Cristina es una chica normal que adora de los videojuegos, sobre todo la saga de The legend of Zelda pero a algunas personas no les parece y la agarran como objeto de burla, un día llega a su limite y pide un deseo desde el fondo de su corazón.... p...
Después de toda una mañana llena de contra tiempos, nuestros jóvenes protagonistas habían llegado a la muralla de Hatelia, conocieron a un viejo historiador en su cabaña, almorzaron, evitaron a un miembro del Clan Yiga que fingió ser una chica llorando a un lado del camino, hasta que llegaron a la parte peligrosa del camino donde los monstruos se escondían en la hierba alta y detrás de las rocas.
Los dos aventureros pasaron por el camino a la aldea Hatelia a pesar de que estuviera atestada de monstruos, pues Cristina había planeado cruzar a toda velocidad evitando a los monstruos y bandidos con la excusa de querer jugar con Link una carrera a caballo. Una vez en la entrada los recibió un señor con un trinche que pensó por un momento que eran monstruos, finalmente se disculpó, les permitió pasar y les indicó la dirección del laboratorio de Hatelia.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Al parecer se encontraba en la parte más alta de la montaña al fondo de la aldea, a Link le disgustó un poco pero Cristina estaba emocionada por conocer a la persona encargada del laboratorio, pues ella sabía exactamente de quien se trataba y le emocionaba la idea de conocerla. Pidiéndole a Link una revancha por su victoria anterior, él aceptó con gusto y los dos fueron tan rápido como pudieron hasta el final del camino para llegar antes al laboratorio, nuevamente ganó Link pero eso no le importó a Cristina.
Finalmente estaban en el laboratorio de Hatelia, los dos abrieron la puerta juntos y el lugar era justo como lo recordaba Cristina, había hojas con planos y notas científicas esparcidas en toda la mesa en el centro del lugar. Fueron directo a una pequeña niña de cabello blanco que estaba junto a la mesa.
- Hola, bienvenidos al laboratorio de Hatelia. Vienen a hablar con el jefe, ¿Verdad?
- Si así es
- Está allá al fondo. Pero no lo distraiga mucho, está muy ocupado
- Ok, muchas gracias niña
Link fue al fondo de la habitación donde un señor estaba examinando algo en una librería repleta de libros polvorientos y viejos, su compañera se había quedado con la niña pues sabía quién era la verdadera persona a cargo y le causaba gracia la broma que le habían jugado.
- ¿De qué te ríes?
- De que realmente le creyera, pero bueno. Es entendible, ¿no es así señorita Prunia?
- Ji ji ji. Parece que a ti no te logré engañar
- Shhhh, Link aún no se ha dado cuenta
Las dos bromistas se quedaron calladas para escuchar la conversación de Link.
- Hola
- ¡Hola!, apuesto a que no has visto tal cantidad de libros y documentos juntos
- Ciertamente no
- Aquí hemos recopilado todo el material existente sobre las civilizaciones ancestrales
