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No sabían cómo habían terminado de esa manera. De un día para el otro, aprovechaban cualquier momento solos para degustar los labios del otro, a veces con delicadeza y otras veces de forma brusca. Obviamente se sentía culpable dándole ilusiones a los dos chicos, más que nada a Lee.

Cada vez que estaba con él, no sentía lo mismo que antes. Su corazón no se aceleraba, no sentía la calidez de sus abrazos, se sentía como estar con un amigo. No quiso comentarle sobre el tema, temía arruinar las cosas, más que nada esperaba el día en que tenga que dar su respuesta, en dos semanas. Pero aún dudaba de sus sentimientos por Minho.

— ¿Qué pasa amor?— Le preguntó con ternura, por alguna razón el apodo lo incómodo.

— No es nada, solo pensaba un poco. — Mintió con una sonrisa, odiaba mentirle.

Esta noche sus amigos saldrían, así que aprovecharía para pasar tiempo con Seo. Ya lo habían arreglado en la mañana, cuando los demás salieron hacer las compras diarias.

— ¿Vendrás con nosotros esta noche?— Tenía la ilusión de que fueran a divertirse juntos, de que la pasaran bien con sus amigos.

— No me siento con muchas ganas de ir. — Sus ilusiones se escondieron por el subsuelo.

— Está bien.— Respondió mirando al suelo, en donde se encontraban sus ánimos en ese momento.

Jeongin miraba todo con detenimiento desde el sillón. Hace rato notaba algo extraño en Seungmin, era como si no quisiera pasar tiempo con el mayor. Observaba las muecas que hacía Kim cuando éste lo acariciaba, ya sospechaba de que algo andaba mal con el chico. Quizás se había acostumbrado tanto a estar solo que le resultaba extraño estar en algo nuevamente, más con la misma persona que le lastimó en un pasado.

Miró a su derecha, vió como Seo observaba la escena con una expresión indescifrable. Era una mezcla entré satisfacción y culpa, algo realmente raro para el pequeño Yang. Nunca vio a uno de sus amigos con esa cara, como si no supiera que sentir. Tenía una pequeña sonrisa y la mirada triste, muy extraño.

Minho se dirigió hacia la habitación, se lo veía decaído. Al rato vio como el bajito se dirigía a la cocina seguido de Seungmin, seguramente le hablaría sobre pasar más tiempo con Lee ¿no? Estaba realmente equivocado. Siguió viendo la televisión sin ocupar la vista en aquellos dos, grave error.

Se devoraban con pasión, tratando de que sus chasquidos no se escuchen en la sala. Sentían culpa, pero por alguna razón no podían parar con esa relación de dependencia por los labios contrarios.

— Debes hacer silencio, Minnie.— Le susurró al oído.— Innie está en el comedor. No quieres que se entere de que estás haciendo estas cosas conmigo ¿verdad?

Kim negó con la cabeza, mientras el musculoso lo sentaba en la mesada. Tocaba sus piernas con delicadeza, como si fueran el más grande tesoro que alguien pudiera obtener. Sentía que su corazón se saldría de su pecho, estaba muy agitado y el calor que sentía con el mínimo roce era demasiado.

Mientras tanto, el pequeño Jeongin miraba Bob esponja mientras pensaba en la situación de sus amigos. Estaba tan sumergido en sus pensamientos que no escuchó los ruidos extraños en la cocina.

"Changbin hace rato está raro, como si estuviera más pegado a Minnie" Debatía en su mente. Luego recordó que el mayor desde antes era así con él, pero entonces ¿Por qué su amigo corresponde a todo lo que Seo diga? A veces parecían coquetear, le tiraban miradas indescifrables, como si se comunicaran por la mente.

Ahora que pensaba mejor las cosas, algo rato tenían esos dos. Todo eso pensaba mientras la respuesta estaba a la vuelta de la esquina.

— Buenas tardes.— Dijo Han apenas llegó de comprar. — Oye Innie ¿Qué es ese ruido?

GRADUATES || SEUNGBINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora