Capitulo 1

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Emil

Destellos de juicio


El joven rey, una vez más, estaba preocupado y totalmente angustiado, renegaba mentalmente mientras sus manos estaban posadas sobre la mesa del consejo, y aunque las ansias lo aludían a jugar con su anillo, no lo haría; no podía evitar sentirse confuso y perdido cuando lo hacía, pero ¿Acaso no lo estaba?

Estos últimos días habían sido de lo más extraño, todo lo ocurrido en el castillo de Ilardya, la reina de la luna quien había intentado traer la noche eterna, sin mencionar que no sabía cuántos en ese castillo estaban realmente involucrados en los asuntos de la secta; ya que sería insensato culparlos a todos, pero estaba claro que por lo menos los altos mandos estaban involucrados como la sabia Igatha y tal vez algún otro sabio, y no sabía en quien confiar del territorio contrario. Aunque ahora con Bastian al mando esperaba que las cosas tomaran un mejor rumbo de ese lado.

Y luego de todo eso, estaba Elyon, soñó miles de veces que regresaba, que lograban escapar juntos de esa isla; esa maldita isla. Soñaba que día a día descubrirán más del otro juntos, que paseaban por los jardines, soñaba con interminables charlas a la luz de la luna. Nada podía calmarlo cuando despertaba y se daba cuenta que todo había sido solo un sueño. Incluso recuerda que la noche en la que volaron juntos por los hermosos cielos de Eben, como la mañana siguiente se había levantado confundido, pues dudaba si lo que vivió fue real, por suerte para su corazón. SI. Todo había sido real, Elyon estaba de vuelta, estaba con vida.

Y extrañamente, sentía que el también. Una parte de su alma había "revivido" con ella.

Debió disfrutar ese pequeño pensamiento de alivio y felicidad un rato más, pues inmediatamente una robusta voz lo saco de sus pensamientos, trasladándolo a la realidad.

-¿Usted qué opina mi rey?- Fue la pregunta que le hicieron.

Cuando cayó en su propia mente intento no delatarse a sí mismo con su lapsus de pensamientos, así que mantuvo un semblante neutro. Estaba en una junta del consejo, con los miembros habituales; y el general Lloyd que ya era prácticamente un miembro más.

-Disculpe, me quede pensando en el tema anterior. ¿Puede repetir lo que dijo?

Lord Anuar lo miro por un segundo confuso y luego continuo.

-Le decía, que creo que sería prudente si designamos un grupo específico para capturar rebeldes. Después de lo que hicieron no me extrañaría que empiecen a asesinar inocentes con tal de llamar su atención- Finalizo el Lord, su tono de voz al final de la oración era agrio, serio y escondía mucho enojo.

Por si no tenía suficiente, esa masacre en Zunn. Tan pronto Ezra llego al castillo aviso de ese suceso, todo era caos en las calles, la gente gritaba de horror y el rumor del falso rey se expandía como el polvo en la nación. No podía comprender los motivos de los rebeldes para hacer algo así; Asesinar criaturas tan bellas y puras ¿Por qué? Los ataques de rebeldes jamás pasaban de pequeños robos o alguien herido sin mucha gravedad. Pareciera que el mundo quería destruirlo por completo, pero no se dejaría intimidar, era el rey y su deber era solventar cada ruptura en su nación.

-No me parece mala idea- Hablo el joven rey –Pero debemos evitar asesinatos, no podemos ser igual que ellos.

Ante esto noto como Lord Anuar volteo un poco los ojos, tal vez el mismo se dio cuenta, pues apenas en 2 segundos recupero su postura.

-Además, si logramos interrogar a alguno, podríamos descubrir más acerca de quienes los dirige y poder evadir algún intento de ataque- Agrego Lady Minerva con un brazo cruzado y el otro sobre su barbilla.

El Usurpador de CristalesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora