Nicotina y otras adicciones (Wolfstar) [Completa]

Baños de chicos y sangre lejos de la cabeza

Remus conoce a Sirius. Conoce a Sirius desde el momento en que le dejó subirse junto a él en el vagón rumbo a Hogwarts por primera vez. Conoce la única manera de calmarle cuando nadie más puede. Conoce la cara que pone cuando se corre. Y conoce el dolor de sus dentelladas cuando le retiene las noches de luna llena.

Por eso cuando Sirius le dice que lo lleva bien. Que deje de atosigarle que está mejor que bien Remus sabe que Sirius está de todo menos bien. Pero no será el quién le contradiga. Le gusta ver cómo mantiene una fachada que ninguno de los dos se cree.

-Ya llevo tres días Remus. Lo que son casi 4. Casi la mitad. Ya está hecho. 

-Me sorprende que hayas aguantado tanto. - aunque en realidad no le sorprende. Lo dice tratando de herir su orgullo. Es el chico que volvió con una costilla rota a un partido de Quidditch. Si él no tiene determinación nadie la tiene.

-Tres días que se sienten como tres años. Ni alcohol, ni tabaco, ni sexo. No sabía que el reto era entrar en una orden religiosa. -le dice a modo de reproche.

-Es para que sea un reto de verdad. No puedes tapar un vicio con otro. No tendría gracia. Es darle intensidad

-Darle intensidad es lo que no me dejas hacer Remus. - le da un pico prolongado y al separarse le muerde el labio. -Yo que pensaba que eras más vicioso que yo.

Y las ganas le nublan la vista y maldice que le sea tan fácil. Y no entiende porque se está haciendo esto. Si el objetivo era molestar a Sirius no hacía falta torturarse en el proceso.

-Me voy a duchar dice- y se quita la camisa-mientras se gira y se la lanza. -y ya que no quieres ayudarme. Tendré que aliviarme solo.

No puede ser. No puede estar pasándole esto.

-Me marcho a la biblioteca con Lily. Te diría que terminaras rápido pero ya sé que lo sueles hacer. - le pasó una única vez en realidad. Pero le gusta recordárselo de vez en cuanto. El pobre estaba desquiciado por las ganas y le encanta avergonzarle al respecto.

La victoria se le congela en los labios cuando Sirius dice:

-No puedes marcharte recuerdas. ¿No estabas aquí para comprobar que no fumo? - y mierda tiene razón no se puede ir.

Se congela en el sitio. No puede ser, se repite para sus adentros

-En seguida salgo. Seguro que mientras esperas piensas en mí

Y aunque no quisiera no podría no hacerlo porque el sonido inunda la habitación y el desgraciado está haciendo más ruido de lo normal apropósito. Remus nota calor. Mucho calor. Nadie podría sentir tanto calor sin fundirse y él se está derritiendo.

Remus no es vengativo. Y en general disfruta de las continuas pullas y los debates dialécticos. Le gusta la forma en la que Sirius flirtea continuamente como si te estuviera desafiando.

Pero cuando le ve salir de la ducha con la toalla atada a la cintura y sonriendo lo tiene claro.

Él también es un merodeador al fin y al cabo y tremenda putada se merece una travesura en respuesta.