Nicotina y otras adicciones (Wolfstar) [Completa]

El pasadizo a Honeydukes

*****Este capítulo empieza desde la perspectiva de Remus y continúa luego desde la de Sirius. Es la única vez que voy a hacer esto. Normalmente siempre es desde la perspectiva de uno de los dos todo el capítulo. Se que actualice ayer pero es que tenía muchas ganas de escribir este capítulo y de hecho tenía parte escrita. Y me ha quedado quizás demasiado largo. Pensé en dividirlo en dos pero me pareció que el segundo quedaría muy corto*****

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-Dissendium-pronuncia Remus. Y al momento la joroba de la bruja tuerta se abre dándole paso. Desciende por el tobogán que da paso al pasadizo que termina en Honeydukes. Hace frío y el ambiente es húmedo. También esta oscuro pero el ve perfectamente. Ser como es algo bueno tenía que tener.

De pequeño cuando más angustia le daba sentirse prisionero en su propio cuerpo trataba de hacer listas de pros y contras. Me retuerzo de dolor una vez al mes pero no me choco contra nada al levantarme de noche a mear no sonaba muy balanceado. Al final las comparaciones eran tan odiosas que dejó de hacerlas.

Sirius esta a unos veinte metros. No le ve pero le huele. Otra de las ventajas de ser como es.

Mierda. Huele bastante a sangre.

Acelera el paso y ya casi esta ahí.

-¿Qué ha pasado?-pregunta nada más llegar.

Nota como Sirius se sobresalta al escucharle.

Recuerda vagamente el mordisco. Antes no era capaz de recordar casi nada después de las lunas, pero poco a poco empezó a tener ciertas memorias. Nebulosas y dispersas, pero memorias al fin y al cabo. Sabe que la de ayer no fue una noche fácil. 

-¿Cómo me has encontrado?-responde sin contestar a su pregunta.

Remus levanta el mapa del merodeador que guardaba en el bolsillo de la capa. Luego se da cuenta de que Sirius no lo esta viendo.

-Lumos-pronuncia

Sirius esta sentado contra la pared de piedra. Tiene la manga del uniforme de quidditch bastante ensangrentada.

-¿Por que llorabas?

Sirius abre la boca y después la cierra.

-¿Como sabes que estaba..? Mira da igual.-dice finalmente-pero si juegas a adivinar no vale hacer preguntas.

-No he adivinado nada-le responde mientras se sienta en el suelo a su lado-Huele a sal. Y además en segundo, tercero y cuarto venías aquí cuando estabas triste.

-Bueno-dice recobrando un poco la sonrisa- en cuarto no venía ni triste ni solo.

Remus le da una colleja.

-Fantasma.-dice mientras Sirius se ríe.

Se quedan sentados un rato en silencio. Sirius le apoya la cabeza en el hombro y Remus le acaricia el pelo.

-¿Tu estas bien? ¿Te sientes bien?-pregunta Sirius rompiendo el silencio.

-Si, si. Cansado. Da igual que duerma. Al despertar siempre tengo el cuerpo cansado.- dice mientras le mira y le tiende un frasco rojo.

-Es para la herida, te lo tienes que extender por el brazo. Le dije a Pomfrey que me diera un par de frascos, para cuando lleguen las navidades y no esté aquí.

-Creía que sabías hacerlas tu

-Y sé, pero no replicó.

Remus le observa mientras se extiende la pomada por el brazo. Casi al instante se le relajan los hombros. Aunque no se lo comente todo su cuerpo plasma el alivio. Siente una punzada de culpa en el pecho.