¿¿??
Alas de acero
Demasiado ruido; es lo que había hecho en los establos, ahora debía llegar lo más rápido posible a Eben y cumplir su siguiente objetivo. No dejaría que se escapara.
Iba volando muy torpemente en un pegaso, era primera vez que usaba uno y deseaba que fuera la última, la criatura no paraba de agitarse y relinchar fuertemente, si seguía así perdería el control y los vientos que se hacían cada vez más fuertes parecían también estar jugando en su contra.
-¡Contrólate maldito animal!- Grito a su montura y le dio un golpe con las cuerdas.
El pegaso bufo aún más y agito sus alas frenéticamente de una manera que los hacia perder altura. Se sujetó a él desde el cuello intentando no caerse, podía divisar la tierra del suelo a tan solo siete metros. La agresividad y el dominio no estaban funcionando con el animal, debía cambiar su control si no quería estrellarse o que el animal lo tumbara.
Suspiro intentando calmar su propio agobio, extendió su mano y pausadamente acaricio la melena del pegaso, ante esto el animal movía sus alas más calmado y con algo más de impulso, su respiración también se había calmado levemente.
-Vamos... Arriba -Susurro haciendo un esfuerzo por que su voz sonara suave.
El animal elevo su cabeza y parecía por fin estar calmado y obedecer las órdenes de su jinete... Sintió una corriente extraña en su cuerpo y al girar su vista un rayo se materializo justo al lado de ellos, emitiendo un espantoso y terrorífico sonido.
El pegaso bufo con terror e inclino su cuerpo hacia arriba y después a un lado con tanta brusquedad que sintió su cuerpo resbalarse de la montura y dejo salir un grito cuando no pudo sujetarse a ningún lado. Y de pronto, estaba cayendo en el aire.
Perdía altitud con rapidez mientras veía el pegaso alejarse y descender entre las nubes. El pánico se apodero de su cuerpo y movía sus brazos como si fuera a ayudar de algo, entonces pensamientos lo invadieron como luces cegadoras, recordó su infancia y con ella su separación, recordó la luz que hace años no veía y por supuesto la oscuridad, como esta había aniquilado hasta su último rayo de luz.
Todo su interior se volvió oscuridad... Y frio. Después de todo ¿iba a morir de esta forma?
Frio... DEMASIADO frio.
De repente ese sentimiento se centró en un punto específico de su cuerpo, lo estaba congelando, un trozo inmenso de hielo hubiera quemado menos su piel, porque en este momento sintió como el cristal en su brazalete rugía con fuerza y la oscuridad en su interior comenzó a danzar a su alrededor como su única compañera. Era como si la oscuridad lo estrangulara desde adentro.
El pánico se había ido y un sentimiento de vigor lo invadió, tomo el control de su cuerpo y dio un giro hacia atrás en el aire, ya estaba a unos tres metros del suelo y antes de aterrizar sintió las sombras rodeándolo. Toco el suelo con un golpe y densas partículas de oscuridad se expandieron por el terreno y flotaban a su alrededor.
Soltó un quejido después de un segundo, pues aun así sus extremidades habían recibido daño, pero estaba vivo... O por lo menos aun respiraba.
Apoyo una mano en su rodilla y se levantó con un suspiro, miro al cielo buscando con la vista a su montura, después de unos segundos de búsqueda, la vio elevada a unos metros sobre una multitud. ¿Qué podrían estar haciendo tanta gente entre medio de Zunn y Eben? Era un lugar bastante desalmado, un campo despejado cubría casi todo el espacio con algunos pocos arboles a los alrededores y un pequeño camino para carretas. No tendrían nada que estar haciendo solo en caballos.
ESTÁS LEYENDO
El Usurpador de Cristales
FantasyMi visión de lo que ocurriría en el 3er libro. Universo alternativo continúo de El príncipe del sol y La ladrona de la luna. *ADVERTENCIA CONTIENE SPOILERS DE LAS OBRAS ANTES MENCIONADAS, SI NO LAS HAS LEIDO TE RECOMIENDO QUE LO HAGAS Y LUEGO VUELV...