Era un lunes por la mañana, cuando la chica de ojos cafés y pelo castaño, abría los ojos por la incomodidad que esta recibía de los rayos del sol que tocaban su cara...Se levantó de su cama, recorrió la cortina evitando que los rayos del sol siguieran entrando...iba a recostarse para seguir durmiendo, pero hubo un inconveniente, ya que su alarma comenzó a sonar. - Mierda. - Fue lo que murmuró. Quito la alarma, se dirigió a su closet, sacó unos pantalones, una camisa de botones, sus botines y calcetines, sacó su ropa interior, dejó todo esto en su cama, entró a su baño...se recargo en el lavabo mientras se miraba al espejo por unos cuantos segundos, se lavo la cara y los dientes, se metió a la ducha dándose un baño con algo de prisa ya que no quería llegar tarde a la academia, salió del baño, se vistió y cepillo su cabello, hizo la cama, agarro su mochila y bajó. Ella vivía con su madre y su hermana en una enorme casa.
La madre de Raquel la miró. - Cariño, quieres desayunar antes de irte a la escuela?.
Raquel: Mire a mi madre, mientras caminaba a la puerta. - No mamá...que no tengo hambre, ya me voy que no quiero llegar tarde.
Su madre hizo una mueca de algo de desagrado. -Vale pero espera a tu hermana, para que vayan juntas a la academia.
Raquel: - No mamá...me tengo que ir ya. - Dicho esto salió de su hogar, se subió al auto, y puso en marcha a la academia. Las cosas que más odiaba Raquel era llegar tarde, era algo que más le desagradaba. Llegó minutos después a la academia, se estacionó y bajó, se dirigió rápidamente a la entrada, el timbre sonó y ella apresuró el paso, cuando de pronto choca con alguien ocasionando que el café de la otra persona cayera en su ropa, hizo una mueca, levantó la vista hacía la otra persona. Era una chica de su edad, pelirroja con pecas.
Raquel: - ¿Por qué mierdas no te fijas por donde caminas? ¿Estas ciega o qué?.
Alicia: - En primera tú eres la que chocaste conmigo por ir a las prisas, castaña
Raquel, hace una mueca...mira a Alicia. - Pues lo siento tenía prisa...
Alicia se coloca sus gafas. - Dale como sea...- Sigue su camino perdiéndose en los pasillos.
Raquel soltó una risa. - JODER...TÍA PUES QUE TENÍA RAZÓN ESTAS MIOPE.- Cuando ya no recibió ninguna respuesta por parte de la pelirroja, se dirigió rápidamente a los vestidores, se cambió de ropa y fue corriendo al salón de clases. Estaba algo enfadada con aquella pelirroja que le tiro el café encima, o más bien, que fue un accidente. Miró al frente poniendo atención a la clase.
La pelirroja entró con otra chica pelinegra que era idéntica a ella, Raquel hizo una mueca ya que sabía a lo que venía.-Ellas son sus compañeras, Zulema Zahir y Alicia Zahir...acaban de entrar a la academia y estarán todo este curso con ustedes.- Habló la profesora mientras que esta se encontraba al lado de la pelirroja. A Raquel no le importo, sacó su cuaderno y comenzó a hacer algunas pequeñas figuras con las hojas que arrancaba de este...cuando sintió que alguien se sentaba a su lado, miró a su costado y ahí estaba, la pelirroja de nuevo. - Eres como una plaga tía...no te bastó con lo de la mañana, ahora el mismo salón y también en el mismo asiento - Dijo Raquel en voz baja mirando sería a Alicia.
-Tampoco me apetece ver tu cara, pero no tengo opción. - Le dijo Alicia a Raquel con un tono de altanería
-Joder...vamos es que no me basta con tener que ver tu jodida cara por todos lados, también tengo que ver a tu hermana. - Le dijo Raquel a la pelirroja, con algo de molestia.
- Pues acostúmbrate, que no me voy por todo el curso, por mucho que te joda...- Dijo Alicia mientras soltó una risa.
Raquel ya cansada ante esto, siguió haciendo figuras de papel, era tanta la concentración que no notó cuando la pelirroja le estaba hablando, de pronto sintió un fuerte pinchazo en la mano; miró rápidamente y tenía la punta del lápiz encajado, quito rápidamente su mano y la sobo.