Fantasías.

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El día era simplemente perfecto. Siwon se había despertado temprano para salir a predicar la palabra del salvador por todo este vecindario que le habían indicado al que debía ir. Los árboles eran altos, verdes y frondosos, la calle se veía muy bien cuidada y todas las casas eran bonitas y había autos de marca estacionados plácidamente delante de cada una de las coloridas casas, muy brillantes y con neumáticos negros y flamantes. Sí, se notaba que era un vecindario de ricos, Siwon se la había pasado gran parte de su juventud entre este tipo de vecindarios. Ve que en la acera iba pasando un hombre mayor de bajista estatura, empujando un carrito de helados con una sombrilla amarilla decorándolo. Siwon dijo "¿por qué no?" y se dirigió a donde él estaba. El hombre vio que el magnífico chico que se acercaba llevaba un traje casual y conservador, pero muy limpio, planchado y hecho a la medida, como todo lo que usaba Siwon, un bolso negro de medio lado en donde llevaba sus revistas evangélicas y en un mano llevaba una Biblia. Siwon le dio los buenos días amablemente y le pidió un helado de mantequilla, y el señor le dio el precio un poco más elevado de lo común. Siwon sabía que a veces a él le inflaban el precio pero no le molestaba, podía pagarlo y simplemente le gustaba ayudar a la gente humilde. Le sonrió, pagó y recibió su cono de helado de mantequilla. Agradeció y se dio la vuelta y el hombre siguió su camino, empujando su carrito. El helado estaba delicioso. De repente, en su campo de visión apreció una casa gigante, con pocas ventanas, una puerta modesta color marrón, un camino largo de ella hasta la calle, y estaba toda pintada de blanco. Contrastaba con las demás casas todas pintadas con colores más vivos, pero esta era toda blanca. Le llamó la atención y fue hasta a ella, confiado, en que le iba a atender una señora mayor rica, o tal vez la criada.
Siwon subió el escaloncito, helado y Biblia en mano, y decididamente caminó todo el camino de la entrada hasta la puerta. Tocó el timbre y se dio la vuelta para lamer su helado. No quería recitar sobre el Señor mientras comía su golosina como un glotón así que se apresuró a comérselo. Escuchó pasos detrás de la puerta y ésta se abrió de repente. La visión que tuvo Siwon no fue normal. Soltó el helado y cayó al suelo, pero a Siwon no se le cruzó por la cabeza preocuparse por ello. Un hombre muy atractivo y alto, de cabello naranja y piel hermosa, vestido a penas con una bata de baño blanca pero abierta en la parte superior, así que Siwon podía ver unos músculos pectorales hermosos y bien trabajados, color miel y brillantes, recién hidratados con alguna crema, coronados con unas clavículas deliciosas. Casi se olvidó de ver la cara del hombre. Siwon se ruborizó y bajó la cabeza repentinamente avergonzado, quería desaparecer, no se esperaba para nada esto.
-Ho-hola, muy buenos días, buen señor, lamento haber interrumpido su baño -se apresuró a decir con una mirada suplicante-, pero vine a hablarle un rato sobre las buenas nuevas que trae el Reino de los Cielos, si no es mucha molestia -culminó, mirando arriba-.
El hombre sonrió, buao su sonrisa era muy atractiva y cálida, engalanada con unos hoyuelos simpáticos.
-Buenos días, no, no es molestia, salí del baño hace un minuto, no se preocupe. Pase por favor, es un placer -dijo éste, mientras se hacía a un lado, sin quitar sus ojos de los de Siwon y sin dejar de sonreír-. Disculpe el desorden.
Se hizo a un lado para dejar a Siwon pasar por delante de él mientras el dueño de la casa cerraba la puerta. Había dicho que los disculpara por el desorden pero la casa era muy limpia y ordenada, sin nada fuera de lugar. Solo había un sofá blanco en medio de ella. De repente se voltea hacia el hombre y le dice:
-Perdón por haber tirado mi helado en su entrada, soy muy torpe -dice con una cara triste-.
-No se preocupe -le responde el hombre, caminando hacia el sofá y quitando un cojín para sentarse y poner el cojín en sus piernas-. Lo limpiaré luego. Ahora por favor tome asiento.
Siwon obedece y precipitadamente va y se sienta en el sofá pero con cierta distancia respetuosa entre ellos y comienza a sacar sus revistas.
-Bien. ¿Cuál es su nombre?
-Leeteuk
-Me presento, soy Choi Siwon -dice, extendiendo la mano para estrechársela-.
-Un gusto.
Leeteuk le aprieta la mano unos segundos y cuando va a soltarla le hace una caricia en la muñeca. A Siwon le pareció que era sólo su imaginación. "Dios, Siwon cálmate, estas en una tarea del Señor, no pienses cosas impuras. No ahora".
-Ejem, bueno señor Leeteuk -continúa Choi Siwon, algo nervioso-. ¿Usted esta familiarizado con la iglesia?
-Sí, he ido algunas veces -contesta Leeteuk, abriendo ligeramente las piernas.
Siwon vio cómo la bata de baño se extendía sobre sus muslos y los hacía ver más apetitosos a la vista y ni quería imaginarse si el anfitrión estaba sin ropa interior. Pero vio cómo el hombre bajó la manos hasta el cordón que mantenía su bata cerrada y empezó a desatarlo.
-Espero no le importe -dijo éste, con voz despreocupada-, pero hace calor y eso que salí de la ducha. El clima anda muy raro ¿verdad? -inquirió-.
-Uhm, sí...
Siwon no sabía qué decir o cómo reaccionar, pero le enseñaron a guardar la compostura en todo momento.
-¿Usted cree que Jesús lo ama, señor Leeteuk? -preguntó Siwon, volviendo al tema-.
Leeteuk comienza a acariciarse el pecho con los dedos, haciendo movimientos circulares y viéndolo pensativamente.
-Mucha gente me ama, o simplemente dice hacerlo.
Siwon se queda viendo atentamente los movimientos de Leeteuk descaradamente.
-¿Quieres tocarme? -pregunta sin aviso-.
Siwon tose, se endereza, quita los ojos del pecho de Leeteuk y se pone más nervioso de lo que ya estaba. Baja la mirada hasta sus revistas, completamente avergonzado.
-Ni siquiera puedes concentrarte en el tema del que viniste a hablarme hoy ¿no? -pregunta Leeteuk, con voz suave pero burlona-. Ven, dame tu mano.
Pero sin esperar respuesta o resistencia de Siwon, le toma la mano y la lleva a su pecho y hace que lo toque, mientras lo ve a los ojos con los párpados relajados y entrecerrados.
-¿Te gusta, no? ¿Quieres ver otra cosa?
Leeteuk de repente se abre la bata al completo y queda desnudo ahí tendido en el sofá delante de Siwon, sin pudor. Siwon cierra los ojos pero Teuk se le lanza encima, tirando la Biblia y las revistas al suelo, se sienta desnudo sobre los pantalones de satín negros de Siwon y comienza a meterle la lengua en la boca.

Buenos Chicos (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora