El dios del engaño nunca pudo quedarse en un solo lugar siempre buscando cómo aumentar su poder para en un futuro poder gobernar Asgard y destronar al futuro rey quien es su hermano, el favorito de Odin.
En uno de sus intentos, encuentra un hechizo...
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Las noticias no iban de mal a mejor, todo parecía ir empeorando cuando se suponía que su plan funcionaría, pensaba que después de matar a Elijah tendrían el control sobre todo el asunto de de Klaus y el sacrificio.
Pero resulta que si matabas temporalmente un original la compulsión terminaba, lo cual era lógico porque si matabas a un vampiro normal su compulsión termina.
También estaba conmocionada, había una carta de Gwen.
Luna estaba de mal humor.
Katherine estaba fuera de la tumba, en la habitación de Stefan, cuando entró a verlos.
—¿Que diablos está haciendo ella aquí?— Luna exige.
—Cuando matamos a Elijah, rompimos la compulsión y liberamos a la perra de la rumba— respondió Damon.
—¿Como es posible?— pregunta Stefan.
Luna gime de molestia al darse cuenta.
Se molesta a un mas porque no lo vio venir.
—Maldita sea, es un Original—dijo Luna haciendo sonreír a Katherine— Tiene todo tipo de habilidades especiales.
—¿Y apenas lo vienes diciendo?— cuestiona Damon molesto, recibiendo una mala mirada de ella— Alguien amaneció con el pie izquierdo.
—No la quiero aquí— dijo Elena refiriéndose a Katherine— Sáquenla de aquí.
—Me necesitas Elena— dijo Katherine— Todos ustedes lo hacen.
—Como el infierno lo hacemos— comenta Luna, estando de acuerdo con Elena.
—Todos queremos lo mismo.... Klaus muerto. Sin embargo, aquí están todos, corriendo como pollos con la cabeza cortada.
—No necesito tu ayuda y no la quiero— Elena replicó.
—Y eso es increíblemente estupido de tu parte— le dijo Katherine—¿Sabes donde está Klaus? ¿Cuando viene? ¿Como se ve?— lo último lo dijo sonriéndole a Luna.
