Aruetyc || Din Djarin

Capítulo V

"Nunca te abandonaré." -El hombre abrazo a la niña con fuerza y miedo de dejarla ir.-

"¿Lo prometes?" -Le preguntó la niña con desconfianza.-

"No me atrevería hacerlo, no a ti."

Mando estaba nervioso como nunca en su vida, tenerte en sus brazos con la sangre saliendo de tu pecho, le había hecho olvidar todo. Ni siquiera se dio cuenta de que ya no estabas en sus brazos.

Les había durado poco la victoria, los aldeanos se encargaron de sus propias heridas en lo que esperaban noticias.

Tanto Cara como Omera se quedaron contigo un par de horas, limpiando la herida con poca esperanza de sobrevivieras, era literalmente un hoyo en tu pecho específicamente en donde debería ir tu corazón, eso hasta que veían que tu propia herida comenzaba a curarse por sí sola, tu corazón empezaba a formarse lentamente que era un tanto asqueroso pensaba Cara.

El corazón estaba completo, el cuerpo comenzaba a subir y bajar por las respiraciones. Y el agujero aún permanecía dejando a la vista el corazón latente.

"Esto es...increíble" -Preguntó Omera con asombro.-

"A Mando le gustara saber que esta bien, su respiración está bien, la herida se va poco a poco, solo falta que despierte." -Cara te miro y sentía el alivio en su pecho.-

"Sera necesario informar a Mando sobre esto" -La mujer morena señaló a tu pecho agujereado, estaba preocupada de que permaneciera asi tan expuesto a un tipo de infección pero habían visto cómo se regeneraba tu propio corazón.-

Cara estuvo de acuerdo y ella tomo la responsabilidad de hablar del tema con Mando, pero quería que te viera primero.

Ambas salieron de la cabaña para encontrar a Mando esperando afuera. Cara lo tomó del hombro y le dijo que entrará, que hablarían más tarde de con el.

El hombre entró y te vio acostada. Su niña estaba bien, te habían retirado el traje negro que cubría todo tu cuerpo y lo habían sustituido por una especie de vestido blanco de tirantes junto con una manta encima.

El pudo ver tus brazos con múltiples tatuajes de flores de tamaño pequeño y de varios colores. Y un último tatuaje tenia una palabra en Mando'a, esa palabra le dolía verla en tu clavícula dado que fue la última palabra que ella le dedicó antes de perderla.

Aruetyc (Traidor)

Le dolía saber que esa era la manera en la que ella lo recordaba y ahora lo tenía impregnado en su plan, pero era consiente de que se lo merecía...

Estabas en un estado de paz tan grande que le daba felicidad verte en ese estado tan tranquilo, ver como subía y bajaba tu pecho en una relajada respiración. Estuvo contigo el resto del día vigilando cada detalle ti, notando las pequeñas imperfecciones de tu rostro como algunos lunares, las ojeras debajo tus ojos, tu cabello alborotado en la almohada. Demostrándole que eras más perfecta de lo que habías dejado ver.

Omera le había llevado la comida y agua, manteniendo una pequeña conversación.

"Los niños han preguntado por ella. Están preocupados de no haberla visto."