El alfa llamado "rey de la cancha" Kageyama Tobio y el omega Hinata Shoyo, tenían una bella y conocida relación, pero no todo dura para siempre, los problemas y distintas opiniones separarán a esta pareja.
Años después, Kageyama encontrará nuevamen...
- Shoyo ¿Estás en celo verdad? Tus feromonas están muy fuertes - le preguntó Kageyama.
- Al parecer se adelantó, pero no me importa, ya que estoy contigo - Hinata tomó por el cuello a su novio y lo acercó hacia él para continuar besándolo.
- Sho... Shoyo deja ponerme el condón primero - Kageyama no aguantaba más y Hinata no ayudaba mucho, ya le lo seguía excitando con sus gemidos.
- Apresúrate Kageyama - le dijo Hinata con voz agitada.
- ¿Ahora me llamas por mi apellido? Eres realmente cambiante Shoyo, me gusta eso - respondió Kageyama con una sonrisa malvada y comenzó a penetrarlo.
Las ventanas de la habitación comenzaron a empañarse, mientras ambos gemían excitados y repetían el nombre del otro.
Llegaba un punto que Kageyama siempre perdía un poco la cordura y Hinata ya conocía bien a su novio para saber cuándo detenerse.
Kageyama se sacó el condón y afirmó las muñecas del pelinaranjo.
- Hinata Shoyo, quiero hacerte un bebé - decía con voz lujurioso y ojos encendidos.
- Otra vez lo mismo... - ese era el momento mencionado anteriormente, cuándo Kageyama se perdía en la excitación, Hinata siempre tenía cerca un pequeño frasco de un perfume que odiaba Kageyama, logró zafarse de una mano y alcanzó el frasco y echó un poco del perfume en el aire cerca de Kageyama, quién al olerlo, tapó inmediatamente su nariz y volvió en sí.
- ¿Otra vez te dije eso? - preguntó avergonzado.
- Si, pero ya estoy acostumbrado - respondió Hinata riendo.
Continuaron haciéndolo, ahora Kageyama tenía contra el muro al pequeño y mientras lo embestía, y con la otra mano lo masturbaba.
- Tobio... Creo que escuche ruido, quizás Miwa despertó - le dijo Hinata.
- Por eso odio que venga, siempre me interrumpe - Kageyama se vistió rápidamente y salió a ver a su hermana.
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Hinata se vistió con una polera de su novio mientras miraba la habitación, Kageyama tenía una foto de ellos de su primera cita, la tenía en un marco muy elegante en el mueble que estaba detrás de la cabecera de la cama, la quedó mirando mientras recordaba todos los momentos vividos durante su época de preparatoria.
- Ojalá todo pudiera quedarse así para siempre - dijo mientras tocaba la fotografía, ahora tendrían que graduarse y posiblemente separarse.
