22. ESTA ME LA PAGAS.

328 24 0
                                    

*Capítulo editado con nueva parte agregada*

MATEO.

No solía ser violento, pero en esta situación lo ameritaba ser. No iba a permitir que el idiota de Andy siga molestando a mi amiga. Ese día que pasé la tarde en su casa, pude notar una leve pisca de miedo y eso ya no me gustó.

Tenía miedo de que le pasara algo y por eso mismo fui a buscar a Jackson, no era de mi total agrado, pero debía admitir que había visto en los ojos de mi amiga que en verdad lo quería y en los ojos del pelinegro vi lo mismo. Se me hizo gracioso que se sintiera celoso de Darío, cuando el único que llamaba su atención era él.

Cuando llegamos al club, visualizamos rápidamente a Andy y no pude evitar llegar rápidamente para golpearlo, no se defendió y eso me hizo enojar. Lo único que pensaba era "esta me la pagas, Andy". Jackson intentó golpearlo cuando escuchó lo que el idiota le había hecho, pero lo detuve. Pensamos que ibamos a salir limpios de ahí, pero así no fue. Aparecieron los amigos de Andy y solo nos quedó pelear. Contra mí se vino solo uno y contra Jackson dos.

No tuvo problema al inicio, pero luego Andy le dio una patada en la espalda que lo tiró y lo dejó sin aire, mientras iba hacia ellos, los tres aprovecharon en seguir golpeándolo y cuando lo intenté ayudar, los guardas aparecieron y los tres cobardes se fueron corriendo.

—Déjame ayudarte. —hizo un esfuerzo y yo con cuidado lo levanté.

—Creo que tengo dos costillas rotas —murmuró y sentí pena por él, tenía la cara muy golpeada y ni quería saber cómo estaría su abdomen.

Los guardias llegaron hacia nosotros y preguntaron qué pasó, le explicamos lo sucedido obviando la parte que nosotros habíamos empezado. Nos dijeron que no se repitiera y nosotros solo asentimos. Se ofrecieron a llevar a Jackson a la enfermería, pero el pelinegro se negó.

Lo ayudé a caminar hasta que llegamos al auto y lo dejé en el asiento de copiloto. Puso una cara de alivio cuando su cuerpo se recostó sobre el asiento, pero de vez en cuando hacía muecas. Rápidamente me subí al auto y lo puse en marcha hacia su casa.

—Creo que al final si necesitaré un hospital, apenas puedo respirar.

—Ya mismo llegamos a tu casa, no hables —dije algo preocupado, Ayla se molestaría si se entera que acabó golpeado por mi culpa.

—No le debemos decir nada de esto a Foley —murmuró con la voz entrecortada por el dolor —. No debe verme golpeado y mucho menos enterarse que vimos a Andy, por nada del mundo.

—Yo no pensaba decirle nada —confesé y él medio sonrió —. Este día nunca pasó y tú me sigues cayendo igual de mal, Becker.

—Y tú me pareces un aburrido, Collins.

No dijimos nada más y yo me apresuré en llegar a su casa. Una vez frente a la casa de los Becker, toqué y Stefanny nos abrió. Nos miró con los ojos muy abiertos y más cuando vio a Jackson.

—Pero que mierda te pasó, Jackson —murmuró sorprendida y preocupada —. Te dije que no te metieras en problemas.

—Solo ayúdame, luego me regañas.

La chica me ayudó a ingresarlo y lo dejamos en el sofá, al parecer solo esta ella y Liam. Pues su hermana y su madre no se veían por ningún lado, cosa que agradecí.

—¡Liam, tráeme el botiquín y una tina de agua! —la rulosa gritó y el mencionado trago lo que le pidió aún sin entender nada, pues no había salido de la cocina desde que llegamos.

—¿Para qué quieres esto?... —se calló cuando vio la escena —. Pero... ¿Qué te pasó?, te ves fatal, hermano.

La chica de rulos se acercó a Liam y le dio un golpe en la cabeza para luego quitarle el botiquín y regresar hacia Jackson.

Destino, Caminos Encontrados [Completa✔️]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora