Escolta real. [Marco Bodt] (Pausada hasta nuevo aviso)

Cap. 4; Cabalgar.

–Disculpe mi indiscreción, señorita Lidia– habló Marco mientras se sentaba con ambas chicas en una gran mesa, era la hora de comer.– Su personalidad es muy agradable, aunque su aspecto físico parece... mayor–.

Alicia estalló en risas mientras el rostro de Lidia se tornó rojo, mostrándose avergonzada por aquella declaración. La risa de Alicia llegó a contagiarla, Marco nuevamente se vió extrañado, no pensó que tal persona importante se comportara así, la imaginó seria.

–Sí, soy algo mayor– Lidia dejó de reír lentamente–. Soy algo como la nana de esta mocosa, estoy con ella desde que tiene memoria–.

–Marco, Lidia es mi figura materna– sonrió Alicia mientras comía un pedazo de pasta.

Asintiendo con una ligera sonrisa, Marco guardó silencio, disfrutando una deliciosa comida que hacía tiempo no disfrutaba.

–Marco, cuéntanos, ¿qué tal el reclutamiento?, Erwin me comentó que eres de los diez mejores– sonrió Lidia jugando un poco con su tenedor.

–Así de tiempo pasarán juntos...– susurró Alicia con gracia mientras bebía un poco de agua.

–¿Quieres callarte y dejar hablar a Marco?– regañó Lidia.

–En realidad Shadis fue algo duro al inicio, dió algo de miedo– jugó un poco con su tenedor–. Aunque mi amigo Jean y yo nos esforzamos para ser de los mejores, no fui el número uno pero enserio es un honor trabajar para la reina– Marco sonrió sinceramente mirando a ambas mujeres frente él.

Su sonrisa se desvaneció y su rostro cambió a confusión al ver a ambas féminas con los ojos cristalinos, Lidia fingió quitarse lágrimas.

–Es un honor para mí tener a una escolta que se esforzará, gracias Marco– agradeció Alicia mientras asentía.

Al terminar de comer, se disculpo cuando lo buscaron para dar inicio a su entrenamiento, llevándolo a un patio del castillo con diversos obstáculos. Vió un gran establo y se dirigió ahí con el instructor.

–Mi nombre es Bradley Fox, por órdenes del comandante de la Legión, Erwin Smith, seré tu instructor para tu entrenamiento especial de escolta real– en ningún momento el hombre de cabello castaño le dirigió la mirada a Marco. Entraron al establo y caminaron dónde los caballos.– Esta es Jessy, como los demás ha sido entrenada, fue el puesto número dos en su entrenamiento– Informó Bradley.

–¿Y cuál es el número uno, señor Fox?– la curiosidad ganó sobre Marco.

–Nuestro número uno, Bayard, tanto su jinete como él mantienen un lazo muy fuerte, no obedece a nadie que no sea la reina Alicia– habló con algo de celo el robusto hombre–. Como sea, te espero afuera, trae a Jessy contigo, hoy comenzaremos con el lazo del caballo–.