07

190 28 5
                                    

Después de ese día, intentaron ser mucho más discretos con lo que hacían. Muchas veces se iban a pequeños lugares alquilados cuando sus amigos no se encontraban en casa para su mayor comodidad y para no dejar rastros de sus actos.

Seungmin intentó ser un poco más cariñoso con Lee para no levantar sospechas en él. Se sentía mal después de todo, según él porque lo seguía amando, pero claramente intentaba engañarse a si mismo. Estaba muy enganchado con Seo, sentía lo mismo que sentía con Minho antes de que todo pasara.

El corazoncito del musculoso se rompía cada vez más al verlos juntos, el corazón de Kim no le pertenecía, o eso pensaba.

Muchas veces a los dos se le escapaban pequeñas palabras que reflejaban todo lo que sentían por el otro, más las pequeñas acciones que hacían que parecieran una pareja a simple vista. Pero claro, todo esto seguía siendo un secreto, uno que pronto fué descubierto por el primo de Seungmin y el mejor amigo de Minho.

Seo muchas veces fue encontrado con por sus amigos en un estado no muy favorable, con lágrimas en los ojos y una angustia incontrolable. Chan trataba de ayudarlo, siempre tratando de consentirlo junto a su novio. Le hacían galletas, iban de compras y miraban películas juntos, pero nada cambiaba el ánimo del bajito.

Muchas veces salieron con los demás para que no sospecharan, hoy no era la excepción. Estaban en un bar algo lujoso, muy del gusto de Jisung.

Changbin trataba de no mirar la escena que tenía al frente, Seungmin sentado en el regazo de Minho, ambos se besaban pero la expresión de su amado no era de agrado.

Pensó en buscar alguien para pasar la noche, total él ya tenía un futuro con Lee, uno muy bonito a sus ojos. Se levantó y fué a la pequeña pista de baile en donde se encontraban varias personas de su rango de edad, comenzó a bailar con tranquilidad esperando que alguien llegue a sacarlo de tal situación.

— Hola.— Le dijo una chica pelirrosa, era muy hermosa. — Soy Ryujin, mucho gusto.

— Seo Changbin.— Ambos sonrieron, pareciera como si los dos estuvieran pasando por la misma situación. La chica tenía una mirada triste, como si no quisiera estar ahí, como si también le estuvieran rompiendo el corazón.

Conversaban mientras bailaban amigablemente, como si solo necesitaran descargar sus problemas con alguien más. No había roces con otras intenciones, ni miradas que pidieran algo más, tampoco manos traviesas, solo dos personas completamente cansadas de todo. Ryujin le hablaba de como la chica que le gustaba estaba con alguien más, simplemente todo lo mismo que Changbin.

Seungmin miraba todo con enfadado, no quería que siguieran hablando, no quería estar junto a Minho, solo quería estar entre la calidez que le otorgaban los brazos del bajito. Quería terminar todo de una vez, aclarar su cabeza y decirle a Seo todo lo que sentía, pero tenía mucho miedo de que él no se sintiera igual.

— Minnie.— Lo llamó su futuro novio. — Últimamente te noto extraño, como si no quisieras estar conmigo.

No contestó, solo el miedo se apoderó de él, un miedo irracional. No perdería nada, quizás Lee no le hablaría en un buen tiempo, pero nada importaba más que estar tranquilo con Seo.

— Si ya no sientes lo mismo puedes decírmelo ¿Sabes?— Acariciaba la espalda de su amado con dolor. — Lo único que te pido es que sea cuando el tiempo se termine, porque la verdad quiero seguir estando así contigo. Suena egoísta, pero de verdad te amo Minnie.

Quería llorar, le estaba haciendo daño. Nunca pensó en lo egoísta que podría llegar a ser hasta ese momento, en donde le hacía falsas iluciones de volver. La verdad es que al principio le encantó la idea, pero luego Seo puso sus sentimientos de cabeza.

Sin darse cuenta sus lágrimas empezaron a caer, tanta confusión y angustia lo hizo colapsar. Había descubierto que todo lo que sentía por su ex era una mentira, que solo se intentaba engañar para no lastimarlo, que realmente amaba a Changbin.

— Bebé, no llores. — Lo abrazó sabiendo que había dado en el clavo. — Nunca te odiaría, además entiendo como te sientes. — A pesar del dolor, siempre estaría para él.

— Lo siento.— Dijo en un sollozo, uno de muchos.

— No hay de que disculparse, todo está bien.

El bajito vió a su amado en llanto, haciendo que rápidamente deje de hablar con la chica con la cual se encontraba charlando, obviamente pidió disculpas antes de irse. Caminó rápidamente hasta el lugar en dónde se encontraban aquellos dos. Los demás chicos miraban la escena desde lejos, menos Jisung y su novio quienes no habían asistido al bar.

— Seungmin.— Lo llamó el musculoso, haciendo que todos su sistema se acelerara.

Minho lo bajó de su regazo, sabía que Seo era el único que podía tranquilizar al menor, ya que eran amigos. Los dejó solos yendo a donde estaban los demás.

— ¿Qué pasa? ¿Te dijo algo malo?— Lo llenó de preguntas que tan solo eran respondidas con un "Lo siento". — Minnie, mírame.

— Me quiero ir, vayamos al lugar de siempre.

— Está Minho, sabes que no podemos hacer eso.— Intentó explicarle, pero todo fue en vano.

— No me importa, te necesito a mi lado.— Dijo en llanto, se había dado cuenta de lo que sentía con esa simple conversación.

Le avisaron a sus amigos que se irían a casa, claramente una mentira. Pidieron un taxi que los dirigió a ese lugar en donde se encontraban cuando los demás no estaban.

En el transcurso el menor seguía teniendo pequeños espasmos por el llanto, algo totalmente desgarrador a ojos de cualquiera. Tenía la vista perdida en aquella ventana, su nariz estaba roja al igual que sus mejillas, se mordía los labios con nerviosismo. Por suerte el hotel quedaba cerca, así que bajaron a los pocos minutos.

Pidieron la habitación de siempre, la recepcionista ya los conocía. Les dió las llaves y los muchachos de dirigieron al ascensor. Durante el transcurso de todo ninguno dijo ni una palabra, era un ambiente totalmente tenso.

Changbin abrió la puerta dejando que su amado pasara, cuando entró unos labios se colocaron sobre los suyos de forma posesiva. Intentó separarlo, pero terminó rendido nuevamente ante lo adictivo.

Sentía las lágrimas de Kim chocando con su rostro, se sentía fatal al verlo así. Decidió separarse con la escusa de tomar aire.

— ¿Por qué estás así?— Le preguntó con obvia preocupación.

— Yo no lo amo, Binnie.— Susurró tratando de que su voz no se quiebre.

— Claro que lo amas.— Su corazón dolió al soltar esas palabras. — Siempre lo amaste, y siempre será así. — Seungmin negó con la cabeza repetidas veces.

— No, ya no lo amo. — Levantó su mirada para encontrarse con la contraria. — Me gustas, Changbin.

Sus palabras no salían, tampoco sabía que responder. Ambos quedaron en un silencio abrumador, reteniendo todo lo que querían decir.

— No debí decir eso, lo siento.— Intentó abrir la puerta de salida, pero una mano en su muñeca lo detuvo.

Seo lo volteó para que quedaran frente a frente, para luego abrazarlo de manera cálida. Sintió algo mojar su hombro, el bajito estaba llorando, se dió cuenta luego de un sollozo.

— Tu también me gustas, me gustas mucho. — Soltó mientras sus lágrimas caían en cantidad. — Me duele verte con él ¿Por qué tienes que fingir quererlo? Nunca pensaste en como me sentía al verte con él.

Ambos unieron sus bocas sin esperar más, por fin habían liberado aquellos sentimientos retenidos. Se sentían plenos, ese sentimiento cálido los invadió como siempre.

Ya en la cama se desvistieron entre caricias y besos tiernos, tratando de demostrar el cariño que tenía uno del otro.

Esa noche fue distinta.







GRADUATES || SEUNGBINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora