Ezra
Amanecer Negro
Ezra estaba en la estación de la guardia real. Había llegado en la tarde del día anterior para planear el recibimiento del Lord de Ilardya, habían pasado muchos años desde la última vez que un invitado especial llegaba de Ilardya. No sabía quién vendría pero creía saberlo, pues alguien en quien Bastian confía y era perfecto para asuntos diplomáticos solo podía ser Alistar.
Ese día en la mañana, se había despertado temprano para empezar a discutir todo el tema del grupo para rebeldes, el encargado de la estación le dijo que los soldados designados empezarían a llegar a los establos tan pronto el asunto del Lord quedara solucionado, pues después de lo ocurrido querían tener bien protegido a cualquier invitado del reino vecino.
-El sol se eleva cada vez más- Informo un soldado que recién entro en la estación –No debe tardar en llegar.
-Esperemos que no hayan tenido problemas en los mares- Hablo Ezra retirándose de la pared en la cual estaba recargado y luego se dirigió al encargado –Me voy al puerto ahora mismo, informa a tus hombres que me sigan.
-Claro majestad –Respondió el encargado –Yo iré directo a los establos, para recibir a al grupo.
Ezra asintió y el soldado que acababa de entrar lo siguió fuera, y empezaron a salir más guardias que lo acompañarían al puerto para la escolta.
El plan era, recibir al Lord en los puertos y luego escoltarlo hasta la estación, donde ya habían preparado varios pegasos con los que el Lord y su escolta subirían a Eben.
Después de eso Ezra se dirigiría a los establos para conocer a los soldados que formarían el grupo contra rebeldes. Sería un largo día para él.
Ezra subió a un caballo y los demás soldados lo imitaron, hizo una seña con la mano indicándoles que no se separaran de él, mientras guiaba su camino hacia el puerto. En todo ese día había algo que desconcertaba al mayor de los Solerian, pues no lo noto cuando despertó, pero ahora que estaba al aire libre, notaba como aunque el sol estaba sobre el cielo y pareciera querer brillar más fuerte que nunca, sus rayos apenas podían atravesar el denso manto de nubes negras sobre el cielo.
No era tan común que lloviera en la nación del sol, mucho menos que lo hiciera de día, normalmente llegaban tormentas cuando anochecía, pero ahora estaban estas gigantescas nubes negras cubriendo por completo el cielo y amenazaban con dejar caer una tempestad abismal sobre Alariel.
Ezra presentía que algo saldría mal.
Llegaron al puerto sin mayor preocupación y ahora estaba de pie a un lado de su caballo, buscando con la mirada un barco ilariano que suponía, seria ostentoso. Siempre le fascino el comercio que estaba presente en esta ciudad, pero ahora percibía que la gente en las calles era mucho menos de lo normal, había mercados y gente a sus alrededores pero en un volumen mucho menor.
Suspiro al saber que todo esto se debía al miedo que provoco ese ataque de Lestra, recuerda incluso como el mismo se asustó por momentos, la escena era simplemente horrorosa y podía parecer perfectamente una sentencia de guerra.
-Creo que viene en ese barco majestad- Informo el soldado que estaba a su lado.
Ezra entonces miro con más detenimiento y vio un gran barco con colores purpuras y plateados; los colores del reino de la luna. En él debía venir su invitado.
-Síganme soldados- Ordeno mientras se acercaba al barco; que acababa de atracar en el puerto.
Se posiciono justo en frente a la salida del barco, esperando divisar a su invitado, quien suponía que sería Alistar.
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El Usurpador de Cristales
FantasyMi visión de lo que ocurriría en el 3er libro. Universo alternativo continúo de El príncipe del sol y La ladrona de la luna. *ADVERTENCIA CONTIENE SPOILERS DE LAS OBRAS ANTES MENCIONADAS, SI NO LAS HAS LEIDO TE RECOMIENDO QUE LO HAGAS Y LUEGO VUELV...