Pensamientos de Donghae

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Donghae

2006

Acostado en la habitación, con el resto de chicos dormidos, él miraba al techo, con una dualidad de emociones en su mente: excitación y también angustia. Se apretó el puente de la nariz con los dos dedos. Tenía una erección imponente en sus pantalones de la pijama, nada más porque no podía parar de pensar en la forma en la que Eunhyuk hoy lo tocó en la sala del dormitorio mientras lo besaba. Con la mano derecha, se estiró la liga del boxer, justo como Eunhyuk lo hizo, provocando una gran oleada de electricidad por todo su ser, y ni siquiera supo cómo encontró la fuerza en su interior para retirarle la mano y decirle que no... Aunque hubiese muerto por dejarlo continuar. Pudo haberlo dejado continuar, pero... ¿después qué iba a pasar? Los dos son vírgenes, ninguno tiene experiencia en este tipo de cosas. Bueno, Hyukjae ha tenido novia antes ¡pero es distinto con un hombre! ¡es distinto entre ellos dos! "Hyukjae" nombró Donghae en su interior. "Me encantaría pasar al siguiente nivel contigo, pero... He visto cómo los hombres tienen sexo. ¿Cómo se supone que voy a meter mi... En tu...?"

Se volteó en la cama. Hoy no fue a dormir con su amigo porque estaba muy nervioso, anoche tampoco lo hizo. ¿Y si intentaba tocarlo de nuevo? Si lo hacía... Si lo hacía no se iba a poder negar y después ocurriría un desastre y los dos estarían muy incómodos después. "¡No puedo poner mi miembro dentro de ti, Hyukjae, no sé cómo hacerlo, no tengo experiencia!" gritó dentro de él. "Tampoco quiero tu... Tu pene... O sea sí, pero... ¡Me da miedo!" Y una cosa era cierta: no quería quedar como un idiota en su primera vez con alguien que le gusta tanto. "Espera... ¿Hyukjae me gusta?".

Ama a su amigo, pero como eso, como un amigo. Le gustaría plantearse la posibilidad de ser algo más que eso... Pero seguro a Hyukjae no. "Seguro no le gustaría, no me hago ilusiones. Además, si él aceptara, los novios al tiempo... Se acuestan y esas cosas... Y yo no puedo, me aterra...". Se restregó los ojos con las palmas de las manos. Toda esta maquinación y pensadera lo mantenían despierto.

Llegar a hacer eso con el mayor sería precioso. Recordó vívidamente la placentera y fugaz visión de su cuerpo semidesnudo en la habitación de Hyukjae, cuando le enseñaba a Yesung sus atributos naturales. "A ver, quítatelos" le había dicho Yesung. Le tomó desprevenido que Hyukjae se quitara los pantalones tan rápido y que quedara prácticamente en ropa interior ante los ojos de ambos. "No soy un Adonis, pero algo tengo" dijo él. Eunhyuk no tiene nada de qué quejarse. Tiene un trasero muy lindo y redondo, firme y bello, que se extiende debajo de unas finísimas caderas delgadas y estilizadas, como si alguien lo hubiese creado con un molde de arcilla o de cerámica, y su estómago... Uff, Donghae quería pasarle la lengua por ahí. "No, no eres un Adonis, Eunhyuk-ah, pero te le acercas mucho, muchísimo. Tienes un cuerpo muy bonito, Hyukjae". Obviamente no podía decirle eso al mayor y menos delante de Yesung hyung, pero no sabía qué otra cosa decirle. Verlo así lo descolocó completamente. Lo había visto salir de la ducha antes, desnudo, pero eso fue antes de comenzar a tener sesiones provocativas de besos con él. Ahora lo ve con otros ojos, ya no lo ve como un simple amigo y ya, ahora hay deseo de por medio. Se bajó el mono y los bóxers. Acarició su miembro tieso y llevó la cobija hasta por sobre su cabeza para que nadie lo viera. Excitación sexual había sentido antes, de adolescente con las revistas Playboy de su hermano... Pero por una persona real, de carne y hueso, nunca. Era algo muy nuevo para él. Además, era con un hombre...

"Hyukjae". Su memoria sensitiva le proyectó de nuevo un resquicio del caliente tacto de su amigo cuando lo tocó sobre la ropa interior ayer en la sala. Cuánto hubiera querido decirle que sí, que lo tocara. Si no fuese tan cobarde... Si estuviese dispuesto a experimentar con él...
Recordó cuando estaban en su cama y el muy pícaro de repente se había subido sobre él y lo besó en el cuello, haciendo a Donghae gemir en contra de su propia voluntad. La sensación de estar a la merced de Eunhyuk era devastadora y exquisita, de estar bajo el poder de su cuerpo y sentir su pelvis contra la del mayor. Sus dedos estrujaban duramente su pene y un ligero sudor bajó por su cuello hasta su pecho y aprovechó la humedad para restregarse la mano libre por ahí y fingir que era Eunhyuk el que lo acariciaba. "Hyukjae..." pensaba. Se sentía como un tonto. Masturbarse le daba vergüenza ¡pero se sentía demasiado bien! ¡No podía parar! Cerró los ojos y entreabrió la boca, sin emitir ningún sonido. Inclinó su miembro y acabó sobre su estómago, liberando su sustancia blanca. Enrolló su mano en papel higiénico y se limpió el semen y luego el sudor y lo tiró en un cubo al lado de su cama. Se acostó de nuevo en su almohada y descansó un poco. Luego pensó en todas las cosas vergonzosas que Hyukjae sabía de él. "Hyukjae sabe que me masturbo, pero no sabe que lo hago por él. Sabe que el sexo me atemoriza. Seguro debe pensar que soy un niño idiota, un bebé estúpido. ¿Qué debo hacer? Con todo lo que nos besamos, es seguro que espera que hagamos algo más. Sé que me dijo que no importa si no quiero, pero no es verdad. Dijo que quiere tener sexo. Ay... Yo también quiero... Pero al mismo tiempo no..."

Buenos Chicos (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora