Compras De Almacén

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Era de esperarse que todos desearan lo mejor del mundo para Roger, incluso el mismo Brian compartía ese deseo, pues aquel chico rubio de ojos azules es realmente único en su tipo, no tiende a ser muy amable, mucho menos cariñoso, pero es jodidamente tierno y leal, gracias a eso es que terminó entablando aquella fuerte amistad con May, porque Roger fue el único dispuesto a escuchar desde sus interesantes pláticas que parecían sacadas de una revista de astronomía, de las cuales entendía muy poco, hasta sus constantes quejas sobre distintos puntos de vista o aspectos de su entorno que le desagradan, cualquiera que fuera el caso, igualmente Roger estaba ahí.

—Brian, no hay necesidad de que me castigues con tu voto de silencio —pido John retomando el ritmo que anteriormente llevaba el automóvil — entiende que nada de esto es personal, solamente pienso que si Roger va a tener una relacion con alguien, me gustaría que ese alguien ya sabes, lo enorme de la manera correcta, él se merece vivir esa experiencia.

— En eso último estoy de acuerdo, pero eso no justifica que tu sigas pensando que yo no soy capaz de hacer las cosas de la manera "correcta".— reclamo el rizado.

Obviamente Brian no lo admitirá, pero tenía un poco, sólo un poco, de sentido que John tampoco lo considerará la mejor opción como novio, sabe que Deacon durante el último año ha visto de cerca como han sido sus últimos 4 noviazgos incluyendo el de Crhistin, tal vez esté último lo haya analizado hasta con lupa y debía admitirlo, no ha sido una muy buena relación. Probablemente por la manera en que el de rizos tiende a esforzarse un poco en el inicio y después pasa a dar todo por sentando, es decir, cada vez que le gusta alguien a Brian el patrón es exactamente el mismo: primero empiezan sus sonrisas coquetas acompañadas de uno que otro alago, después vienen los besos deseos junto con los apretones, de ahí al sexo no pasan muchos días y después todo se convierte en una total monotonía.

Una monotonía que siempre es acompañada de promesas de amor que Brian sabe perfectamente que nunca ha dicho en cerio, ni planea hacerlo, porque de esa manera logra complacer a la otra persona pero evita exponerse él mismo a ser lastimado o peor aún, a depender de alguien.

No, Brian no es un chico de citas románticas ni paseos, no da detalles tiernos como flores o chocolates, ni siquiera regalos, siendo honesto, su cortejo deja mucho que desear, pero es que May sabe muy bien que conquistar a alguien de la manera "correcta" requiere de cuidado, calma y sobretodo tiempo; y para desgracia de él, su agetreada vida de universitario guitarrista siempre ha carecido de estas tres esenciales cosas.

Pará fortuna tanto de Brian como de John, el resto del camino desviaron la conversión de aquel tema incómodo a otros más banales, volviendo el ambiente un poco más relajado e impoluto que cuando recién habían dejado el departamento. Así que cuando menos se dieron cuenta, ya pasaban de las 4:00pm y se encontraban aparcando a un par de metros de su destino.

Los dos jóvenes descendieron del automóvil, el sol brillaba un poco, pero no había que hacerse esperanzas, igualmente es casi seguro que lloverá en un par de horas. Todo el panorama de las afueras al este de la ciudad siempre parecía exactamente igual, la terrosa carretera, el gran almacén de paredes metálicas con olor a hierro y material para trabajos pesados; algunos pequeños puestos, que no son más que una improvisada mesa donde algún poblador intenta vender uno que otro producto local. Entonces uno de estos estantes llamó la atención de Brian, quien observó el puesto con atención, mientras su cerebro intentaba decidir si valdría la pena gastar unas cuantas libras en un detalle tan bobo, para su fortuna tendría un rato para pensarlo mientras compraba lo necesario para reparar su "red special", así que sin palabra alguna siguió a John al interior del gran almacén de materiales.

El lugar siempre se encontraba particularmente frío, pero es lógico, considerando que el 90% de las cosas ahí son de algún metal o plástico, con grandes y largos pasillos en polvosa penumbra, por donde eventualmente se escurre la pequeña solitaria sombra de algún empleado entre los grandes estantes de más de 5 metros, todos llenos de material en medio de un total silencio, que sólo se rompe un poco cuando se llega al fondo de la estructura, donde se encuentra una pequeña radio sobre una gran vitrina que cumple la función de aparador y mostrador de atención al cliente.

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⏰ Última actualización: Aug 07, 2021 ⏰

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No soy yo, eres tú 💖 [Maylor] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora