¿¿¿???
Sombra errante
El viaje estaba siendo más largo de lo que esperaba, acostado en las pajas detrás de la carreta, con cada bache o pequeña piedra sentía como la madera temblaba débilmente mientras la carreta daba pequeños saltos.
Si no fuero por los molestos insectos y los finos pedazos de paja metiéndose entre sus ropajes, hubiera descansando en el viaje y todo, pero no había tenido suerte, por alguna razón no le sorprendía.
Pero tampoco le importaba, ya ni siquiera podía recordar la última vez que su cuerpo no lo atosigaba con alguna molestia o cortada, pero a comparación de antes, esta vez habían sanado con mucha rapidez, podía jurar que estaban casi cerradas.
<<Que objeto tan interesante>> pensó, esto era lo que buscaban. Con razón siguieron enviando gente a esa asquerosa isla después de sacar hasta el último de esos cristales.
Un salto de la carreta hizo que se golpeara con el extremo de la madera, obligándolo a maldecir.
-Silencio- Le susurro la voz de un viejo–Ya casi llegamos, no me delates ahora.
Se molestó pero decidió no renegar.
Pasó sus manos por detrás de la nuca y decidió esperar, no debería tardar mucho en llegar a su destino.
Un ruido molesto lo despertó de su sueño, ni siquiera recuerda en qué momento se durmió. Ese ruido lo había provocado la carreta, se había detenido. El viejo quito el manto que cubría la paja donde estaba recostado y le indico que saliera.
Se tallo la cara un segundo y salió de la carreta de un salto, al poner los pies sobre el suelo empezó a sacudir sus ropajes quitando pedazos diminutos de paja. Cuando termino, dirigió su vista hacia enfrente y se acomodó su capa envolviéndolo por completo en su color negro, la luna estaba elevándose y la oscuridad de la noche pronto cubriría las calles de la ciudad, no era idiota como para vagar por esta ciudad con el sol en el cielo.
Sintió orgullo que su plan estaba continuando justo como él quería, aunque ahora seguía lo difícil, debía ubicar donde estaba situado todo, pues llevaba... Mucho tiempo sin pisar estos suelos.
-Y aquí estamos- Dijo burlonamente el viejo a un metro de el –¡Zunn! de las ciudades más importantes de Alariel... Y las más protegidas, así que con esto espero que estemos en paz.
-Lo estamos- La voz profunda de esa silueta negra combinado con el ambiente tétrico, asustaría a cualquiera que pasara cerca.
-¿Ya habías estado aquí?- Pregunto repentinamente el viejo con su fastidiosa voz.
Saco un pesado suspiro cuando los recuerdos oscuros lo invadieron.
-Hace mucho que no, estuve en casi todas las ciudades del sol, pero esta... Siempre me enfadaba más, y a ellos no les convenía que me enfade- Su voz volvió a ser sombría.
-Mejor evita problemas gato, o si te atrapan, evita mencionarme - Hablaba el viejo mientras recogía el manto y lo acomodaba en su carreta- ¿Iras al castillo?
La sombra hizo un ruido de molestia y vio de re ojo al viejo, sus afiliados ojos podrían cortar muchas almas débiles.
-Eso a ti no te importa una mierda- Contesto de manera áspera. – ¡Ya lárgate de aquí!
El viejo con algo de cuidado se apartó de él y subió a su carreta rápidamente.
-Bien, bien, me voy, sería mejor que hagas lo mismo. Una tormenta se aproxima.
Ante esto la sombre miro hacia arriba y se sorprendió con lo que vio, las nubes negras muy similares a las que estaban en la isla se situaban dominantes en los cielos de Zunn. <<Parece que me están siguiendo>> pensó. Sintió un frio congelante en su interior cuando recordó lo que paso ahí, y su semblante se volvió negro mientras apretaba sus puños. Los haría pagar a todos y cada uno de ellos.
Su vista volvió al frente y se dispuso a adentrarse en la densa y en estos momentos oscura ciudad. Antes de apartarse respondió con una voz llena de ira y poder.
-¡Lo único que se aproxima soy yo!
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El Usurpador de Cristales
FantasyMi visión de lo que ocurriría en el 3er libro. Universo alternativo continúo de El príncipe del sol y La ladrona de la luna. *ADVERTENCIA CONTIENE SPOILERS DE LAS OBRAS ANTES MENCIONADAS, SI NO LAS HAS LEIDO TE RECOMIENDO QUE LO HAGAS Y LUEGO VUELV...