Capítulo 7

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 Quitarme la vida o enamorarme de Jeon Jungkook.

 ¿Cómo puedo enamorarme de alguien que solo me ha traído tormento y odio? Se supone que el amor es algo que se desarrolla con el tiempo, nutriéndose con cada aspecto hermoso y encantador que encuentra tu corazón de esa persona. No es algo que pueda solo decidir y obligarlo. Para mí es mucho más.

Me niego a enamorarme de este hombre. Me niego a doblegarme y dejarlo ganar esta batalla que inconscientemente comencé y no me atrevo a perder. Mucho menos cuando no me ha demostrado ni el menor interés emocional sino sexual.

Si estuviera interesado en mí emocionalmente no habría vuelto del despacho, hecho una furia, pasándome de largo y gritándole a Taehyung que me recogiera como si fuese un perrito que olvidó en la sala de estar. Lo que hace es aumentar mi odio hacia él.

Estando frente a la insulsa mansión Jeon, sale igual de furioso que cuando salimos de aquella verdadera mansión, llevándome a preguntarme la razón de su arranque de ira. Entró veloz a la casa y yo le seguí con sumo cuidado junto a Taehyung que parecía ignorante a la situación, sin afectarle en lo más mínimo.

—¿Qué le sucede a tu jefe? -me atrevo a preguntarle a Taehyung y él me mira con cierta diversión.

—No lo sé. -se encoge de hombros con una sonrisita que no me convence.

—Y ¿Por qué te ríes entonces?

—Porque lo que te viene es rudo, peleona.

Disparo mis cejas al cielo, casi ahogándome con mi propia saliva y su risa incrementa a una carcajada estruendosa. Lanzándole una mirada asesina me adentro a la casa.

Por el silencio pesado que sume el lugar, puedo decir que el idiota de Jungkook está en su despacho, quizá emborrachándose, distrayéndose con su Candy Crush o planificando mi próxima tortura. No lo sé. Todo puede suceder.

Tantos días en este lugar y, la normalidad con la que pienso en las locuras de este hombre, parezco yo la lunática.

Sabiendo que es temprano para el almuerzo, y él no saldrá por un buen rato gracias a su humor, me debato entre ir a la piscina o entrar en la sala de videojuego para escoger entre tantos uno que me guste.

Puedo estar retenida en contra de mi voluntad, pero no pienso quedarme de brazos cruzados mientras todos están ensimismados. Sobre todo cuando mi secuestrador es un imbécil bueno para nada. ¿Intentar escapar? Lo pensaré luego.

Pensando en esto me volteo hacia Taehyung que, como supuse, está parado tras de mí como mi maldita niñera.

—¿Qué juegos hay en la sala que no tenga que ver con sangre o guerra? -pregunto y me río internamente por su expresión de sorpresa ante esta.

—El jefe tiene, aparte de Play Staytion tres y cuatro y una Xbox, un nintendo Wii que usa para practicar tenis. -dice esto último haciendo comillas al aire.

—El tenis de la Wii es para nenas. -bufo sacándole una risita cuerda que me hace sonreír de igual manera.

—Déjame decirte que he perdido muchas veces en el tenis, ¿en qué me convierte eso si no una nena?

Mi sonrisa se desvanece y el momento se esfuma.

—Eres normal hasta que abres la boca. -gruño y él vuelve a reír, su voz gruesa oyéndose más sensual de lo que me gustaría admitir.

Busquemos un juego que no sea de la Wii, entonces. -ofrece y se encamina a la sala, yo para mi sorpresa le sigo.

J           U             N            G            K          O          O          K

Y entonces me enamoré (JEON JUNGKOOK)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora