Toda una semana dedicada a mi bellísima OTP 🔥🎴.
La idea surgió en el bellísimo grupo KyoTan en Facebook y decidí hacer mi pequeño aporte con esta shipp que amo tanto.
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-Los personajes son propiedad de Koyoharu-sensei.
-Artista: @...
ADVERTENCIAS: —AU moderno. —Kyojuro: 24 años. —Tanjiro: 19 años.
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Estaba jodido.
Más que jodido.
A sus 24 años de edad, Rengoku Kyojuro, hijo de Rengoku Shinjuro—dueño de una de las empresas más prestigiosas de todo Japón—se la pasaba escuchando diario, por parte de su progenitor, que él heredaría el cargo de la compañía cuando estuviera listo, sin embargo, ese momento estaba lejos de suceder. O tal vez estaba más cerca de lo que pensaba.
En los últimos días, Shinjuro le había cuestionado a su hijo mayor sobre la existencia de alguna pareja que este tuviese, ya que estaba en la edad perfecta para encontrar a su igual, sin embargo, el patriarca de la familia Rengoku se llevó una gran decepción al saber que su hijo no tenía a nadie. Como su sucesor, debía encontrar a la persona adecuada para ayudarle con la carga que la empresa representaba. Confiaba ciegamente en su hijo mayor, pero este no mostraba algún interés de índole romántico en nadie. Había intentado, sin éxito, emparejarlo discretamente con las hijas de sus compañeros de trabajo, en especial con aquellos que ostentaban un cargo importante, pero nada dio resultado. Lo cual se le hacía extraño.
Esa mañana, Kyojuro notó que su padre le veía fijamente durante el desayuno, esto lo incomodó, aunque trató de esconder tal reacción. Intentó buscar alguna pista o idea sobre lo que estaba ocurriendo en los ojos de Senjuro, su hermano menor, pero este no parecía saber nada, es más, se mostraba bastante confundido por la actitud de su progenitor. El desayuno terminó de manera incómoda y el silencio fue roto finalmente por Shinjuro.
—Kyojuro, ¿recuerdas que este fin de semana es la fiesta de la empresa?
—Sí, lo recuerdo, padre. No podría olvidarme de eso.—respondió Kyojuro, confundido por la pregunta.
Shinjuro se mantuvo en silencio unos segundos, pensando cuidadosamente en lo que diría a continuación.
—Para esa noche he planeado que conozcas a las hijas de unos socios. Será tú deber escoger a una de ellas para que se convierta oficialmente en tu pareja.
¿Pareja? ¿Había escuchado bien?
—Padre, ¿de qué-
—Es tiempo de que conozcas a alguien y mantener no solo el legado de esta familia, sino también el legado de la empresa, después de todo, será tuya en un futuro. Por lo tanto, hay que iniciar con lo más sencillo, una pareja. Y ya que dijiste hasta el cansancio que no tenías a nadie, decidí darte un empujoncito. Estoy seguro de que coincidirás al menos con una de esas jóvenes.
Kyojuro no podía creer lo que estaba escuchando. Él no quería eso, no quería conocer a un grupo de extrañas para terminar enlazados en el futuro. Eso sí que no. Quería ser honesto con su padre sobre el verdadero motivo por el que no había aceptado a nadie antes, pero una vocecita en su cabeza le detenía. Esa que le susurraba constantemente que se guardara sus sentimientos para con la persona de la que él se había enamorado hace muchos años atrás.
