Capítulo 45: Seremos tíos...

66 7 2
                                    

Dos meses después...

Con ocho meses y medio de embarazo jimin caminaba de un lado a otro desesperado por el dolor de espalda y dolor de caderas, su panza cada vez pesaba más y sentía que podía estallar en cualquier momento.

Jungkook por su parte hacía todo lo posible para calmar a su futuro esposo pero este solo refunfuñaba y se enojaba cuando quería acercarse, últimamente el ángel se irritaba con facilidad en especial cuando el dolor le aumentaba.

Bebé... Amorcito... Ven mi vida te sobó los piecitos cielo... No te enojes conmigo amor, yo sé que te duele y creeme que si fuese posible yo cargaría de ese dolor por ti.... Te amo cielo y quiero verte bien... Decía con sutileza jeon pues de cierta forma temía que su amado se irritara más.

Jimin lo miro por una fracción de segundo sin mostrar alguna expresión, cuando de un momento a otro dibujo una sonrisa juguetona y se acercó a Jungkook dando pequeños saltitos.

¿seguro que estás dispuesto a soportar el dolor por mi?, Interrogó traviesa mente el peli negro.

Si amor, 100% seguro, dijo sin pensarlo dos veces jeon.

Siendo así... Dame tu mano derecha... pidió el ángel.

Jeon siendo sumiso, le dió la mano a el carita de ángel y enseguida este último la tomo entre las suyas y un destello de luz verde se podía apreciar, a jungkook le dió escaramuza y una corriente lo empezó recorrer desde la punta de los dedos de la mano que tenía jimin apresada hasta su hombro, en un principio, se asustó porque jamás había visto a el peli negro utilizar sus poderes a pesar de que sabía que este los poseía, solo era raro e impresionante ver qué su adoración podía hacer aquello.

Durante cinco minutos, la extraña luz alumbraba fuertemente y jimin seguía sosteniendo delicadamente las manos de jeon, este sentía un fuerte dolor de espalda y una punzada en sus caderas como si estás se estuvieran abriendo de par en par, también, un extraño peso se instalo en su estómago y por lo mismo no pudo evitar bajar rápidamente su mirada y mirar su estómago, al verlo plano soltó un suspiro, por poco y pensaba que jimin le había pasado a el bebé también.

El ángel algo más tranquilo se abalanzó sobre jungkook y le dió un casto beso, agradecía que este soportará por un momento el dolor que tanto lo estaba mortificando.

Gracias amor... Realmente me sirvió descansar cinco minutos de este martirio... Se que va a valer la pena una vez tengamos a nuestro bebé en brazos.... Manifestaba amorosamente jimin.

Así es cielo... Valdrá la pena cada segundo... Decía tiernamente jungkook mientras el dolor desaparecía tal como llego, repentinamente.

Como todo un niño chiquito, jimin se acostó en la cama y puso sus piernas sobres las de su amado, últimamente el ángel se había vuelto muy mimado y consentido, también por todo hacia pataleta y se enojaba con facilidad.

Con toda la calma del mundo, jungkook empezó a masajear los pies de jimin mientras hablaban sobre el día del parto, pues este estaba programado para dentro de 20 días y tenían que tener todo listo.

Era inevitable no adorar los pies del ángel, pues estos eran lindos e inspiraban ternura, y Jungkook más que nadie amaba aquellas deditos.

Amor.. debo ir a la oficina un par de horas y estoy de regreso, por favor no te sobre esfuerces minie... Ya sabes que debes guardar reposo... No tienes que preocuparte por nada, ni siquiera por la universidad porque tenemos licencia de paternidad por dos meses... Explicaba tranquilamente jungkook.

Por favor no te demores amor... No te has ido y ya siento que te extraño mucho.... Informaba jimin con un puchero en sus labios.

Bebé, no hagas eso amor... Sabes que no me resisto a esos pucheros tuyos... Te amo... Dijo dulcemente jeon y luego beso los labios que lo volvían loco.

ConstelacionesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora