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Día de resultados de ADN

La ansiedad de Lisa estaba agotando toda la casa. Toda la mañana estuvo frente a la puerta de su casa, golpeando el panel sin descanso y mordiéndose el labio. Los niños estaban en la escuela, Lisa y yo estábamos esperando algo muy importante. La noticia que estaba a punto de recibir podría cambiar todo para ella. Traté y traté de que él viera el lado positivo de esto, pero me estaba engañando. Lisa era infértil y Sandra es una tramposa cruel y repulsiva. La respuesta era obvia, pero tenía que darle esperanza. Aunque debería haberla preparado para lo peor.

–Son las 10:00 AM–Lisa entró nerviosa en pánico.

–La publicación llega tarde. Dijeron que la publicación llegaba hoy. –Suavemente la tranquilicé mientras le traje una taza de té verde, y ella lo recibió agradecida antes de tomar un gran sorbo. –Son sólo las diez de la mañana. Vamos, siéntate en el sofá. Has estado parada aquí durante dos horas. Inmediatamente sacudió su cabeza y tragó el resto del té.

–Puede que no escuche el timbre de la puerta.

–Lisa– me quejé. –Ese timbre me despertó toda la semana pasada.

–No puedo arriesgarme. Y me estoy haciendo vieja, mi audición está disminuyendo.

–Tienes treinta y cinco, no ... ochenta. –Me encogí de hombros, pero ella cruzó sus amplios brazos en rechazo.

–Pareces tan tranquila– susurró, su ojo izquierdo temblando un poco. –¿Te das cuenta de lo grande que es esto para mí? –Cerré los ojos por un poco de espacio mientras dejaba escapar un suspiro profundo.

–Por supuesto que sí. Simplemente no quiero que te enojes.

–¿Cómo podría esto no hacerme enojar? –Casi gritó. Trague lastimosamente antes de encogerme de hombros.

–Solo ... por favor cálmate. No quiero que te sientas hiperactiva antes de descubrir que ...-

–¿Descubrir que no son hijos míos? ¿Es eso lo que estás tratando de decir? – entrecerró los ojos con una mirada hiriente, haciéndome cruzar mis brazos en defensa.

–Sabes que eso no es lo que quise decir.

–Realmente nunca te pregunté–por alguna razón estúpida y extraña se volvió hacia mí. –¿También crees que son míos? – Di un profundo suspiro y yo encogí de hombros por tercera vez.

–Espero que lo sean,

–No respondiste mi pregunta–Habló severamente, tragando tan fuerte que su garganta se crispó.

–Yo ... no lo sé. Quiero decir, una probabilidad del 10% de tener hijos no es tan baja si eres optimista-

–Es bajo, Jennie.

–Está bien, Lisa. Pero el 90% es solo ... no lo sé.

–Entonces, no crees que sean míos. Está bien.

Estaba haciendo peleas de su propia ansiedad. Era comprensible, pero no excusable.

–Estás actuando como una niña pequeña Lili

–¿Tu edad, entonces? –Alzó las cejas con el ceño fruncido.

Puse los ojos en blanco, sin darme cuenta de su comportamiento agitado.

–Nunca volveré a prepararte té verde, eso ... te cambia.

Finalmente llegó a mis sentidos.

–Culpa al té, está bien–suspiró. –Lo siento, yo ... solo estoy preocupada. Solo necesito espacio, pero al mismo tiempo quiero que te quedes aquí.

Llámame papi 2 - JenlisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora