XLII. Las heridas las cura el tiempo y las cicatrices se desvanecen.

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Ya casi había pasado un año de todo lo sucedido, Alejandro y April se distanciaron tanto ahora eran dos completos desconocidos. Luis y Alexa habían terminado, la razón ambos funcionaban mejor como amigos que como pareja. Luna le había explicado las cosas a April, a pesar de que ya no eran amigas ambas se habían perdonado.

April se disculpo por cada mal comentario que había hecho, por todas las veces que agredieron a Luna frente a sus ojos y ella no hizo nada, Luna se disculpo por a ver guardado rencor contra ella durante todo ese tiempo.

Todo parecía bastante bien su primer año de preparatoria había terminado también su promedio era bastante bueno estaba feliz y conforme con él.

Era una linda tarde camina sola por las calles cuando comenzó a llover de golpe corrió a resguardarse bajo el techo de un local abandonado parecía que la lluvia tardaría bastante tiempo aún, su casa estaba bastante lejos aún era seguro que terminaría empapada y probablemente terminaría con resfriado, hacía demasiado frío temblaba por ello.

Un gran suspiro salió de su boca, observaba como el agua caía sobre la calle, como un perrito corría entre charcos divirtiéndose era bastante adorable cuando se acercó un chico a resguardarse con ella. Él llevaba un paraguas consigo era bastante alto y su perfume era agradable y dulce a vez, era curioso porque ese olor le recordaba a Luis.

— ¿Necesitas una sombrilla? — Él extendía su mano para darle la sombrilla

April volteo a verlo reconocía esa voz aunque se escuchaba bastante cambiada, sonrió de inmediato al ver qué aquel chico era Luis.

— Hola ¿Cómo has estado? — Pronunció la chica con los ojos cristalizados un poco.

Luis simplemente sonrió y acarició su mejilla con sumo cuidado — He estado bastante bien, pero, ¿Cómo has estado tú? Desapareciste de las redes un tiempo no había sabido nada de ti y bueno no quería molestar más de una vez —

Al sentir el tacto de él un leve sonrojo apareció en su rostro, su mano era cálida a pesar del frío que hacía su mano estaba caliente, era un poco rasposa pero se sentía bien.

— Tenía que desaparecer un tiempo estar bien conmigo misma y la escuela, cambie de número solo he estado usando WhatsApp así que quizá por eso pero ¿Por qué molestar más de una vez? —

Luis suspiro y le contó la vez que había ido a buscarla a su casa su madre le había dicho que no era un buen momento y que quizá era mejor que estuviera April sola por un rato, se sentía mal por no poder estar con ella y apoyarla pero sabía que no podían estar juntos hasta que ambos estuvieran bien.

Luis noto como April temblaba de frío así que le dio su sudadera le quedaba un poco grande pero a él le parecía muy tierno.

Poco a poco empezaron a hablar de ellos de lo que habían hecho, de lo que había pasado eran demasiadas cosas, el tiempo paso y la lluvia cesó, Luis la acompaño a su casa en el camino reían y jugaban a pesar de estar tanto tiempo alejados la conexión que habían tenido no había desaparecido jamás, su conexión no podía romperse.

Al llegar a la casa de April ninguno de los dos quiso despedirse, se notaba en su mirada ambos querían abrazarse pero se limitaron a solo decirse un “Nos veremos luego”

Cuando Luis se dio la vuelta April corrió a alcanzarlo le dio un beso en la mejilla como agradecimiento y su número, quería volver a estar con él, quería seguir siendo su amiga aunque su corazón le pidiera otra cosa.

Cuando Luis se dio la vuelta April corrió a alcanzarlo le dio un beso en la mejilla como agradecimiento y su número, quería volver a estar con él, quería seguir siendo su amiga aunque su corazón le pidiera otra cosa

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Las risas rezonaban en aquella habitación aquel par de chicos hacían demasiado escándalo, estaban jugando Mortal Kombat April estaba haciendo pedazos a Luis, prácticamente le había dado una paliza.

— ¡GANÉ! — Grito la chica mientras hacia un pequeño baile de victoria frente a él.

— En una pelea de verdad obviamente ganaría yo —Luis se negaba a aceptar que April le había pateado el trasero en aquel videojuego.

Entre las burlas de April y el berrinche de Luis ambos chicos terminaron en el piso, Luis termino con April encima suyo, seguían riendo como si nada hubiera pasado, la cercanía entre sus rostros era mucha poco a poco el corazón y la respiración de Luis comenzó a acelerarse y aumentar lo mismo que le pasaba a April ambos se seguían queriendo de esa forma no importa el tiempo que habían estado separados jamás dejaron de amarse.

April se acercó a los labios de Luis un poco temerosa pero al final le robo un beso, un beso sumamente tierno, un beso que había roto aquel secreto que y que debió a ver sucedido hace mucho tiempo atrás.

Luis correspondió de aquel beso con un gran sonrojo en su cara, en aquel beso pudo decirle lo que siempre quiso y no necesito palabra alguna, cuando se separaron ambos sonreían y aquel brillo en sus ojos era incomparable, ambos sabían que significa aquel beso.

Se sentaron mirándose uno al otro aún con esa enamoré sonrisa en sus rostros.

— April ha pasado algo de tiempo y yo no he dejado de amarte mi corazón no ha dejado de hacerlo— Luis se quedó callado por un momento no sabía que más decir si como pedírselo, tomo la mano de ella y la llevo justo a su pecho donde estaba su corazón para que pudiera sentir como latía por ella. — April no soy bueno con las palabras pero mi corazón late por ti y a la única persona a qué le pertenece es a ti  ¿Te gustaría ser el azul de mi cielo y de mi mar? —

Las palabras de Luis eran sinceras, eran cálidas y el brillo de sus ojos no mentía de verdad la quería, con lágrimas en los ojos —  Si quiero serlo, quiero ser tu azul —

De nuevo se dieron un beso, un beso que era sumamente tierno y que confirmaba el gran amor que ellos se tenía <3.

Me enamoré de mi mejor amigo✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora