Hoy era un día como otro cualquiera, me desperté porque me sonó el despertador, tenía clase y como de costumbre desde hacía unos meses no me apetecía ir a clase, la verdad es que me replanteaba hacer que me quedaba dormida pero me daba “miedo” que mi madre se enfadara, desayuné y como de costumbre la casa esta silenciosa porque en mi casa la primera que se levantaba era yo a las 7:30 de la mañana, me tomé mi vaso de leche y me preparé el sándwich para el recreo, fui al baño a lavarme los dientes y la cara, me preparé la mochila porque se me había olvidado preparármela la noche anterior, me vestí y salí de casa para ir al instituto.
De camino a recoger a mi amiga María iba pensando en mis cosas como de costumbre, tardaba de mi casa a casa de María 10 minutos porque ya sabéis que por la mañana todos andamos más despacio y si no pues… seré yo que me da pereza ir al instituto, en cualquier caso suelo tardar 10 minutos en llegar. Cuando llegué al portal de María llame al telefonillo y ella bajó, íbamos hablando de la mierda que era tener que ir al instituto, ella me decía que teníamos que sacarnos bachiller pero la verdad es que cada vez me daba más asco estudiar, me replanteaba muchas veces dejar los estudios, la verdad.
Llegamos al instituto y teníamos matemáticas, pero como de costumbre la profesora llegaba tarde (No hay cosa que más me moleste, llegan tarde y no pasa nada pero llegas tu tarde y te la lían…) llego 15 minutos tarde, entramos a clase y cuando vino pues nos explicó lo que estábamos dando que era una basura como todo, María y yo nos poníamos a hablar en clase y la verdad es que se ve que le caemos bien a la profesora porque no nos regañaba casi nunca, excepto cuando nos entraba la risa que hay que decir que es muy escandalosa la verdad. Después de dar matemáticas nos tocaba inglés, que bueno… era pasable, lo único que no me gustaba es que el profesor nos sacaba a la pizarra y a mí me pone muy nerviosa y se me olvida todo, luego nos tocaba lengua que la verdad es que no es mala esa clase porque no hacemos nada. En el recreo nos juntábamos con nuestras amigas aunque eran de otras clases, la verdad es que en media hora que dura el recreo no te da tiempo a descansar de dar tres horas de clase pero bueno, que se le va a hacer. Luego nos tocaban dos horas de ampliación de inglés seguidas y esas clases están muy bien ya que el profesor es muy majo y a última filosofía que también está bien porque estamos dando lógica y es algo que me gusta.
Llegó la hora de irnos y como de costumbre nos íbamos María y yo solas a casa por eso de que las otras iban a otras clases y encima era invierno y hacía frio como para estar esperando en la puerta, asique nos íbamos solas. En el camino de casa la verdad es que no hablábamos mucho, solemos hablar de lo que nos ha pasado en clase y eso, nada interesante. La dejé en su casa porque me pilla de camino a la mía y me fui con mi musiquita, la verdad es que iba con una canción repitiéndose porque me dio con esa canción (Riptide) llegué a casa, comí y me fui a mi habitación como de costumbre, escuchando música y con el móvil, yo hasta las 5 de la tarde no empezaba a hacer deberes y esas cosas. Tenía que estudiar y a las 8 tenía que ir a baile que era mi ratito en el que me olvidaba de mis problemas y de todo, era como una terapia.
Cuando llegué a casa de baile mi madre me dijo que qué tal la clase y como siempre le dije que bien y me fuí a duchar. Cuando salí de la ducha me bebí un vaso de leche porque mi madre siempre decia que no me fuera sin cenar a la cama y si lo hacía se cabreaba, depués me fui a mi habitacion y me quede dormida viendo la tele porque estaba muy cansada.
ESTÁS LEYENDO
¿Qué más queda esperar?
RomanceHay una clase de problemas que se pueden solucionar, pero hay algunos que no y cuando no sabes como reaccionar... ¿Qué querrás hacer? ¿Cómo lo harás? Supongo que lo que queda es acostumbrarse a las situaciones que la vida te presenta pero no siempre...