No tenía ganas de hablar. Solo quería mantener mi mente ocupada y eso, estando aquí, con Frank, funcionaba.
Era una persona con la que te distraías fácilmente. Juro que podría pasar toda una hora solo para poder estudiar sus ojos. A Frank no parecía importarle, lo que lo hacía mil veces mejor. La mayoría de la gente habría intentado reconfortar a un amigo dolido, pero yo no era su amigo, al menos aún no, y Frank no era ciertamente "la mayoría de la gente".
Nuestra conversación fue desvaneciéndose después de haber pedido nuestra comida. Frank pidió una ensalada y yo, un café.
"¿Solo un café?" Frunció el ceño después de haber pedido. "¿Eso es todo?"
Parpadeé mirándole. "¿Qué?"
Pestañeó rápidamente. "¿Todo lo que te vas a pedir es un café?"
"Sí."
Me miró unos segundos y sentí la abrumadora necesidad de defenderme.
"Es solo que no tengo hambre."
Me lanzó una mirada escéptica pero no profundizó en el tema y le estaba agradecido por eso.
Tampoco tenía tanta hambre.
Había desayunado tortitas por la mañana y a pesar de que había pasado varias horas... No quería comer. En realidad, pensar en comer me ponía enfermo.
Nos sentamos en silencio por un tiempo. Una hora y dieciséis minutos para ser exactos.
Solo nosotros dos, sentados en el mismo sitio, setenta y seis minutos en completo silencio.
Era agradable.
Me encontré a mí mismo mirándole, sus manos, sus ojos, su boca, todo. Le observaba de reojo mientras comía y estudié la forma nerviosa tenía de pestañear cuando pensaba que había hecho algo estúpido, como cuando sin querer se le cayó un trozo de lechuga sobre las piernas o cuando accidentalmente tiró un trozo de zanahoria del plato cuando intentaba pincharlo con el tenedor.
Fingí no darme cuenta, pero claramente lo hice.
Siempre me daba cuenta de todo.
Era una persona muy observadora.
Yo, sinceramente, creía que todos sus ticks nerviosos eran adorables. No era difíciles de ver. Cada poco tiempo echaba una mirada a su alrededor. Cada minuto miraba a través de la ventana. También me miraba constantemente a mí. Era paranoico, pero era un rasgo estrañamente seductor.
"Gerard." Me llamó, con la voz calmada aunque sonaba un poco nervioso. "¿Puedo preguntarte algo?"
"Claro." Dije, dándole un trago a mi café. "No veo por qué no."
Asintió, dejando su tenedor en plato y poniendo sus manos en su regazo, estudiando mi cara un par de segundos. "¿Por qué, exactamente, me dijiste de quedar aquí hoy?"
Me encogí de hombros. Obviamente sabía por qué. Tenía una respuesta, pero él no lo entendería. "Supongo que yo... Quería volver a verte." No me gustaba tener que mentir pero tampoco podía decirle "Porque quiero llegar a conocerte."
No, no. Eso sería lo peor que podría decir. Especialmente a Frank. Sabía que sería una respuesta desagradable para él. Yo había sufrido de paranoia la mayoría de mi vida y estaba empezando a superarlo, así que sabía reconocer la mayoría de los síntomas... Él no era el clásico paranoico, pero tenía un par de fobias que lo afirmaban.
Asintió suavemente, pareciendo estar satisfecho. "Vale, supongo que eso tiene sentido."
Volví a beber de mi café, apreciando el sabor.
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Folie à Deux (Frerard) [Español]
FanfictionTodos los derechos de autor para @adrenalineparty.