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Nuevo día, nuevos problemas y está vez acompañados de un gruñón lobo cenizo.

Se supone que ese día iba a ayudar nuevamente a los Omegas, en cambio Mitsuki prefirió que preparara su nido ya que su celo se estaba acercando cada vez más, el problema es que no ha hecho algo así desde que era un niño.

Por eso mismo tenía al hijo de aquella mujer con él, el cual le ayudaba a llevar varios tipos de pieles y mantas suaves para crear el nido. Aunque parece que ver la condición en la que se encontraba su hogar le hizo pensar en algo completamente diferente. Lo noto al ver su cara de horror mientras miraba de arriba-abajo la cabaña.

–Me rehusó a que sigas durmiendo en esta pocilga.–

Lo escucho hablar soltando un gruñido mientras su seño se fruncía más de lo normal, ¿En tan mal estado se encontraba la cabaña? Realmente a él le daba igual, no entiende porque el lobo hacía tanto drama.

–Volveremos a la manada.– dijo, y sin siquiera dejarle protestar ya se lo estaba llevando de allí.

No peleó, no tenía muchos ánimos de discutir con ese Alfa gruñón. Además tenía el presentimiento de que si se negaba iba a tener a una manada de lobos aquí en la cabaña para llevárselo de allí, mejor se ahorraba problemas.

–No entiendo porqué es tan necesario esto, solo es un celo.– dijo cansado, a pesar de que su Omega estuviera más que contento de recibir todo tipo de atención y cuidados.

–Eres un Omega.–

–Lo se, me lo dijeron cuando nací.–

–Si que eres imbécil, al ser un Omega debes ser tratado como tal y dormir en este intento de cabaña, peor aún ¡Pensar en pasar el jodido celo aquí! Joder, ¿Cómo mierda le hacías para vivir? Esta del asco.– lo escucho gruñir.

Shoto no lo entendía, pero el Alfa de Katsuki estaba más que molesto por dejar a un Omega vivir en tales condiciones. Y no dejaba de reclamarle el como dejo que esto sucediera, solo ocasionando que el lobo estuviera más gruñón que de costumbre, soltando más de una vez gruñidos tras otro.

–He pasado el celo en peores condiciones, no entiendo porque tanto drama.–

–¡¿Cómo que en peores condiciones?!–

¿Otra vez abrió la boca, verdad?

Ahora, estando sentado en medio de varias mantas mientras que el cenizo veía la mejor forma de hacerle un nido, comenzó a cuestionarse porque tiene que decir lo primero que su mente le decía

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Ahora, estando sentado en medio de varias mantas mientras que el cenizo veía la mejor forma de hacerle un nido, comenzó a cuestionarse porque tiene que decir lo primero que su mente le decía.

–¿Por qué haces esto? Es solo un nido.– preguntó sin entender.

Ambos estaban en la casa de Bakugo, donde el olor a caramelo del Alfa era más fuerte, y por alguna razón a su Omega le encantaba. Era la primera vez que sentía la necesidad de acurrucarse entre las miles de mantas pero el lobo no acababa más, y ya le estaba molestando. ¡Era solo un nido! No debería ser tan difícil ¿Verdad?

Cuidando del Omega; bktdDonde viven las historias. Descúbrelo ahora