6. Choque de realidad

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Un golpe duro, a veces es lo que la vida te depara para que aprendas que nada está escrito, que las cosas cambian todo el tiempo sin que puedas detenerlo. Aprender que cada quien es responsable de sus decisiones es la resolución más sensata que se puede tomar, por eso cada persona debe vivir y actuar según sus propios deseos, porque nada te asegura que alguien más verá por ti en el futuro, mucho menos que se preocupará por ti incondicionalmente. Lena solo tenía una relación en su vida que realmente consideraba incondicional y eso le había enseñado mucho.

Ella se levantó con el tono de llamada personalizado de Ale. Abrió los ojos con lentitud solo para observar la foto de su amiga en la pantalla.

-¿Por qué me llamas?- Contestó ella confundida -¿a dónde fuiste?

-Estoy en la panadería a dos cuadras del departamento- indicó Ale -pero eso no es importante. Prométeme que no recibirás llamadas, no encenderás el televisor ni revisarás ninguna red social hasta que llegue.

-¿Qué sucede?- Inquirió ella preocupada.

-Solo promételo, Lena- insistió su amiga con fervor.

-Está bien, tranquila- aceptó ella -pero quiero muchas explicaciones en cuanto llegues.

-Por supuesto.

Alejandra colgó la llamada y ella se levantó. Caminó hasta el baño para ducharse y vestirse. La llamada de Ale la había asustado por lo que aunque hizo lo que le pedía ya no pudo volver a dormirse como usualmente le sucedía. Salió del baño vestida, se peinó y se dirigió a la cocina para esperar por su amiga unos minutos. No fue hasta que Alejandra abrió la puerta del departamento llena de bolsas que supo que aquellos minutos habían sido interminables para ella, sola y esperándola allí.

-¿Qué sucede, Ale?- Preguntó ella ayudándola a dejar las bolsas en la encimera.

-Tienes que ver algo...- comenzó su amiga viéndola con preocupación -algo que probablemente sea difícil de ver.

-¿Qué?- Insistió ella -solo dímelo Alejandra.

Usar el nombre completo de su amiga solo significaba que estaba molesta o que había llegado al borde de su paciencia y Ale lo sabía, la conocía demasiado bien como para no saberlo.

-Primero vamos a sentarnos- pidió su amiga llevándola al mueble.

Ellas se sentaron entonces en el lugar y mientras Ale buscaba algo en su celular ella esperaba expectante. Unos segundos después la pantalla de su mejor amiga se presentaba frente a sus ojos con alguna publicación de Twitter. Al inicio no comprendía lo que veía hasta que las palabras cobraron sentido lentamente, sus ojos se abrieron y una extraña sensación de molestia mezclada con traición se iba convirtiendo en rabia en su pecho. Casi le arrebató el celular a Alejandra de la mano solo para poder ver de cerca aquello. La publicación era bastante explicativa por sí sola.

El usuario era un tal Descon0cido678, todo lo que se esperaría de alguien que quiere permanecer anónimo pero que no sabe hacerlo con sutilidad. El texto rezaba, "Los jefes de departamento legal sí que se divierten, después de todo si les llega una acusación de acoso sexual desde recursos humanos es muy sencillo pasarlo por debajo de la mesa de esta forma. Si no me creen, pregúntenle a Daniel Ortiz, el jefecito de Tecnologías Reyes sabe romper todas las reglas". Y como para completar la credibilidad de la información debajo de aquello aparecía un video que lucía como extraído de las cámaras de seguridad de la oficina en la que ella trabajaba. Allí, en la oficina de Daniel, se lo veía besarse y acostarse con una mujer de la que se le censuraba el rostro, era obvio que aquello estaba editado para que nada se mostrara demasiado pero el mensaje era especialmente claro.

El jefe que quieroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora