𝐑𝐄𝐍𝐄𝐆𝐀𝐃𝐎𝐒 || ELITE

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Enzo observó la discusión de Samuel y Guzmán frente a el.

— Es que parece que vas a por Ari para Joderme a mi no porque te mole ella.— Samuel hablo enojado.

— ¿Ves? Lo sabía.— Guzmán tocó con su dedo índice el pecho de Samuel.— Sabía que te ibas a picar, fuiste tú a por ella para joderme a mi...

— Guzmán, que me dejes en paz. Que es que parece que el que te mola soy yo.— Samuel hablo haciéndolo callar.— Que para ti Ari, para ti Aldana, para ti la moto y para ti todo.— Fue lo último que dijo antes de alejarse de Guzmán.

Guzmán y Enzo unieron sus miradas, el primero notando la presencia del segundo apenas en ese momento.

— ¿escuchaste todo?— Guzmán pregunto.

— Eso... y un poquito más la verdad.— Enzo sonrío despegando su espalda de la pared y acercándose a Guzmán.— Que pelear por una chica...— Enzo alzo los hombros.— Pero pelear con tu amigo... No es de muy amigos la verdad.

— Como si tú estuvieras haciendo algo diferente.— Guzmán r

— No, la diferencia es que tú y yo no somos amigos.— Enzo sonrío acomodando el cuello del saco de Guzmán.— Piensa en lo que te dije.

Enzo se alejó de el para después caminar hasta su aula dejando a Guzmán solo en el pasillo.

— ¿Todo bien?— Aldana pasó la mano por la espalda de Guzmán. Ella sonrió pero al ver la expresión de Guzmán esta se borró.

— ¿Tienes algo que quieras decirme?— Guzmán pregunto poniéndose cara a cara con la chica.

— ¿Te sientes bien?— Aldana río pero esta fue callada nuevamente por la expresión de Guzmán.

— Estoy hablando enserio.

— ¿A que te refieres?.

— Enzo.

— Por dios.— Aldana rodó los ojos y dio unos pasos tratando de alejarse de la situación, pero la mano de Guzmán alrededor de su muñeca le impidió dar una paso más.

— Aldana.

— Joder, te estás comportando como un niño.— Aldana hablo entre dientes observando a su alrededor. Ellos comenzaban a llamar la atención y las miradas no tardaron en llegar a ellos.— Todos tenemos secretos, ¿no?.

Esa palabra hizo que el agarre de Guzmán se aflojara rápidamente.

— Y por lo que se, tú y yo terminamos hace dos años.— Aldana hablo cerca de su rostro.— Que lo de ayer fue para ayudarte, no una puta reconciliación.

Aldana lo empujó ligeramente para después caminar y adentrarse a su salón de clase.

La vista de Guzmán fue hasta el aula donde tendría su próxima clase. Para ver a Enzo a través del cristal con una expresión seria y las manos en sus bolsillos.

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—¿que hizo que?— Cayetana preguntó con sorpresa.

— Se comporta como si aún fuéramos críos de dieciséis y tenga todo el derecho.— Aldana hablo enojada comiendo de su almuerzo en el closet del conserje.

— ¿Y samuel?.

— ¿Samuel que?.

— Pues no se.— Cayetana pensó por unos segundos— siempre está ahí para defender a su amigo.

— ¿Sabes que?— Aldana despegó su espalda de la pared sentándose derecha.— Últimamente como que los dos no se llevan bien.

— ¿Por que crees que sea?.— Cayetana insinuó.

— No se, ¿Ari?— Aldana observó a Cayetana.— ¿Crees que sea por mi?.

Cayetana alzo los hombros dejando con una inmensa duda a la chica.

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Aldana hablaba con Ari, las dos admiraban los vestidos que las dos chicas vestían aquella noche. Cuando la vista de Aldana fue hasta Cayetana su sonrisa se borró y rápidamente se acercó a ella.

— ¿Estas bien?— Aldana la tomó por los hombros..— Estamos por salir.

— Phillips...— La chica apenas podía murmurar de todas las emociones que sentían en su cuerpo.

— ¿Te hizo algo?— Ella pasó sus manos por el rostro de la chica con preocupación.— Cayetana... por favor.

— Me grabo.— La chica respondió casi al borde de las lágrimas.— No solo a mi. Tiene como 50 videos.

El enojo y tristeza que la chica sintió en aquel momento no se podía comparar con nada. Ella observó detrás de ella observando que pronto sería sus turnos.

— ¿Puedes hacer esto?— Aldana pregunto. Cayetana negó con la cabeza.— Vale.— Ella se colocó detrás de ella.— Ve por Enzo.

Cayetana asintió limpiando sus mejillas y caminando hasta la multitud. El rostro de Phillipe se cayó al ver a la chica caminar y pasar sobre el.

Enzo observó a la chica frente a él con el ceño fruncido. Su vista fue a la gran puerta de donde Cayetana había salido. Vio a Aldana hacer señas con sus manos indicándole que estaba bien.

El tomó la mano de la chica y los dos caminaron hasta los flashes.

Segundos después el cuerpo de Aldana salió de la habitación. Los presentes que conocían a las parejas se encontraban confundidos.

Ella camino hasta Phillipe, que tomó su mano y la dirigió hasta los camarógrafos. Ella mantuvo una expresión seria mostrando su descontento.

Se acercó a la oreja del chico para después susurrar.— No sabes en qué lió te haz metido.— La sonrisa ante de las cámaras de Phillipe se borró, mientras que la de Aldana se formaba.

Ella soltó la mano del chico y buscó la mano de Cayetana. La chica sonrió agradecida sintiéndose segura momentáneamente.