capitulo IV: El cuento de la ninfa y las tentaciones.

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La noche transcurría con el tono bohemio que la brisa, el mar y la playa podían ofrecer. Hermione se sentía eufórica, sabía que el ambiente entre la mafiosa y ahora dueña del bar Bellatrix solo acabaría rompiendo la tensión con un poco de coqueteo y besos. Le quería besar, por alguna razón que ella desconocía, quería intentar seducir a esa peligrosa y atractiva mujer que conocía hacía aproximadamente 18 horas.  

casi había olvidado el percance con el príncipe. Las luces neones le proporcionaban un ambiente acogedor y mágico. Los licores iban aglomerándose en la mesa. Sentía como si estuviera atrapada en la trampa de una ninfa. 


-¿Te diviertes?- Preguntó Bellatrix mientras Hermione jugaba a vencidas con Rodolphus. 

-¡Como nunca me había divertido! ¿Y tú?- Hermione estaba ganándole a Rod. Sí, la chica tenía más fuerza que él. 

-También me estoy divirtiendo pero creo que deberíamos de irnos ya.

-¿Por qué? ¡Ay! Esta niña tiene la fuerza de un titán.- Exclamó el hombre que había perdido en ese momento. 

-Tom quiere verme y necesito parecer lo menos ebria posible.- Bellatrix a la hora de tomar era un barril sin fondo. Podía beber y combinar los licores que ella quisiera. Era todo un desastre porque esto pasaba cuatro veces por semana... Como mínimo. 

-¿Tu jefe?- Hermione se levantó dejando su vaso de coctel en la mesa. 

-Así es. 

-Está bien... vámonos.- Hermione bajó la mirada porque entendió que esa diversión ilimitada sí tenía un final después de todo. 

-Oh no pongas esa cara, por favor.- Bella le levantó el rostro poniendo su mano en el mentón de la chica.- Podremos venir otro día. Tu compañía es agradable, tal y como lo esperaba.- Entonces Bella le besó la mejilla. Hermione pudo sentir el aroma a  Chanel que desprendía el cuello desnudo de Bella.- Te lo prometo.- Bella se alejó para darle otro beso en la otra mejilla de la universitaria. Muy cerca de sus labios, un beso suave, tierno pero que dejaba abierta la puerta para muchas oportunidades se posó en la piel de Hermione. 

-Mi corazón está latiendo muy rápido en estos momentos.- Respondió la chica cuando Bella se alejó. 

-El mío también.- Rodolphus respondió, entrometiéndose en la escena.- ¡Y más porque viene la policía!

-Oh mierda.- Fue cuestión de segundos en que las sirenas, armas y advertencias de dispararan  provocaran la histeria en los comensales. 

-¿En en serio?- Le preguntó Rodolphus a Bella. 

-Te lo dije, es por el príncipe. 

-¿Qué hacemos entonces?- Preguntó Hermione mineras veía como todas las personas comenzaban a revolotear de lado a lado mirando por la ventana. 

-Evacua a las personas por la puerta. Total, a quien buscan es a mí. Yo saldré por atrás. 

-¿Y no crees que estén allí también?

-¡Claro! No sería emocionante entonces.- Bella ahora miró a Hermione se acercó a ella y metiendo la mano en sus sostén le dejó un pequeño papel envuelto.- Llámame cuando estés a salvo.- Le giño el ojo mientras tomó su casco y Rodolphus le tiraba las llaves. 

-Tendrás que lavar el baño después de esto. 

-Como usted diga jefe.


Así como sugirió Bella, todos empezaron a salir con las manos hacía arriba. Gritaban que eran inocentes y que solo estaban pasando un buen momento bebiendo y bailando. A lo que la policía respondió que el Príncipe Carlos había sido secuestrado y que, a raíz de esto, cerraron el área limítrofe lo antes posible para que los culpables pudieran ser capturados. Así mismo, que tecnología satelital había seguido el rastro de un teléfono que no solo había estado en la escena si no, también se encontraba en ese bar.  El protocolo decía que debían entregar cada uno sus teléfonos para ser pasados por una maquina de reconocimiento de IP.  Si las IP no coincidían entonces eran inocentes. 

ONE DAY OF SUMMER [Un día de verano]×(AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora