Renacimiento de la pequeña nuera en los 80 - Parte 1

Capítulo 135: Hada Negra

"¡Xue'er, no dejaré que nadie me lastime!, no dejaré que te cases con otra persona, solo puedes ser mi esposa, de Chu Molin, en esta vida ".  Las palabras dominantes de Chu Molin sonaron en el oído de Qin Xue.

Qin Xue miró el corazón sincero del hombre y sonrió.

"¿Si dices que no lo harás, entonces no pasará? La cosa en el campo de batalla son deseas, ¿así que no te lastimaras?"

Qin Xue realmente quiere golpear su cabeza para ver cómo está construida, ¿Por qué las cosas se están desarrollando de acuerdo con lo que él quiere?

Chu Molin extendió la mano y tocó el estómago de Qin Xue para sentir el movimiento fetal bajo sus manos.

"Xue'er, si no vivo para mí, viviré para ti y mis hijos, entonces debes creerme, ¿de acuerdo? ".  suspiró Chu Molin en voz tan baja.

Ahora para hacer creer a su mujercita, ¡La postura se ha puesto muy baja y baja!

"¡Está bien, te creeré una vez! Hablando de las lesiones, te preguntaré, ¿Cómo está tu lesión?".  Qin Xue todavía recordaba que estaba herido.

"¡Está bien! , casi está listo, ¿No es realmente extraño?, he sufrido este tipo de lesiones antes y me lleva alrededor de un mes deshacerme de ellas, pero solo fueron unos días y  se han formado las costras, ¿te sorprende? ".  Chu Molin dijo esto deliberadamente para que Qin Xue no se enrede en este tema.

Qin Xue se sintió un poco culpable en su corazón.

Sonrió incómoda: "Jeje, ¿Enserio? Quizás tu físico haya mejorado, así que te recuperas más rápido, ¿verdad?".

Chu Molin miró la expresión antinatural de su joven esposa, pero no  expuso sus malas excusas.

Obviamente, era su obra maestra y todavía usaba esa excusa para burlarse de él. En este mundo, nadie excepto Qin Xue podría atreverse a hacer esto.

"¡Bueno, Xue'er lo dijo!".  Chu Molin la tomó de la mano y caminó lentamente.

El tiempo es tranquilos y no saben cuantas vueltas han dado, hasta que Qin Xue estaba cansada y quería regresar.

"¡Xue'er, siéntate y te traeré agua para que te duches!". Chu Molin puso a hervir el agua de la olla cuando recogió la sopa de pollo y ahora el agua está caliente cuando regresaron.

"¡Está bien, traeré la ropa!".  Qin Xue regresó a la habitación para buscar su pijama.

Qin Xue agregó un poco de agua de manantial espiritual como anoche, roció algunas flores de durazno y se bañó.  ¡La fragancia de las flores llenaba la habitación!

Después de que Qin Xue terminó de lavarse, todavía recogió las flores de melocotón en el espacio y sacó un balde de agua de manantial para la ducha de Chu Molin.

Pensó que puede refinar un poco de aceite esencial de flor de durazno ella misma, así ¡simplemente dejará caer dos gotas directamente!, y no tiene que recoger las flores de durazno cada vez que se  ducha.

Da la casualidad de que irá a la ciudad el condado mañana, en ese momento buscará herramientas de refinamiento.

"Chu Molin, estoy lista, puedes tomar una ducha ahora". Qin Xue lleva un pijama de encaje negro hoy.

Chu Molin estaba cerrando los ojos y restaurando su mente. Al escuchar la voz de Qin Xue, abrió los ojos y lo que vio fue una imagen que hizo que su sangre saliera a borbotones.

Qin Xue llevaba cabestrillos y tirantes finos,  sus hombros expuestos eran blancos y delicados.

Además, el diseño de cuello en V esboza un escote profundo. Lo que ella quiere mostrar es muy fascinante. La combinación de blanco y negro es definitivamente la existencia más atractiva, ¡Solo es como un hada negra!

La otra noche Chu Molin solo la miró de lejos y sufrió de insomnio toda la noche. Ahora que la pequeña esposa apareció frente a él con ese vestido, ¿no perdería su vida?

Chu Molin respira con más dificultad, sintió un rápido flujo de calor corriendo hacia la parte inferior de su abdomen, y los cambios en su cuerpo lo hicieron correr al baño a toda prisa, ¡Tenía miedo de lo que haría en el acto si no se movía rápido!

Al pasar por Qin Xue, una fuerte  fragancia a flor de melocotón se precipitó en su nariz.

Salió un flujo de calor, ¡Maldita sea, le sangra la nariz!

Chu Molin corrió más rápido, y después de dos largos pasos, entró al baño. ¡Solo  se escuchó un golpe y la puerta se cerró vigorosamente!