Cristina es una chica normal que adora de los videojuegos, sobre todo la saga de The legend of Zelda pero a algunas personas no les parece y la agarran como objeto de burla, un día llega a su limite y pide un deseo desde el fondo de su corazón.... p...
Estaba emocionado de mostrarle a Cristina el nuevo módulo que acababa de conseguir, pero al salir del santuario ella no estaba donde dijo... me empecé a aterrar y temí que algo malo le hubiera pasado así que comencé a ir montaña abajo a pie.
Lo único que había en el camino eran pedazos de Bokoblings alrededor enterrados en la nieve, estaban a los lados de lo que parecía un rastro de algo en la nieve. Me parece que Cristina se deslizó montaña abajo y los monstruos que la seguían salieron rodando.
Ella dijo que iría al primer santuario así que me teletransporté allá pero tampoco parecía estar cerca... ahora mismo me encantaría que mi Tableta me mostrara la ubicación de Cristina también.
Si fuera Cristina ¿Dónde iría?, ella es una historiadora y siente curiosidad por todo... así que el mejor lugar a dónde podría ir serían unas ruinas, aquí en la meseta hay dos en realidad.
El templo del este y otro templo más al fondo... en el templo del este hay un santuario así que talvez fue allá para investigar o algo así, se veía emocionada con el tema de los santuarios así que era la oportunidad perfecta para ver uno más de cerca y sin la preocupación de monstruos. Era el lugar perfecto para ella, además de que allá había unas antiguas máquinas que de seguro le fascinarían.
Una vez aquí empecé a buscar a Cristina para asegurarme de que esté bien... además de que debemos seguir.
Mientras caminaba entre las ruinas sentí como algo me jaló del brazo y me empujó contra una pared, antes de que pudiera hacer algo una mano estaba cubriéndome la boca.
- Cristina: (Susurra) No hagas más ruido o los activarás
- Cristina: (Lo calla) Shhhh... baja la voz, esas cosas todavía no nos descubren y quiero que siga así
- Link: (Confundido) ¿De qué estás hablando?
- Cristina: (Señala a las ruinas) ¿Ves esos guardianes del fondo?
Me asomé un poco por el borde de la pared y noté unas máquinas que parecían no haber sido usadas desde hace un muy largo tiempo.
- Link: ¿Hablas de esas cosas?
- Cristina: Si, y ya te dije que bajes la voz
- Link: No creo que esas máquinas puedan oírnos, parece que llevan más de cien años desactivadas
- Cristina: De hecho si son cien años, pero no te confíes... algunos aún siguen activos
- Link: Vamos, esas cosas ya están demasiado oxidadas y cubiertas por la naturaleza (Se va caminando)
- Cristina: (Trata detenerlo) Espera Link, no vayas
Está bien que ella quiera ayudarme pero solo son máquinas viejas, además ¿Qué tanto mal pueden hacer?, no parecen ser una gran amenaza...
En cuanto me acerqué a la máquina del centro esta empezó a moverse de la parte de arriba y la giró hacia donde estaba, luego de un flasheo se vio un ojo rojo en el centro de su cabeza recordándome a los pequeños guardianes de los santuarios.
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