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Este capítulo no está corregido y siento que está incompleto asi que pueden dejarme ideas y lo vamos a corregir y agregarle cosas entre todos.
－Me voy－ avisé luego de atarme los cordones.
Levantó la vista de su celular con desinterés. －¿Te acompaño?
－Si querés.
Agarró dos camperas para ponerse una y darme la otra. －Estás desabrigada.
No supe el frío que tenía hasta colocarme el rompeviesto azul dos tallas más grandes a la mía.
Sonreí al ver como las mangas largas colgaban, me acerqué a tomi que intentaba prender un cigarrillo y le di suaves cachetazos con ellas.
Levantó la vista serio. －Te doy cinco segundos de ventaja.
Reí para quedarme mirándolo.
－Uno－ creo que se enojó en serio. －Dos－ dejó el cigarro en la cama. －Tres－ como flash atravece la puerta. －Cuatro, cinco－ oí sus pasos seguirme.
Fui al comedor para esconderme bajo la mesa, mordi mi labio para que la risa no me delante. Al llegar Tomás miró de derecha a izquierda con cara de preocupación.
－¿Dónde estará Perla? ¿Se habara ido?－ agachó su cabeza deprimido. －Yo no quería que se vaya－ su voz pareció quebrarse y me sentí mal.
Salí rápido de mi escondite. －Acá estoy, no me fui.
Como todo un psicópata se dió la vuelta sonrido. －Ya sabía.
Antes de poder escapar él ya había hecho una camisa de fuerza improvisada con los sobrantes de las mangas dejándome inmovilizada.
－No, Tomás, soltame－ sacudi mis brazos desesperada tratando de liberarme.
－Estás castigada.
•••
Pov's Tomás
Que Perla tenga los brazos atados y esté berrinchuda me deja estás cuatro cuadras para pensar tranquilo.
¿Por qué me dejó de hablar? ¿Tendrá vergüenza de que casi cogemos? Ella es muy tímida, pero alejarse no despierta mi interés.
－Tomi...
¿Querrá que yo la busque? Si piensa eso está equivocada.
－Tomás, soltame.
¿Querrá que me aleje de una vez? ¿Qué concha quiere?
－¡Tomás!
¿¡Por qué con una cogida no está conforme como las demás!?
－¡Tomás, desatame porque grito!－ sacudió sus brazos con fuerzas.
－Gritas y te pego－ susurre amenazante en su oído mientras deshacía el nudo de las mangas.
－Bueno, pero no te enojes－ clavó su vista en mí unos segundos antes de volves a caminar. －¿En qué pensabas?
Tiene el mismo nivel de curiosidad que una nena de cinco años.
－¿Qué vas a saber vos sobre min...
Mierda, ella es una mina.
－¿Y?
－Prometeme que no vas a gritar－ ella solo asintió. －Me gusta una chica y no sé que hacer.
Sonrió apretando los labios para no chillar. Entrelazo nuestras manos y me dejé arrastrar la media cuadra que quedaba hasta su casa.
－Voy a estár sola esta noche. Si querés podes quedarte y charlar del tema...además me da miedo.
Lo pensé un rato.
Contras: Mañana hay escuela y no quiero ir con sueño.
Pros: Me puede ayudar con Tiziana y me la puedo volver a cojer.
