Llegando al castillo, Marco y Alicia hablaban animadamente. El joven de pecas le contó sobre sus amigos a la muchacha, así captando toda su atención.-Es muy lindo saber que tienes muchos amigos- alagó Alicia.- Yo solo he tenido tres amigos de verdad, y dos de ellos son Lidia y tú- rió suavemente Alicia.
-Entonces puedo presentarte a mis amigos alguna vez- Alicia asintió.
-Pronto será mi cumpleaños, se dice que Lidia planea un banquete para celebrarlo- los ojos de Marco brillaron.
-Es muy especial su cumpleaños número dieciséis, eres la reina-.
-No- susurró Alicia.- Vendrán personas importantes con sus primogénitos, habrán propuestas de matrimonio- habló desanimada la joven de ojos zafiro.
-¿Qué?, entonces... ¿debes casarte pronto?- Alicia asintió con un aura triste.
-Se supone debe ser alguien con influencia en las murallas- Marco asintió.
Continuaron su camino en silencio hasta llegar al establo, dónde dejaron descansar a los animales. Alicia le dió de comer a Bayard mientras Marco luchaba con Jessy para dejarse cepillar.
Pasaron los minutos y el atardecer cayó, dando inicio a la fría y tranquila noche. Ambos jóvenes seguían charlando, de su infancia y la mayor parte de la plática fue sobre Marco y su vida en su pueblo.
Salieron en dirección al castillo para entrar y comer algo, así pidiendo un poco de fruta para cenar algo ligero. Alicia compartió el tazón de fruta que le entregaron, así rogando a Marco aceptar un poco.
-No creo que sea debido aceptarlo, es tuyo- rechazó el joven de pecas.
-Vamos Marco, somos amigos, toma un poco de fruta- le sonrio Alicia.
Cenaron en la comodidad del castillo, así disfrutando fruta fresca y un ambiente cálido y agradable entre ambos jóvenes.
Al terminar de comer lo del tazón, Marco llevó a Alicia hasta su habitación y se despidió para irse a la que le habían asignado, algo cerca de ahí.
Lidia entraba por la puerta trasera de la. cocina, intentando no hacer ruido a tal hora de madrugada, intentando ser sigilosa y rápida.
En un mal movimiento, perdió el equilibrio y algunas cosas de la cocina cayeron, algunas de metálicas, logrando hacer un gran estruendo en todo el lugar.
Marco, quién no conciliaba el sueño, salió disparado de su habitación hasta la cocina, llegando en algunos minutos. Se fijó por todos lados en busca de alguna amenaza, algunos soldados más se le sumaron.
Lidia salió de su escondite al ver a Marco, sin duda alguna, si otros la encontraban, la matarían, no era la primera vez que eso pasaba y no lo volverían a perdonar. con mucha confusión, Marco protegió a Lidia de los demás, quienes se quejaban por el ruido y las vecea que llegaba tarde.
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Escolta real. [Marco Bodt] (Pausada hasta nuevo aviso)
أدب الهواةLa heredera de las tres murallas dónde solía haber paz, Alicia Reiss. La nueva situación con la destrucción de la muralla María dejó a Alicia contra la pared, necesitando escolta personal. ×No copias ni adaptaciones. ×Idea propia. ×Los personajes...