El dios del engaño nunca pudo quedarse en un solo lugar siempre buscando cómo aumentar su poder para en un futuro poder gobernar Asgard y destronar al futuro rey quien es su hermano, el favorito de Odin.
En uno de sus intentos, encuentra un hechizo...
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Luna había estado saliendo con un chico muy encantador, se llamaba Dereck, cuando su hermano la abandonó en la estación de King's Cross hace unos meses.
Dereck le llevaba comida a la casa donde se escondía en los días lluviosos, estaba abandonada y estaba caliente.
Ahora Dereck la había invitado a su casa, du madre había estado insistente de que Luna se quedara con ellos algunos días, hablarían con los Evans para que también pudieran ayudar a la chica.
—Dereck, ¿conseguiste los helados?
—¡Si!
Luna se rio en voz baja cuando ella y Dereck entraron en la casa O'Neill; en chico mantuvo la puerta principal abierta y la dejó pasar el umbral antes de seguir adentro. La condujo al comedor y dejó la bolsa sobre la mesa.
—¿Platos?
—Cubiertos: comemos de las cajas de comida para llevar.
—Ustedes animales— Luna jadeo dramáticamente.
Si su padre pudiera verla el no lo creería, su pequeña princesita había perdido sus modales.
—A veces simplemente tienes que vivir la vida al límite.
—Está bien, rebelde, ¿donde están los cubiertos?
Dereck señaló un cajón, comenzó a desempacar la comida mientras la revisaba.
—Está bien, ¿Que....?— Cora hizo una pausa mirando a La Niña que estaba colocando cubiertos en tres manteles individuales como si perteneciera allí— Hola.
—Bien, está es Luna Gil— dijo Dereck— Está es mi mamá, Cora.
Luna se congeló nerviosa, los adultos solían ponerla nerviosa.
Dereck se encogió d rhombus antes de que su amiga se volviera hacia Cora.
