El primer recuerdo

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Una vez que juntaron todo lo necesario, se reunieron en dónde nadie los pudiera ver y usaron el teletransportador al rancho del rio para comenzar su viaje y de paso conseguir algunas cosas que no pudieron conseguir la última vez por Grahim, entre ellos los tres santuarios en los Picos gemelos y la torre de Necluda.

Aunque Cristina tuvo algunos problemas al escalar Link siempre le dio la mano para ayudarla y se encargó de que no se cayera, obtuvieron rupias, armas, y el pañuelo de escalada que mencionó su compañera que le ayudaría a escalar mejor. Después de eso siguieron su camino a caballo para llegar más rápido a su destino, pero Link tenía el presentimiento de que alguien los seguía.

Durante su viaje Cristina insistió a Link que pasaran al lago Komolo según para descansar y tomar agua pero a Link no le convencía mucho esa explicación, parecía muy insistente por nada prácticamente y lo jalaba con fuerza de la mano.

- Vamos Link, solo estamos a unos pocos pasos

- Ya voy, ya voy. ¿Por qué tanta emoción por tomar agua?

- Es que estoy super, super sedienta je je. Ven Link

- Ya ya. Ya estamos en la orilla, ya puedes tomar agua

- Si claro, ji ji ji

Ella se hacía la que recolectaba agua mientras que su compañero vigilaba la zona ya que estaba anocheciendo y no quería que nadie los atacara por sorpresa.

- Conociéndote de que odias cuando anochece, pareces muy calmada

- Bu-Bueno, ya que no siempre vamos a poder llegar a algún rancho antes de que anochezca... pues tengo que acostumbrarme, además que aún no salen las estrellas

- Je, pues lo estás manejando muy bien por lo que veo

- Gracias... Oye ¿Ya viste el paisaje a lo lejos?

- Eh sí, es muy lindo

- Lo digo enserio Link, desde aquí los Picos gemelos se ven hermosos... estaría perfecto para una fotografía

- ¿Cómo dices?

- Muévete un par de pasos a tu derecha y lo sabrás

Ese comentario extrañó bastante a Link, pero creía entender a lo que se refería por lo que hizo lo que le pidió y dirigió su mirada a los Picos gemelos, el paisaje era realmente hermoso pero había algo que se le hacía tan familiar.

Sacó su Tableta Sheikan y la segunda fotografía que tenía en su galería era idéntica al paisaje, entonces algo empezó a emerger desde lo profundo de sus recuerdos... una memoria de hace cien años.

"La princesa Zelda daba un paseo por las orillas del lago Komolo con la Tableta Sheikan en sus manos, en dirección a Ciudad Goron y Link iba tras de ella como su guardia personal para asegurarse de que llegue sin ningún problema sana y salva.

- De aquí iremos a Ciudad Goron. Voy a hacerle unos ajustes a la bestia divina para que Daruk le sea más fácil controlarla. Hemos logrado que se mueva, pero creo que aún nos quedan muchas cosas por aprender.

La princesa seguía hablando y caminando mientras que Link solo la escuchaba atentamente sin pronunciar sonido alguno.

- Es increíble pensar que nuestros antepasados fueran capaces de crear algo así. Pero eso significa que podemos comprenderla y usarla a nuestro favor. Las bestias divinas son la clave de todo si queremos detener a Ganon, debemos dominarlas.

Después de decir eso, la actitud de la princesa fue decayendo poco a poco de una actitud decidida a una más nostálgica y deprimente, cada vez su andar se hacía más lento hasta que los dos se detuvieron y sin dejar de darle la espalda volteo de reojo a ver a Link, dejando ver ligeramente sus ojos azules a través de sus rubios cabellos que brillaban color dorado con los rayos del sol.

Un juego muy realDonde viven las historias. Descúbrelo ahora