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La mañana pasó volando, los chistes de santi hicieron que riamos y no le prestemos atención a la hora
- Che estás segura que no hubo nada entre el morocho y vos? - me preguntó Santiago, gracias a Dios no voy a tener que hacer más el camino sola ya que vive cerca de mi casa
- si, ya te expliqué todo lo que pasó - excepto lo de que fueron dos veces las que estuve sobre su regazo
- ahh, entonces le gustas mucho porque me miró todo el día con cara de asesino - tiene razón, nunca lo vi con tanta cara de orto diría Valen
- mira así a todo el mundo, incluso a Tobías que es un amor - sonreí y este me miró sorprendido
- te gusta el boludito de Tobías!? - se frenó para verme con los ojos bien abiertos
- porque todo el mundo le dice así!? - levanté un pie y lo di fuerte contra el piso
El rubio me puso un barzo sobre los hombros para volver a tomar nuestro camino - ay bombón, no hace falta ser un genio para saber que ese pibe es más virgen que la misma virgen -
- que tiene de malo?, yo también lo soy - me encogí de hombros sonrojada
- ay tenés a dos pibes atrás, empeza a ser más viva, más atrevida, más pervertida - chasqueó sus dedos poniendo voz de tincho, si supiera que solo besé a dos chicos en mi vida
- no se, creo que voy a intentarlo con Tobías, mañana le voy hablar - el me abrazó y después de darme un besos en cada cachete dijo
- esa es mi antorchita, mañana te paso a buscar - al darme vuelta me di cuenta que ya estaba frente a mi casa, el tiempo con este pibe pasa volado
