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Después de varios meses, las dos chicas, se habían convertido en mejores amigas, no hacían nada sin la otra, aunque aveces quisieran matarse, ellas no dejaban de adorar se entre si.
Las dos se encontraban preparándose para ir a una fiesta.

Raquel: - Alicia, coño apresurate, ya es tarde..

Alicia: - Raquel te dije que ya voy...

Raquel: - Alicia, me dijiste eso hace una hora...

La pelirroja harta por las prisas de Raquel, salió de su habitación. Tenía un hermoso vestido rojo, su peinado era una media coleta. La pelirroja sentía que no se veía tan bien, pero la castaña que no paraba de mirar a Alicia como si fuera lo más perfecto que existiera.

Raquel: - Que hermosa te ves...

Alicia: - Que va, si solo me arregle un poco...

Raquel: - Calla, te ves muy hermosa

Alicia sonrojada por el comentario de Raquel, sonrió mirando a la pared evitando que su compañera le viera la hermosa sonrisa que esta poseía.

Raquel: Se levantó, con las dos manos tomo las mejillas de Alicia. - Tan hermosa sonrisa que tienes y la escondes para que no la vea.

La pelirroja no pudo evitar que sus mejillas se tornaran de rojo, soltó una leve sonrisa que aunque era muy leve se podía ver la felicidad de la chica en aquel momento.

La castaña no pudo evitar quedarse observando ese momento, para ella no importaba lo que pasará, sentía que todo estaba bien con Alicia entre sus manos. Le miraba los labios con deseo, algo que días antes ya estaba sintiendo, ese deseo por sentir los labios de la pelirroja con los suyos; era extraño para Raquel, nunca pensó desear a una mujer y menos que la mujer fuera Alicia Sierra, la mujer que de un principio no soportaba.

El momento era perfecto, no podían con la felicidad, se les había olvidado que se les había hecho tarde para la fiesta, pero a ellas no les importaba. La madre de Raquel entró interrumpiendo su momento. Las chicas se separaron, estaban rojas.

Mariví: -Están listas ya?...

Raquel: Asiente mirando al suelo.- Se toca mamá y si, ya vamos

Mariví: -Se han tardado mucho rato Raquel, ya es tarde

Alicia: -Perdone, mi culpa...pero ya estoy lista, vámonos Raquel...

Mariví le dio la pasada a Alicia, cerró la puerta y miró a Raquel algo confusa.

Raquel: -Pero qué haces?...me tengo que ir ya

Mariví:- Te gusta Alicia?

Raquel:- Pero qué dices ?...mamá claro que no, no estoy para estos temas ahora, ya me voy

Mariví: Raquel, es enserio, te gusta?...vi como le tenías, como le mirabas, enserio no quiero que mi hija sea una de esas desviadas y Alicia se nota perfectamente que es una de esas.

Raquel la miró con los ojos lagrimosos, soltó una risa amarga mientras negaba.- Después de todo eres igual a las personas mierdas de las que siempre me intentaste proteger, perdón si te avergüenzo, perdón por ser una desviada...pero si, me gusta la pelirroja que esta afuera...desde hace días me di cuenta, perdón por no ser correcta como mi hermana, Itziar es una hija ejemplar, quédate con ella.- Se limpió la lágrima que se le salió mientras se revelaba frente a su madre. Abrió a puerta, salió, bajo, tomó la mano de su amiga y se marchó dejando atrás aquella casa y su discusión con su madre.

Raquel no paraba de voltear a ver a su compañera, estaba demasiado pensativa por las palabras que había dicho su madre, se le quedaron tan grabadas que solo resonaban en su cabeza, parecía que su madre estaba ahí volviendo a decirlo, "Alicia se nota que es una de esas". La castaña frunció el ceño, no era posible, Alicia no era una desviada como decía su madre, se decía a si misma. La pelirroja interrumpió sus pensamientos.

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