Verdad o reto, promesa o beso ¡2! [Harco/Drarry]

016

016
Envidia

~⚡~

Después de la comida Ginny y Harry se dispusieron a buscar a Ron aunque fuera por dentro del castillo. Más tarde buscarían por fuera, con la lluvia que caía mejor dentro que en el exterior, se remarcaban.

—¿Y qué tal con Luna?—intentó preguntar para acallar al abrupto silencio que tenían de ambiente.

Ginny estaba aturdida en cuanto a las palabras de Potter; ¿Y ahora qué se supone que debía responder... No es como si hubiera olvidado aún a Harry del todo, pero ahora estaba Lovegood de por medio.

Igualmente al ver los ojos del azabache con la sinceridad de amar a Draco en éstos valía más que utilizar una poción de amor para que no la mirara a ella de esa forma... De una manera que le gustaría tener pero sabía que era mejor dejarlo ir aunque doliera.

—Bien—balbuceó—¿Y tú con Malfoy?

—Espero que bien.

La descolocó un poco esas palabras así que detuvo sus pasos.

—¿Esperas que bien?

—Sí, quiero decir, estamos bien, confío en él, ¿Sabes?—dejó de caminar para enfocar sus pupilas en la pelirroja—Pero me da miedo que pase cualquier descuido y acabe todo en la mierda, no solo por su parte ya que también puede pasar por la mía.

La Weasley se encogió de hombros, las declaraciones de Harry por sus sentimientos eran auténticas y fuertes.

—Bueno, siempre que me necesites, aquí estaré para tus dudas y problemas y prometo esta vez que no te daré ninguna clase de veneno.

Potter sonrió con pena y pasó un brazo amistosamente por los hombros de la pecosa, ella aprendió la lección, lo sabía.

—Vamos a buscar a Ron.

~⚡~

—Ya están tardando mucho...

El oji-plata comenzó a hacer un sonido continuo en su mesa con sus dedos como si fuera una melodía, pero parecía eso una sintonía de ira.

Blaise, tomando su varita y agarrándola como un micrófono se colocaba frente a Pansy para traducirle las palabras y el carácter de su amigo.

—Una loba en el armario, tiene ganas de salir.

—¡Auuuu!—se recalcaba en su hombro con una mano después riéndose a carcajadas.

—¿Cómo?

El rubio dudaba sobre la estabilidad mental de sus compañeros, pero viendo sus características sin duda eso era extraño de cojones. Estaban locos.

—¿Un animago en un armario?—volvió a cuestionar.

—Es tonto.

—Si, es un idiota.

Blaise y Pansy se volvieron a sentar, por suerte ya estaban en la sala de menesteres y no en el Gran Comedor para darles la mañana a los profesores y demás compañeros con sus canciones absurdas.

—No entiendo. Me lo váis a explicar porque si no mi padre se enterará de vuestra conducta hacía mi ser.

—Mira Draco, es tan sencillo como esto—Parkinson se aclaró su garganta—¿A tí te gusta Harry?—Malfoy asintió—¡Pues cuando venga le comes la boca y ya está, joder! Es que no os tenéis que pelear por una mierda porque todo lo aclara un beso, le comes la boca, cama y dale, venga, todo arreglado.