Destino, Caminos Encontrados [Completa✔️]

19. LA EXPLICACIÓN.

[Maratón 2/3]

JACKSON.

Ella me queda mirando, en la espera de una respuesta, se ve muy hermosa con ese vestido que hace juego con sus ojos. Ojos que me volvían loco y que me gustaban desde que estaba pequeña.

—Si te decía la verdad estoy seguro de que no ibas a aceptar. —le respondo tranquilo.

Sé que no está molesta por la gran sonrisa que tiene en la cara, sonrisa que yo he causado y eso hace que mi corazón se infle de felicidad por ser el causante de esa bella sonrisa.

—Lamento la pequeña mentira, pero era la única manera que aceptaras —le aclaro acercándome a ella para susurrar —. No arruinemos el momento y vayamos a sentarnos para poder observar el hermoso atardecer, como los viejos tiempos.

Ella asiente y juntos caminamos hacia donde está el toldo blanco, al inicio tenía pensado llevarla al cine o a un restaurante, pero creo que eso es muy común y yo quería sorprenderla. La conozco muy bien porque desde pequeña a odiado lo común. Así que mejor idea que hacerlo con algo que a ella le encantaba.

El día de ayer me la pasé con Liam y Keyla planeando todo, pues quería hacer algo. Después de lo ocurrido el viernes con el gilipollas de Darío, necesitaba un momento de tranquilidad. Ayla era experta en darme eso con una sola mirada. Darío me había sacado de mis casillas con lo que dijo mejor ni lo recordaba y me centraba en la chica castaña de mi adelante. Ahora mismo, lo único que quería era pasar un momento agradable con Ayla.

Liam me recomendó llevarla a un parque de diversiones, pero en la conversación a Keyla se le salió decir que Ayla le gusta mucho la playa y eso lo recordaba perfectamente, así que se me ocurrió la idea y aquí estamos. Ya sabía desde antes que la playa y el atardecer eran una de sus cosas favoritas, solo quería confirmar que lo seguían siendo.

—Está muy bonito todo, Becker —dice ella tomando asiento —. Gracias.

Su voz es suave y melodiosa para mis oídos, me encantaba como mi nombre se escuchaba cuando salían de sus labios. Se ve hermosa, siempre lo ha sido y aunque ya no era la misma niña que conocí, seguía gustándome mucho.

—No tienes que agradecer nada —le digo con tranquilidad —. Ya te he dicho que te quiero conquistar.

—Jackson..., yo... —me trata de decir y yo la interrumpo.

—Comprendo, acabas de terminar una relación y no quieres estar con nadie por miedo a lastimar a Darío, pero eso no significa que yo dejaré de tener estos detalles contigo —le aclaro con la mirada fija en ella —. Solo hay que disfrutar esta tarde-noche, hay cosas que te quiero explicar.

Me frustra que ella tenga un concepto bueno sobre Darío o que no lo quiera lastimar, pero si ella hubiera escuchado lo mismo que yo. Estoy seguro de que no pensaría igual.

Pero hoy no estamos para hablar de él, sino para que pueda decirle la verdad de lo que pasó hace años, el porque me fui. Le di varias vueltas al tema y decidí que le iba a decir la verdad. Liam también me aconsejó que lo hiciera y eso haré hoy.

Destapo la comida que había preparado Stefanny hace unas horas. Liam y Keyla fueron los que trajeron todo ya que a mí no me daba tiempo. Le alcanzo su plato a Ayla y yo me quedo con el mío.

—Cómo supiste que me gustaban las fresas —pregunta curiosa —. Recuerdo que me empezaron a gustar a los doce años, y tú para esa época ya no estabas.

—Keyla me lo dijo. —respondí sinceramente pues ella había sido la que me lo contó.

Comenzamos a comer en silencio, pero uno tranquilo, para nada incómodo. Ella me sonreía nerviosa de vez en cuando y eso se me hacía tierna.