Las líneas del amor | Bloody Painter 🎨

I

Narra ___.

Me encontraba en el taller de dibujo y pintura “escuchando” lo que el profesor decía. Estaba aburrida, pues mi mamá me había obligado a estar aquí, ya que ella siempre le había gustado la pintura pero nunca lo pudo hacer por culpa de mis abuelos. Por el contrario, a mí me gustaban los famosos “creepypastas”, y prefería estar en mi habitación escuchando música y hablando con mis amigas que estar aquí.

Mi creepypasta favorito desde que inicié en este mundo es Bloody Painter, pues lo encuentro muy lindo y como un amor casi platónico. Pero a pesar de que a él le guste la pintura, a mí nunca me va a gustar. No me divierte hacerlo, me estresa que nada me salga como quiero y me molesta aún más no poder hacer lo que realmente me agrada —bailar —.

De la nada y porque sí, un chico de unos diecisiete años —calculando al ojo —, alto y tez pálida se sienta junto al puesto vacío que estaba junto a mí. Gruñí por lo bajo y volteé la cara, no quería socializar con nadie.

—Hola, me llamo Helen y tengo diecisiete años. Yo seré tu compañero en lo que queda de taller. Y tú, ¿cómo te llamas? —preguntó con entusiasmo, algo muy contrario a lo que sentía en ese momento.

Al menos acerté su edad — pensé.

—Hola, me llamo ___ y tengo dieciséis años —dije sin más.

—Uy, qué fría. ¿Acaso no te gusta estar aquí? —preguntó extrañado.

—No.

—Entonces, ¿por qué estás aquí?

—Porque mi mamá me obligó.

—Oh, entiendo —susurró, dejando el tema hasta ahí pues veía que no me sentía cómoda —. Mh, ¿qué cosas te gustan?

—Definitivamente no la pintura.

—Eso ya lo sé —rió levemente —. Pregunté por las cosas que te agradan, no las que te disgustan.

—Pues, mi gusto más extraño según la gente son los creepypastas, ¿has oído hablar de ellos?

—¿En serio? Claro que he oído hablar de ellos. De hecho, me gustan un montón.

—¿De verdad? —pregunté emocionada —. ¿Cuál es tu favorito?

—Mi favorito es Bloody Painter, pues al igual que a mí, le gusta la pintura. ¿Y el tuyo?

—El mío también es él. Aunque no lo creas, se me hace muy atractivo, aunque sólo sean historias urbanas.

—Es gracioso, pues odias el dibujo.

— Lo hago, pero eso no me impide amarlo —reí.

—Ya veo —sonrió.

Debía admitir que se veía muy lindo cuando sonreía. Sus pequeños ojos azules desaparecían y se marcaban unos pequeños hoyuelos en sus mejillas, mientras su blanca sonrisa salía a la luz.

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Hola, espero se encuentren bien. Sólo les vengo a aclarar que si ven comentarios sin sentido es porque esta historia está editada, algunas escenas y párrafos cambiaron a lo largo de los capítulos así que sólo ignoren comentarios que no tengan nada que ver con el párrafo que están leyendo. De ante mano, muchas gracias y disfruten su lectura. ♡