaría por estar separada de él pero era necesario convencer a las manadas para que lo ayudaran.

Debían acabar con los demonios vampiros la Diosa Luna le contó a Derian por que Lucifer quería convertir a su amada en una loba demonio, su manada sabía que realmente no había muerto pero debían fingir por que no sabían si los demonios los estarían vigilando o no.

Niñera Mate 👶🏻❤️🐺Donde viven las historias. Descúbrelo ahora