III

77 10 7
                                    

Alicia solo se sentía abrumada de todo, de las peleas de sus padres, de la escuela, de Raquel...todo le parecía sumamente un asco. Mientras caminaba a su casa iba pensando sobre toda las situaciones que estaba viviendo, por un momento se sintió tonta de haber pensado siquiera un segundo que Raquel de verdad quería ser su amiga o que se preocupara por ella, por lo que sintió mucha más rabia a su compañera. Rato después llegó a su casa, subió rápidamente para evitar problemas con sus padres, cerró con seguro, miró a Zulema que estaba en su cama mirando la TV, soltó un suspiro.

Zulema: - Qué te pasa tía?...

Alicia: - Nada Zule...estoy bien

Zulema: - Alicia...¿Qué mierdas pasa?.

Alicia: - Me estresa esto, las putas peleas de esto, Raquel que muestra interés falso pero lo que hace es humillarme cuando ve a alguien que me conoce...odio aquí...quiero volver a casa Zulema

Zulema: - Esta es nuestra casa ahora, me jodio que nos hayamos ido, pero sabes bien porque nos fuimos...

Alicia miró a Zulema con los ojos lagrimosos y soltó una risa negando. La pelinegra soltó un suspiro, se levantó y abrazo fuerte a Alicia.

Zulema: - No fue tú culpa...no tienes la culpa de nada...

Alicia solamente miró a Zulema, la abrazo fuerte aferrándose a ella. - La tengo Zulema...estábamos bien allá, tu estabas con Hanbal, la escuela era perfecta, nuestros padres no tenían tantas peleas...cago todo siempre...

Zulema: - Alicia, no tienes la culpa de ser como eres, ellos son idiotas por no aceptarte.

Alicia ya harta, rompe en llanto. Con la única persona que podía sentirse cómoda que la viera débil era Zulema...era la única persona que nunca le juzgaba, que siempre apoyaba y nunca le fallaba. Zulema y Alicia eran inseparables, aún con sus peleas nunca se faltaban, simplemente se amaban más que nada ya que cada una entendía a la otra.

Zulema le sonrió a Alicia. - Todo estará bien, mira gracias a que venimos a vivir aquí conocí a Hierro...tú conocerás a alguien más Alicia...

Alicia sonríe secándose las lágrimas. - Pues vale...

Zulema: - Anda, vamos a ver las putas películas de policías que tanto te gustan...- Lo dijo mientras se acostaba en la cama con Alicia, prendió la TV y puso una de esas.

Mientras tanto Raquel ya se encontraba en su casa, que daba vueltas como loca mordiendose las uñas, miraba el celular que estaba sobre su hermosa mesa de vidrio...estaba en un dilema con ella misma de si marcarle a su compañera para pedirle una disculpa o dejar simplemente el tema hasta ahí, no sabía que coño hacer, suspiraba hasta que por fin luego de largos minutos que para ella parecieron eternos, tomó una decisión. Agarro su celular le llamó a aquella pelirroja. Alicia sintió la vibracion de su celular y lo tomó, contestó sin mirar quien era ya que estaba bastante entretenida con aquella película de policía que miraba junto a su hermana, acercó su celular a su oreja y respondió con un simple. - Diga. - Mientras que se metía una palomita a la boca.

Raquel se quedó en blanco unos cuantos segundos, sentía que mil horas pasaban, no sabía ni como coño empezar para disculparse, solamente miraba a la pared mientras sostenía su celular cerca de su oreja.

Alicia: -Diga?.- Volvió a repetir la pelirroja, frunció el ceño al no recibir respuesta.

Zulema: - Solo cuelga...

Alicia: -Agh joder...- Iba a colgar cuando de pronto escucho una voz conocida proveniente de aquel celular.

Raquel: - Alicia, espera...

Tan solo quédate Donde viven las historias. Descúbrelo ahora