Capítulo 15: El hombre...

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En el paraíso

Llanto, sangre y más sangre se presenciaba por toda la celda mientras los "superiores" golpeaban y masacran a su antojo a los verdaderos superiores, estos últimos llevaban casi dos siglos encerrados y ya empezaban a darse por vencidos y a perder la fe de que alguien los salvaría algún día.

Todo empezó desde aquel día cuando la superior Emil es decir la mamá de Jimin le dio a la luz, como el paraíso estaba en caos, los ángeles oscuros aprovecharon la situación y se infiltraron, al estar allí, su plan inicial era seguir las ordenes del señor "tenebroso" y robar al recién nacido, no obstante, no pudieron llevar a cabo con éxito su plan ya que el bebé tenia una especie de poder único e importante, tanto así, que solo una parte de lo que podía hacer el ángel era devolver o acelerar el tiempo, además, dicho poder se encargaba de poner una barrera de protección y ningún ser de la oscuridad se podía acerca a él.

El poder del pequeño jimin era más que una amenaza para el señor tenebroso y por ende, este empezó a idear algo para que el ángel no conociera nunca todo el poder que tenia, por lo mismo, el mal duró mucho tiempo ingeniándoselas para robar el poder de jimin, sin embargo, no fue hasta cuando este cumplió los 18 años que los ángeles oscuros pudieron llevaron a cabo un malévolo plan y por consiguiente secuestraron a los siete superiores y plagiaron sus identidades para luego tomar el control de todo el paraíso.

Del mismo modo, los "superiores" empezaron a incitar a que más ángeles pecaran enamorándose de sus humanos destinados, puesto que, si el paraíso se quedaba sin ángeles guardianes ellos podrían perfectamente gobernar allí (es decir, que reinará el mal).

Dile a tu señor de las "tinieblas" o como mierda se llame, que jamás dejare que se lleve a mi hijo al inframundo, pueden matarme si es lo que él desea, pero aun así mi alma cuidara siempre a mi hijo, también dile a tu queridísimo señor, que el me pudo engañar a mi pero a minie jamás. decía con repudio la mamá de jimin mientras su boca sangraba.

Sin ninguno darse cuenta, un hombre alto, vestido completamente de negro y con unas enormes alas del mismo color de su ropa, entro en aquella y traumática celda.

¿Me quieres decir algo Emil?, soltó con grandeza el hombre de negro.

mi-mi señor, decían al unísono los ángeles oscuros a su líder mientras se arrodillaban ante él.

puff que gran patraña la tuya ¿no? Erick, ahora eres el gran señor de la tinieblas... decía con molestia Emil para continuar diciendo... Y si, sabes que tengo mucho que decirte desde hace mucho tiempo, te odio, te odio desde lo más profundo de mi corazón y de haber sabido quien eras no me hubiese metido contigo nunca, y escúchame muy bien Erick, jamás dejare que obtengas el poder de mi hijo, ¿me entendiste?, ¡JAMAS!.

Emil mi querida y adorada esposa, querrás decir nuestro hijo cariño, porque quieras o no jimin también es mi hijo y luchare hasta las últimas instancias para obtener su confianza y luego juntos ser los únicos gobernantes tanto aquí como en el inframundo, además, mi hijo ya esta grande para tomar sus propias decisiones y si yo le ofrezco lo que tu jamás le ofreciste aquí en el paraíso, ¿no crees que el dudaría en si irse conmigo o no?, decía con malicia Erick.

jajajaja pero que gracioso estas Erick, ¿quieres que te refresque la memoria?, ¿se te olvida que eso ya lo hiciste hace 200 años?, y... ¿se te olvida que mi hijo te rechazo y por lo mismo tu mataste a su hijo y a el amor de su vida?, jajajjaja sabes... me encantaría que minie recuperara la memoria que tu le borraste, porque si, por tu culpa el perdió la memoria, además, ¿sabes lo que pasaria si minie recupera la memoria verdad?, estarías muerto, ¿escuchaste bien?, MUERTO, gritaba con odio Emil.

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