Alcohol, bulimia y anorexia

Chloe Stevens

2000
-¡Felicidades Marie va a ser mamá!
Esa simple frase seguía rondando por la mente de Marie y no es que no quisiera tener al bebe, claro que quería pero tenía miedo de su embarazo, había subido unos cuantos kilos y tenía miedo que eso le obstruyera respirar mientras pujaba o que causara alguna complicación en el parto, pues ya tenía la experiencia del primero.
-Ya no puedo seguir así, tengo que adelgazar por mi bebé-pensó
Y es que ella se sentía como una ballena, así que fue directo a una tienda a comprar una botella de agua y algo de fruta para su desayuno.
Después de tres meses fue a una revisión rutinaria al hospital.
-Hola Marie, estas muy delgada, vamos a pesarte.
La doctora Estela impidió que dijera algo Marie y la llevo a la báscula.
-57 kilos y mides 1.65, valla has bajado 11 kilos en estos tres meses ¿no será diabetes?
-¿Qué?-Miró a la doctora algo asustada
-Mmmh no lo se, existe una probabilidad, 11 kilos es mucho, ¡enfermera!-gritó- programe una cita mañana para hacerle los estudios correspondientes.
-Si doctora- la enfermera salió del consultorio enseguida.
-Bien, creo que eso es todo, ve a que te digan la fecha.
-Gracias doctora-Marie se levantó y se despidió para luego salir directo a donde estaba la enfermera.
-Bien, pude hacerte una cita mañana, tienes que venir en ayunas y tranquila.-Le entrego una hoja y se fue.
Esa noche Marie no pudo dormir de la angustia a pesar que su esposo Paul le dijo que no era muy probable, que sólo era por la dieta que ella había echo por su salud.
En cuanto dio la hora que tenía anotado en su papel entró al hospital a hablar con la enfermera, después la hicieron pasar a un consultorio y le hicieron los exámenes correspondientes, al salir le hicieron unas pocas preguntas.
-¿Has estado comiendo bien?-la enfermera la miro esperando apuntar su respuesta.
-creo, cada bocado que ingiero lo vómito.
-Bien-la enfermera apuntó la respuesta.-¿bebe algo de agua?
-Si, de tres a cuatro litros.
-Bien, es todo-apuntó la respuesta y guardó la hoja-ya se puede ir, por favor desayune muy bien y vuelva en tres horas.
Marie salió del hospital y la angustia no la dejaba comer, se sentía extraña, tenía miedo de tener diabetes, paró en una cafetería pequeña y pidió unas crepas y café, cuando vio el reloj las tres horas ya habían pasado.
-¿y bien?-Paul miró a su esposa con preocupación
Marie abrió el sobré y leyó su contenido
-Salió negativo-suspiró.
-Te lo dije, sólo te preocupas demasiado.
Después de seis meses volvió al hospital con contracciones, trato de relajarse cuando la alistaron y practicó sus respiraciones cuando entró a la sala de partos, cuando estuvo apuno de dar a luz las campanas de la iglesia comenzaron a sonar, avisando que un padre había llegado a la ciudad, cuando las campanadas dejaron de sonar el llanto de una pequeña se hizo presente, Marie suspiró aliviada al igual que Paul, pues ese embarazo había sido muy fácil y rápido.
-¿Cómo le pondrás hija?-Rosa la madre de Marie miró a la pequeña personita que estaba en los brazos de su hija.
-Pues como siempre quisiste-miró a Paul quién asintió con aprobación-se llamará Chloe.